Condenados a cárcel dos policías franceses por su violencia contra los "chalecos amarillos"
Los policías han sido condenados a dos y cuatro meses de cárcel con suspensión de pena por su uso de violencia durante las protestas del Primero de Mayo
Desde primeras horas del pasado 1 de mayo, las fuerzas de seguridad francesas llevaban a cabo un amplio sistema de seguridad en distintas partes del país y especialmente en París, después de que se detectaran mensajes que revelaban que grupos radicales se preparaban para actuar durante la jornada de protestas, planeadas a lo largo del país en el marco del Día de los Trabajadores.
Dos policías franceses han sido condenados este jueves a dos y cuatro meses de cárcel con suspensión de pena, uno de ellos por haber arrojado un adoquín a «chalecos amarillos» y otro por haber abofeteado a un manifestante durante las protestas del Primero de Mayo. Se trata de las primeras condenas contra agentes desde el inicio de las protestas antigubernamentales hace más de un año.
El policía antidisturbios de 44 años que lanzó el adoquín ha sido juzgado por «violencia deliberada por parte de una persona con autoridad pública». En dos videos del incidente mostrados durante el juicio, se le ve cogiendo un adoquín y lanzándolo a manifestantes a unos ocho metros de distancia. No se ve dónde cae la piedra. El tribunal considera que el policía no había actuado en defensa propia y le ha condenado a dos meses de prisión con suspensión de pena. En su defensa, el policía ha alegado haber actuado «por miedo» y no por ira, y que había tirado la piedra para «crear cierta distancia» por razones de seguridad, pero que no quería hacer daño a nadie. La fiscalía había solicitado una sentencia de tres meses con suspensión de la pena.
El otro policía abofeteó a un «chaleco amarillo». También fue grabado por testigos y compartido en las redes sociales. Ha sido condenado a cuatro meses de cárcel con suspensión de pena. Los manifestantes acusan a la policía de usar una fuerza excesiva para reprimir el movimiento, en particular disparando balas de goma que han causado la pérdida de un ojo a unas dos decenas de personas.
El órgano de supervisión de la policía IGPN está investigando otros 212 casos de presunta brutalidad policial durante estas protestas contra la política económica y social del gobierno francés.