El novio de Raquel Perera (ex de Alejandro Sanz) sufre un accidente de tráfico
El presentador mallorquín Miguel Such permanece ingresado y su estado es estable dentro de la gravedad.
Si ayer celebrábamos el amor entre Alejandro Sanz (52) y su novia, Rachel Valdés (31), hoy hacemos todo lo contrario con la exmujer del cantante. Raquel Perera (46), la exmujer del artista y madre de sus dos hijos pequeños, está muy preocupada por su novio, Miguel Such.
El presentador mallorquín ha sufrido un aparatoso accidente de tráfico el pasado sábado, a las 3:44 horas de la madrugada, en Palma de Mallorca. Desde entonces, se encuentra ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Son Espases.
Miguel Such, ingresado tras sufrir un accidente
Según ha informado el periódico mallorquín Última hora, el novio de Raquel Perera, de 44 años, se chocó contra un semáforo. Tras dar el parte, fue atendido por el SAMU O61 y posteriormente trasladado con urgencia en una ambulancia en el hospital en el que todavía permanece ingresado por sufrir un politrauma.
Actualmente, según el citado medio, el estado de Miguel Such es estable tras haber sido intervenido quirúrgicamente de una de sus piernas. El presentador deberá permanecer ingresado hasta que se recupere totalmente.
Raquel Perera confirmó su relación hace unos meses
Raquel Perera aún no se ha pronunciado sobre lo sucedido, algo normal, ya que suele ser muy discreta con su vida privada. Además, llevan poco saliendo. La ex de Alejandro Sanz y Miguel Such confirmaron su relación el pasado mes de mayo. A él se le ha relacionado anteriormente con Marta Sánchez.
Un divorcio complicado
Tanto Alejandro Sanz como Raquel Perera han dejado atrás sus ocho años de matrimonio. La expareja, que tiene dos hijos en común –Alma (6) y Dylan (9)– se separaron en 2019 y llegaron a un acuerdo de divorcio bastante favorecedor para ella. En concreto, Perera recibió un millón de euros en tres pagos y una pensión de 10.000 euros al mes.
A Raquel le costó mucho aceptar el divorcio y lo pasó francamente mal. En una entrevista con ¡Hola! reconoció que el proceso de divorcio «se torció en un momento» y que para ella «el tema judicial» había sido «innecesario»: «Para ser sincera, creo que nuestra historia de amor no se merecía un final con jueces».
Un arduo divorcio en el que ella «no reconocía» al padre de sus hijos y en el que reconoce que lo pasó «mal». «Intenté aceptar la situación lo antes posible porque el sufrimiento dura el tiempo que te demoras en aceptar su existencia». Al proceso se sumó que todo se hizo público desde el primer momento: «Suele tener un plus de incomodidad. Pero no sufres más. […] El dolor no tiene jerarquías».
