El cambio de vida de Yolanda Díaz: viviendo en el Ministerio junto a su hija Carmela y su divorcio
La todavía ministra de Trabajo ha dejado el liderazgo de Sumar tras sus bajos resultados en las elecciones europeas
Yolanda Díaz ha dejado sus cargos orgánicos dentro de Sumar. La que hasta el día de hoy era la líder de este nuevo partido, que nació de una escisión entre los partidos de izquierda de nuestro país, ha decidido retirarse de sus puestos de liderazgo después del batacazo que han vivido en la elecciones europeas. De esta manera, la gallega ha dado un paso al frente que muchas personas le reclamaban, sobre todo después de que no se subiera, anoche, al escenario a acompañar a la cabeza de lista de su partido, Estrella Galán. De esta manera, Díaz que sí ha renunciado a sus puestos dentro de la coalición ha decidido mantenerse como ministra de Trabajo, que ostenta desde hace poco más de cuatro años.
Lo cierto es que desde que diera un paso al frente dentro de la política, colocándose en la primera plana de la política nacional, la vida de Yolanda Díaz ha cambiado mucho. El primero de ellos ha venido con su mudanza a Madrid, dejando atrás la tierra en la que ha crecido y vivido durante tantísimos años. También, esto supuso el cambio de residencia de su hija y del que era su marido, quien no se llegó a acostumbrar a la vida tan agitada de la capital. Es por eso que hace unos meses se conoció que ambos se habían divorciado, aunque la separación se produjo hace un tiempo.
Su hija Carmela
Yolanda nació en el seno de una familia marcada por la política. Su padre, Suso Díaz, fue secretario de Comisiones Obreras en Galicia y, también, militaba en el Partido Comunista. Es por eso que su hija, Yolanda, decidió seguir sus pasos estudiando Derecho, abriendo su propio despacho en Ferrol. Luego, en 2007, se convirtió en teniente de alcalde en la misma localidad gallega. Perteneció al Partido Comunista, formó parte de Esquerda Unida y de Unidas Podemos hasta que en 2023 decidió crear su propio partido político, Sumar, que gozó de una muy buena acogida durante las elecciones generales de ese mismo año. Un éxito que, con el paso del tiempo, se ha ido desdibujando, sobre todo teniendo en cuenta las luchas internas de cada uno de los partidos de la izquierda y sus enfrentamientos públicos.
Respecto a su vida, aquella de la que le produce más recelo hablar, Yolanda estuvo compartiéndola junto a su marido, Andrés, durante casi veinte años. Ambos se casaron en el año 2004 en Ferrol, donde comenzaron una etapa juntos que, más adelante, trasladaron hasta la ciudad de Madrid, lo que supuso el principio del fin de su relación. Juntos tuvieron a su única hija, una niña a la que llamaron Carmela, en homenaje a la madre fallecida de la política, y cuyo cumpleaños es el 8 de marzo, es por eso que Yolanda no suele acudir a las manifestaciones por el Día de la Mujer, ya que prioriza la jornada tan especial de su pequeña. Sobre sus aficiones sabemos que a la pequeña le encanta la danza y que hace poco tiempo, al igual que sus progenitores, cambió de lugar de residencia, de colegio y de amigos.
La vida actual de Yolanda Díaz y su piso en el Ministerio
Al igual que otros tantos ministros, Yolanda hace uso de la casa que le pone el Ministerio para su libre disfrute. Esta se trata de la más grande dentro de todas las que hay ofertadas y cuenta con 443 metros cuadrados, tal y como especifican en Newtral. Esta se encuentra del propio Ministerio, ubicado en el Paseo de la Castellana. Sí que es cierto que desde el Gobierno no suelen dar la dirección exacta de la vivienda para cuidar la privacidad y la integridad de sus ministros. Yolanda sí que posee una casa en propiedad en A Coruña, que compró junto a su marido al 50%, tal y como especificó en el registro de bienes, algo que no se sabe si ha cambiado tras el divorcio en el que, inevitablemente, tuvieron que dividirse sus propiedades.
Son pocos los datos que conocemos sobre las razones que les llevó a la pareja a tomar la decisión de coger caminos por separado. Muy probablemente se debiera al vertiginoso ritmo que ha llevado Yolanda en los últimos años, en los que no solamente ha sido ministra sino que, también, se ha preparado para unas elecciones generales. Además, la vida en Madrid no es apta para todo el mundo, sobre todo teniendo en cuenta que hay que dejar atrás una de las mejores joyas que tenemos en nuestro país; Galicia. Por no hablar de que adaptarse a la capital no fue tampoco fácil para Andrés, a quien le costó encontrar trabajo, como ya contamos en THE OBJECTIVE. Todo esto causó mella entre la expareja quien no pudo superar la crisis y decidió, en un primer momento, separarse, algo que no trascendió a los medios de comunicación.
Es por eso que la prensa solamente se enteró cuando su divorcio ya estaba más que tomado y consolidado. Ahora, Yolanda comienza una nueva etapa centrada en todo lo que tiene que ver con su cartera de ministra. Unas labores que han sido especialmente criticadas en los últimos tiempos pero que ella misma ha defendido siempre con una sonrisa.