Red Hot Chili Peppers suelta la bomba: John Frusciante vuelve a la banda
El virtuoso guitarrista de apellido italiano regresa después de diez años en solitario y fuerza la salida de la banda de Josh Klinghoffer
Red Hot Chili Peppers, una de las bandas fundamentales para comprender el rock a partir de los 90, ha anunciado lo que sus fans llevaban años esperando: el regreso del virtuoso guitarrista John Frusciante. El compositor de canciones tan emblemáticas como Under the bridge o Can’t stop está de vuelta tras diez años por su cuenta –etapa en la que ha compuesto para sí mismo y en aislamiento– y deja fuera de la ecuación a Josh Klinghoffer, que entró en el grupo en 2009 como su reemplazo.
El encargado de comunicar la noticia ha sido el bajista Flea: «Los Red Hot Chili Peppers anunciamos que separamos nuestros caminos con nuestro guitarrista durante los últimos diez años, Josh Klinghoffer. Josh es un maravilloso músico al que respetamos y queremos. Estamos profundamente agradecidos por el tiempo compartido y por los incontables regalos que nos ha brindado». Y añade: «También anunciamos, con gran emoción y de todo corazón, que John Frusciante se reintegra en el grupo».
No es la primera vez que ocurre: se trata, en realidad, de la tercera ocasión en que Frusciante vuelve a casa. El guitarrista de apellido italiano no es uno de los fundadores de los RHCP –llegó para sustituir a Hillel Slovak, que murió en 1988 por una sobredosis, con apenas 26 años–, pero podemos decir que estuvo allí desde el principio. O al menos desde el principio de la escalada: cuando tuvieron que grabar Mother’s Milk (1989) y Blood Sugar Sex Magic (1992), el álbum que los catapultó a las televisiones y las radios de medio mundo. Frusciante no encajó con entereza el éxito repentino, tampoco las giras infinitas, y apenas un año después se marchó, lo que tuvo unas consecuencias terribles: consiguió lanzar algún material en solitario, sí, pero cayó en la heroína.
https://www.youtube.com/watch?v=z-8-0C8mBEE
Tuvieron que pasar seis años –1998– hasta su vuelta, ya rehabilitado del caballo –la cocaína y el alcohol llevaron más tiempo–. Efectivamente, ese año grabaron otro de los grandes trabajos de la banda: Californication. En la década que permaneció en RHCP hasta su siguiente adiós encontró espacio para proyectos personales tan meritorios como Going inside (2001); también para tallar los diamantes que son By the way (2002) y Stadium Arcadium (2006). Estas fueron sus últimas aportaciones a la banda. Luego se fue con su música a otra parte, alegando desavenencias artísticas, dejando a la banda en un oasis creativo. Hasta este día.