Eduardo Casanova dispara su última bala en su maltrecho presente profesional
El polémico cineasta tenía un as guardado bajo la manga que ha querido compartir con su público
Eduardo Casanova vuelve a la carga, pero no, no lo hace con otra película de autor. Después del enorme chasco sufrido con La Piedad, su apuesta más arriesgada y personal, el director de cine busca lamerse las heridas. Y qué mejor manera de hacerlo que buscando reivindicar otros trabajos que tienen su sello.
Ese ha sido el caso de algunos episodios de la serie Nacho, que triunfa en Atresplayer Premium y en la que se narran los inicios en la industria porno de Nacho Vidal. Ahora, hemos sabido por el propio cineasta que fue él mismo quien dirigió algunos de los capítulos. Así se lo ha hecho saber a su público mediante unas stories de Instagram en las que presume de haber estado detrás de las cámaras durante la ficción.
Este dato no había trascendido hasta la fecha, pero bien es cierto que en la ficha técnica de la serie de televisión aparece su nombre entre los directores. La nómina completa de personas encargadas de Nacho es la siguiente: Teresa Fernández-Valdés (Creador), Ramón Campos (Creador), David Pinillos, Beatriz Sanchís y el mencionado Eduardo Casanova.
¿De qué va la última serie de Eduardo Casanova?
Nacho lleva a la pequeña pantalla la vida de Nacho Vidal y cómo llegó a convertirse en el actor porno más famoso de nuestro país gracias a sus ya famosos 25 centímetros. Fue capaz de cambiar las reglas del juego en los años 90, cuando se erigió como una superestrella internacional. Ahí comienza su historia, cuando descubre que había nacido con un don que podía utilizar para valerse por sí mismo.
Eduardo Casanova ha dirigido en algunos capítulos a Martiño Rivas, quien interpreta a Vidal en la ficción que se puede ver en la plataforma de pago. El actor reflexionaba sobre este papel en una entrevista con Men’s Health en la que hablaba de cómo afrontó las escenas de sexo, que no son pocas, en este proyecto.
«A mí, por mi formación como actor, me resulta más fácil hacer un soliloquio de Segismundo de La vida es sueño de Calderón de la Barca que fingir un orgasmo, lo cual es tremendamente complicado porque no tengo parámetros para medir si estoy resultando suficientemente convincente. La exposición era algo que te genera inquietud y nerviosismo. Pero lo primero de sexo que grabamos ya fue en la sala Bagdad entonces cuando ya empiezas por ahí, grabando delante de 400 figurantes, empiezas en un nivel que ya todo lo demás sabe a nada».
Tiempo para reflexionar
Volviendo a la figura de Eduardo Casanova, el 2023 está siendo un año de contrastes. A la buena acogida que está teniendo Nacho hay que sumarle un fracaso mayúsculo como fue el estreno de La piedad. El exactor de Aída obtuvo un gran espaldarazo por parte de las arcas del Estado. Desde el Ministerio de Cultura se hizo todo lo posible para hacerla funcionar. En total, se destinaron 317.570,33 euros de ayuda.
No fue suficiente. Los datos resultaron demoledores: en su estreno en cines con 20 copias solo facturó 7.700 euros, lo que representa una media por copia de 385 euros.
Tan solo 2.400 personas fueron a los cines a verla en los primeros quince días de estreno, lo que se tradujo en un total de 15.589 euros de recaudación. Y no solo eso sino que ya en la segunda semana en cartelera cayó un 68% en asistencia a las salas. Quizás sea un buen momento para que Eduardo Casanova reflexione sobre su vida y obra.