Dos años de cárcel por difundir en Twitter una foto de víctima de La Manada
«La chica supuestamente violada por la Manada ha pedido que no se difunda esta imagen porque quizá pensemos que solo era una golfa borracha»
El juzgado de lo Penal número 4 de Pamplona ha condenado a A.Q.S. a dos años y un día de prisión como autor responsable de un delito contra la integridad moral por publicar en su perfil abierto de Twitter una foto de la joven violada por La Manada en los Sanfermines de 2016.
En la resolución, que puede ser recurrida, se le condena asimismo a indemnizar a la denunciante con 6.000 euros por el daño moral causado.
El juez considera probado que el 6 de diciembre de 2017 el acusado publicó en Twitter una fotografía en la que aparecía el rostro de una mujer manteniendo relaciones sexuales con un hombre acompañada de un texto en el que indicaba: «La chica supuestamente violada por la Manada ha pedido que no se difunda esta imagen porque quizá pensemos que solo era una golfa borracha».
Ese comentario hasta las 17.25 horas del 7 de diciembre fue compartido 16 veces, marcado con un like 13 veces y generó 64 comentarios.
El juicio oral se celebró el 17 de enero de 2020 y al inicio de la vista las partes, de conformidad, decidieron que la querella interpuesta por un delito de injurias en Valladolid, cuyos juzgados rechazaron enviándola por inhibición al juzgado de Pamplona, fuera entregada en ese juzgado para ver si aceptaba la inhibición.
El acusado, que obtuvo la imagen por «algún medio que se ignora», según la sentencia, utilizó la referida fotografía con «ánimo de divulgar y difundir la imagen de la víctima», para lo cual utilizó el hashtag #LaManada con la finalidad de favorecer la difusión del mensaje.
Con su publicación «no obtiene ningún beneficio», solo se aprecia» un ánimo de perjudicar a otra persona a la que ni quiera conocer», señala el juez.
Debido a su publicación, según el fallo, la denunciante se ha visto «ridiculizada y avergonzada, y ha sufrido temor de poder ser identificada por terceras personas, lo que le ha obligado a «abandonar sus estudios universitarios, e incluso marcharse, durante una temporada a vivir al extranjero».