THE OBJECTIVE
Gente

Tamara Falcó e Íñigo Onieva, un año de su boda: una vida hermética, su deseo y una polémica

La pareja se casó hace justamente 365 días en un romántico enlace en el palacio de El Rincón frente a cientos de invitados

Tamara Falcó e Íñigo Onieva, un año de su boda: una vida hermética, su deseo y una polémica

Tamara Falcó e Íñigo, en su preboda. | Gtres

Hace justo 365 días, Tamara Falcó e Íñigo Onieva se daban el ‘sí, quiero’ en uno de los lugares más especiales para la marquesa de Griñón; el palacio de El Rincón, que perteneció a su padre. Lo hizo en un momento complicado de su relación con Íñigo Onieva, quien, unos meses antes, había protagonizado una sonada infidelidad, por la que la hija de Isabel Preysler juró y perjuró que no iba a volver con él. Algo que, finalmente, no pasó. Así, ambos se casaron en una romántica y tradicional boda en la que estuvieron presentes innumerables rostros de la televisión y del mundo de la jet set. Fueron pocos los datos que transcendieron de un enlace, totalmente blindado, que, a los pocos días, se vendió en la portada de su revista de cabecera.

En todo este tiempo, han sido pocas las ocasiones en las que Tamara ha aparecido hablando de su vida privada. Una actitud muy diferente a la que ha tenido en los últimos años, en los que sí ha concedido exclusivas sobre cómo iba su parcela más íntima y sentimental. Ahora, tanto Íñigo como Tamara evitan dar declaraciones a la prensa, están centrados en sus carreras profesionales, no cuentan los aspectos más personales y aparentan cierta tranquilidad con la que parece ser que llevan su vida en pareja.

La boda de Tamara Falcó e Íñigo

¿Hay crisis entre Tamara e Íñigo?
Tamara e Íñigo se casaron en una impresionante boda. Gtres

Su enlace se concibió como una de las bodas más importantes del año. Y lo cierto es que no fue para menos. No solamente por las polémicas a las que habían hecho frente en los últimos tiempos sino porque la hija de Isabel Preysler, aquella que parecía que nunca iba a encontrar el amor verdadero o a la persona con la que pudiera dar ese paso, por fin, había decidido dar el paso. El camino no fue fácil; la infidelidad de Íñigo Onieva se vivió de forma pública, en la que multitud de medios de comunicación hablaron, con pelos y señales, de cómo se había producido esta. También, el propio empresario negó la mayor frente a las cámaras de televisión, una versión que se desmoronó cuando Tamara le pidió explicaciones.

Fue ella quien, en un primer momento, dio la cara, afirmando que ni en un minuto en el «metaverso» volvería con el que había sido su pareja en los últimos meses. Luego, tras darle una segunda oportunidad, fue el propio Íñigo quien salió a explicarse frente a la prensa. Sí que es cierto que Tamara siempre ha estado acostumbrada a enfrentarse a las preguntas de la prensa, algo que sí que le ha costado más al que ahora es su marido. De una familia acomodada, Íñigo solamente vivió la fama por su hermana, Alejandra, quien es actriz y ha tenido algunos papeles secundarios en distintas producciones. Aún así, desde luego que no estaban preparados para tener a los medios de comunicación haciendo guardia en la lujosa casa de la familia en la exclusiva urbanización de La Moraleja.

Polémicas, discreción y un sueño por cumplir

La familia tradicional de Tamara también apoyó la decisión de la marquesa de seguir adelante con su relación. Y es por eso que ahora es muy normal que Isabel Preysler acuda a las nuevas aventuras profesionales de Onieva. La última; Casa Salesas, su restaurante en uno de los barrios más señoriales de Madrid, el de Justicia, y que no ha parado de recibir críticas en los últimos días. El lugar, del que también son socios otros rostros conocidos como Iván Espinosa de los Monteros, cumple con todos los requisitos de los últimos establecimientos que se han abierto en la capital; carta moderna, en la que se intercalan productos mediterráneos y modernos, ambiente lúgubre y un precio medio que va más a allá de los 30 euros. Muchas han sido las comentarios negativos que ha recibido el restaurante, no solamente los que aparecen en Google, sino, también, por los propios habitantes del barrio que no ven con buenos ojos su apertura.

Íñigo Onieva, junto a Isabel y Tamara en la apertura de su nuevo local. Gtres

Aún así, tanto Íñigo como sus socios han seguido para adelante con su apertura y quieren convertir su local en el más de moda de todo Madrid. Por su parte, Tamara no ha querido seguir a su pareja en esta nueva aventura profesional y ha sumado un nuevo proyecto; Got Talent. La marquesa de Griñón es la nueva miembro del jurado después del abandono de Edurne y ha querido embarcarse en esta nueva experiencia después de su buena acogida como colaboradora en El Hormiguero. De esta manera, la marquesa pretende compaginar sus apariciones en ambos formatos, centrándose, además, en los eventos de publicidad a los que acude como imagen de diversas marcas.

Mucho se ha hablado sobre el sueño por cumplir que les queda a la pareja. Uno de ellos, después de hacerse con la casa de sus sueños, pasa por ampliar la familia. Tamara nunca ha escondido que su deseo es tener hijos, así como lo hizo su madre, quien tuvo familia numerosa. Es por eso que la marquesa quiso seguir los pasos de su progenitora, algo que, por ahora, no ha podido cumplir. No se sabe si es porque está centrada en su vida profesional o que, a lo mejor, esos esfuerzos están siendo en vano. Sí que es cierto que la marquesa es una persona muy tradicional, por lo que siempre ha optado por dejarse llevar y por seguir unas creencias muy cercanas a la fe.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D