La justicia australiana permite el acceso a las cartas secretas de la Reina Isabel II
Las misivas debían estar a disposición del público hace 12 años pero como estaban marcadas como correspondencia «personal y confidencial»»»
Un Tribunal de Australia ha dado permiso a la historiadora Jenny Hocking para acceder a las cartas que la reina Isabel II envió a su representante en Australia durante la destitución en 1975 del primer ministro Gough Whitlam tras una profunda crisis política.
La apertura de las 211 misivas, conocidas como las ‘Cartas del Palacio’ e intercambiadas entre la reina Isabel II y el entonces gobernador general John Kerr, permitirá conocer cuánto sabía la monarca sobre la mayor crisis constitucional que vivió el país. Estos escritos debían estar a disposición del público desde hace 12 años, pero al estar marcados como correspondencia «personal y confidencial» no estaban sujetos a las regulaciones que rigen los documentos oficiales.
En su fallo, los magistrados han indicado que si bien la correspondencia «alguna vez fue confidencial ya no lo es porque una persona que envía una comunicación a un funcionario público, relativa a un asunto público, no puede hacer que su comunicación sea privada y confidencial simplemente etiquetándola como tal».
Las cartas, así como telegramas y otros recortes de periódicos que abarcan el período entre el 15 de agosto de 1974 y el 5 de diciembre de 1977, habían sido entregados al Archivo Nacional de Australia en 1978 cuando Kerr dejó el cargo.
Crisis política de Australia
La mayor crisis constitucional de Australia se dio el 11 de noviembre de 1975 cuando el representante de la reina Isabel II destituyó al primer ministro Whitlam bajo el argumento de que no renunció o convocó elecciones tras no obtener apoyo parlamentario para aprobar leyes presupuestarias.
Tras la remoción de Whitlam, único mandatario destituido en Australia, Kerr designó como primer ministro interino al entonces líder de la oposición, el liberal Malcom Fraser, quien después ganó en las elecciones de ese mismo año.
Según el periodista John Pilger, el día en el que Whitlam fue despedido presuntamente iba a informar al Parlamento sobre la presencia estadounidense en Australia. En el libro, Un país secreto, Pilger señala como la jornada de antes Whitlam visualizó como Theodore Shakley, jefe de la CIA en el Sudeste Asiático y participante en 1973 en el golpe del presidente chileno Salvador Allende, era un riesgo a la seguridad de su país.