Susanna Griso, muy orgullosa del mena que acogió y de su nuevo chalet de 3.500 metros
La presentadora de Antena 3 ha confesado sentirse muy a gusto en el momento personal que está atravesando
A Susanna Griso no le puede ir mejor. A su éxito como reina de las mañanas con su programa, Espejo Público, se suma el dulce momento personal que está atravesando. Respecto a lo último, nos referimos a su nueva casa a las afueras de Madrid, donde reside junto a sus tres hijos —Jan, de 20 años (quien estudia en Francia pero acude asiduamente a la casa familiar), Mireia, de 18, y Dorcette, de 11—, y donde va a verlos, a menudo, su pareja, Íñigo Afán de Ribera. Antes, residía con ellos Koudus, un mena que la periodista acogió en 2019, un año después de adoptar a su hija pequeña.
Como ya te contamos en THE OBJECTIVE, el chalet de la presentadora se encuentra en una urbanización con seguridad las 24 horas del día, y cuenta con 3.500 metros cuadrados, de los cuales 441 metros son de la vivienda, que tiene dos plantas; el resto es un impresionante jardín.
En cuanto a las habitaciones, la casa de Susanna Griso tiene seis dormitorios y cuatro cuartos de baño, además de salón, cocina, biblioteca y un sinfín más de áreas. Ahora que ya está instalada, la comunicadora ha hablado de ello con la revista ¡Hola!, además de otros temas personales. Te contamos lo más destacado a continuación.
Susanna Griso, encantada con su nueva casa
La presentadora de Antena 3 ha revelado que lo que más le llama la atención a sus amigos, cuando van a su casa, es la ausencia de pantallas de televisión, porque apenas hay: «Pero sí tengo una sala con una pantalla grande, una especie de cine. Ahora, aparte de mucha luz, busco espacio verde. Me enrollo mucho con las plantas. Es como mi meditación. Tengo algo de huerto y jardinería. Soy muy aficionada al paisajismo».
En cuanto a la decoración de su hogar, Susanna Griso ha confesado que conviven a la perfección los muebles heredados de sus padres con otros más modernos, lo que le hace «tener una casa muy vivida».
En la actualidad, solo viven con ella los dos hijos pequeños. El mayor, como decíamos, está estudiando en París, concretamente Filosofía, pero acude a su casa con regularidad.
Muy orgullosa de Koudus, el mena que acogió
Susanna Griso y Koudus, el mena que la periodista acogió en 2019, ya no viven bajo el mismo techo. «Ahora está independizado. Vive en Barcelona, compartiendo piso con amigos. Pero ahora nos vemos en todas las fiestas familiares, algún fin de semana y vacaciones», ha revelado ella.
La relación entre ambos es maravillosa, hasta el punto de que ella le llama «mi hijo» porque él la llama «mamá». Evidentemente, acoger a Koudus, de 20 años de edad, es una de las cosas de las que más orgullosa está: «A veces, lamentablemente, los chavales extutelados son noticia, porque, de repente, surge cierta conflictividad en un barrio o un pueblo. Pero, cuando los acompañas, les das estudios o una preparación para trabajar, es impresionante cómo progresan. En el caso de Koudus ha sido impresionante el partido que ha sacado a los estudios y cómo está trabajando ahora».
El chico trabaja como jefe de almacén: «Envía dinero a casa y tiene a su hermana estudiando peluquería. Además, ha adoptado un niño también en Ghana. Lo hace porque, a pesar de que siempre dice que su travesía fue muy dura, ha tenido mucha suerte y quiere devolverlo».
No vive con su pareja, Íñigo Afán de Rivera
En el terreno personal, a Susanna Griso tampoco le puede ir mejor. Su pareja es Íñigo Afán de Ribera, a quien conoció gracias a unos amigos en común. El hombre viene de una familia de empresarios andaluces y, al igual que la presentadora, también está divorciado y es padre de cinco hijos.
La felicidad de la presentadora es en parte gracias a él: «Creo que estoy en la etapa más dulce de la vida. Cuando has cumplido tu proyecto vital, tenido tus hijos y los ves crecidos, la relación de pareja es una relación sin ataduras», ha confesado, matizando que viven cerca pero no juntos. Entre sus planes de futuro, no obstante, no está casarse de nuevo: «Eso ya lo he cumplido. No me veo, la verdad».
El tiempo dirá si ambos acaban compartiendo techo.