Dos fondos españoles se suman al grupo inversor que ultima una oferta por Abengoa
La nueva propuesta está en su fase final a la espera de los resultados de la ‘due diligence’ y con el objetivo de integrar a los accionistas minoritarios
La oferta alternativa para hacerse con Abenewco 1, la filial de Abengoa que agrupa los activos más importantes de la empresa andaluza, entra en su última etapa y con un núcleo duro de empresas a las que se han sumado dos fondos de inversión españoles, según ha podido confirmar THE OBJECTIVE.
Fuentes conocedoras del proceso aseguran a este diario que la oferta –que competirá con la del fondo Terramar– se sustenta sobre una gran empresa industrial española de un rubro similar al de Abengoa (energía, ingeniería y construcción industrial), a la que se han sumado dos fondos de inversión españoles.
Una oferta 100% española que no tendrá el hándicap de tener que pasar por el Consejo de Ministros, como sí deberá hacerlo la oferta ya presentada del fondo estadounidense Terramar, en el caso de que sea finalmente la elegida por el Consejo de Administración de Abengoa.
La propuesta está articulada por el propio Clemente Fernández, líder de Abengoa Shares (los minoritarios de Abengoa) y que recientemente ha sido nombrado presidente de la compañía. Fernández ha señalado en varias ocasiones que no confía en la oferta de Terramar, pero sí le ha abierto la puerta para que se integre en el nuevo consorcio.
Una propuesta que además está dispuesta a aglutinar la participación de los accionistas minoritarios que reúnen más del 21% del capital de la compañía con sede en Andalucía.
Más capital que Terramar
Este grupo inversor está en la etapa final de la due diligence para revisar las cuentas de Abenewco 1 y el objetivo es presentar la oferta formalmente en las próximas semanas. La idea es poner sobre la mesa una propuesta que mejore las condiciones de Terramar.
En julio, Terramar actualizó su oferta vinculante para inyectar 200 millones de euros para el rescate de Abenewco 1. En ella se comprometió a adelantar una financiación de 60 millones de euros –35 millones de euros en primer lugar y 25 millones de euros en una segunda fase– si se logra el visto bueno de los acreedores financieros al acuerdo de reestructuración.
Además, dispondría de un avance de una línea de avales por un importe inicial de 60 millones de euros con la garantía de CESCE, en dos fases –40 millones de euros disponibles en el momento inicial y 20 millones adicionales en la segunda fase–.
Por su parte, la nueva oferta entraría en una ampliación para controlar más del 50% de Abenewco 1 y los actuales accionistas de Abengoa se repartirían el resto de la participación de manera proporcional. El volumen total del rescate sería inferior a los 200 millones de Terramar, pero lo haría con más capital y no con préstamos, como el fondo estadounidense.
La idea es que la SEPI también tenga representación cuando se concrete la ayuda de 249 millones de euros solicitada y se abre la posibilidad de que los acreedores también participen con los avales para que la compañía pueda seguir adelante con su negocio.
Expira el plazo
En cualquier caso, el tiempo apremia. Abenewco 1 debe cumplir con sus acreedores antes de fin de año y para ello necesita urgentemente esta reestructuración con el apoyo de la SEPI. Unas ayudas que se podrían concretar cuando se formalice la nueva oferta.
De hecho, la SEPI ya ha señalado en varias oportunidades que no confía en la propuesta de Terramar porque no aporta liquidez y prácticamente fía todo el plan de reestructuración a los 249 millones de rescate público. Es por ello por lo que ha pedido alternativas a esta oferta.
Otro movimiento que también ha ayudado a desbloquear el rescate ha sido la aprobación de las cuentas de 2019, validadas por la Junta de Accionistas de Abengoa esta misma semana. Las cuentas de 2020 también están en proceso de aprobación.
La operación que planean los dos rescates pasa por sanear Abenewco 1 y luego convertirla en la matriz del grupo Abengoa, con lo que podrían sacar del concurso de acreedores a la sociedad principal y comenzar a encauzar el camino de la sociedad.
Abengoa se encuentra en causa de disolución por arrojar un patrimonio neto negativo de 388 millones. La última actualización fija la deuda total de la compañía en 988,6 millones de euros al cierre de 2019, por encima de los 957,1 millones de 2018. En el caso del último año auditado la deuda corriente (que se debe pagar en dos años) es de 763,5 millones de euros y la no corriente (que vence más de allá de dos años) es de 315 millones.