Los dos vestidos de novia de Tamara Falcó, al detalle
Tamara Falcó se ha casado este sábado y para la ocasión ha lucido dos diseños de Carolina Herrera
Después de meses en los que se ha hablado de infidelidades, robos de joyas y otro tipo de contratiempos, Tamara Falcó e Íñigo Onieva se dieron por fin el «sí, quiero» este sábado en El Rincón.
Y aunque estos días han trascendido detalles de la boda, como el incidente que hubo con uno de los curas, hemos tenido que esperar hasta este lunes para ver los dos vestidos de la novia, ya que se había firmado una exclusiva con la revista ¡Hola!.
El primer vestido de novia de Tamara Falcó
Como ya sabíamos, ambos vestidos han sido diseñados por Wes Gordon para Carolina Herrera. Para el primero, la casa se enfocó «en un diseño que fuera moderno y atemporal al mismo tiempo. Su musa nupcial es Grace Kelly, así que intentamos crear algo que evocara ese aire y esa sensación de elegancia. La tela que seleccionamos es de una empresa textil española», dijo el creador de la casa Herrera a la mencionada revista.
En el traje nupcial de Tamara Falcó efectivamente se aprecian referencias al vestido de novia de la esposa de Rainiero de Mónaco.
Se trata de un vestido de manga larga, cola en cascada y confeccionado en crepé de seda blanco marfil, adornado con bordados y pedrería de cristal cosida a mano. Asimismo, destaca su hilera de botones, que recorre la parte delantera del diseño.
Para la confección del vestido de Tamara Falcó fue necesario el trabajo de dieciocho artesanos y se emplearon 400 horas
Los motivos del bordado representan «hojas de madroño y flores de nardo, detalles extraídos del escudo de la marquesa de Griñón», detalla la firma. Un bordado artesanal realizado con la «rara técnica del Zardozi que data del siglo XII, y que entrelaza hilos de seda, con hilos de metal (oro y plata) y cristal».
Para la confección del vestido de Tamara Falcó fue necesario el trabajo de dieciocho artesanos y se emplearon 400 horas.
El segundo vestido
La marquesa de Griñón se cambió de traje para la fiesta posterior a la ceremonia, y lució un vestido ligero, con estructura columna, en organza de seda color maquillaje y adornado con volantes en cascada que se puede ver en la página web de la revista o en su versión impresa.
Para su maquillaje, Tamara Falcó se puso en manos de Sisley París, firma de la que es embajadora, quienes elaboraron un look muy natural, elegante y atemporal.
En los ojos, se hizo un delineado difuminado para conseguir rasgos suavizados; y para las mejillas, se escogieron tonos rosados para evocar la frescura. Los labios, por su parte, se pintaron de modo natural.