Isabel II intenta resolver el estatus de los Sussex mientras Meghan vuelve a Canadá
La familia real británica busca con urgencia una solución tras la decisión de Meghan y Enrique de abandonar sus posiciones en primera línea de la monarquía para ser económicamente independientes
La reina Isabel II y miembros de la familia real británica han pedido a sus consejeros una solución factible para el nuevo estatus de los duques de Sussex, Enrique y Meghan. Tras el inesperado anuncio de la pareja de dejar sus actuales posiciones en primera línea de la monarquía para ser económicamente independientes, la soberana ha hablado con su heredero, el príncipe Carlos, y los hijos de este, Guillermo y el propio Enrique, para consensuar una solución «en días y no semanas».
«Es extraordinario que hayan dado este paso sin consultar a la reina, o incluso sin consultar al padre de Enrique», ha dicho Richard Fitzwilliams, experto en la monarquía británica, considerando que «se han ido como rebeldes».
Paralelamente, The Daily Mail informa que Meghan ha vuelto a Canadá, donde ha dejado a su hijo Archie bajo el cuidado de una niñera mientras ella y su marido han viajado unos días a Londres. Según el diario, se espera que Enrique se reúna en breve con ella, mientras en el Reino Unido sus ayudantes negocian su futuro.
En un comunicado emitido el miércoles, Enrique y Meghan ya han afirmado que a partir de este año piensan vivir entre el Reino Unido y América del Norte, y se da por hecho que será en Canadá, donde ella ya residió cuando rodaba la serie Suits. En su nota, colgada sin previo aviso en su nueva web, la pareja ha explicado que quería ganar dinero profesionalmente pero también seguir «apoyando a la Reina» con viajes y labores de representación, lo que implicará un cambio en su estatus y su financiación para evitar conflictos de intereses.
Fieles a su sentido del humor y su pasión por las apuestas, los británicos han comenzado a especular sobre qué hará la pareja tras sacudir la centenaria institución. Encabezan las opciones de los corredores de apuestas que anuncien un nuevo embarazo este año, se instalen definitivamente en Estados Unidos y Meghan vuelva a actuar.
La pareja, que ha dicho querer dividir su tiempo entre el Reino Unido y Norteamérica, ha afirmado asimismo que pretende seguir viviendo en Frogmore Cottage, una casa en los terrenos del castillo de Windsor cuya renovación se ha pagado con 2,4 millones de libras de dinero público. Seguirían además beneficiándose de un servicio de seguridad estatal.