Emma Navarro, la tenista que triunfa en Wimbledon y es más rica que Nadal y Federer
La deportista se ha convertido en una de las revelaciones del torneo y participará en los Juegos Olímpicos de París
Emma Navarro, en una foto de sus redes sociales.
El torneo de Wimbledon es uno de los lugares por los que se pasea la jet set británica. El campeonato de tenis se ha convertido en el sitio ideal para dejarse ver pero, también, para disfrutar de partidos de altísimo nivel. Es por eso que el sueño de la mayoría de deportistas que se baten al máximo nivel tiene el sueño de pisar, en algún momento, la tierra del torneo de tenis. Algo que le ha sucedido a uno de los rostros más novedoso de Wimbledon; Emma Navarro. La joven, hasta hace unos días, era una total desconocida para aquellas personas que no fueran muy aficionadas al tenis pero lo cierto es que su familia es una de las más importantes del mundo.
Emma lleva una vida muy acomodada. Antes de dedicarse profesionalmente al tenis no le faltaba de nada. Su padre es Ben Navarro, el dueño del banco americano Credit One, uno de los más importantes del país, también con mucha repercusión a nivel mundial. Es por eso que la idea de Emma de lanzarse a este deporte y, sobre todo, de competir en Wimbledon y de llegar hasta los Juegos Olímpicos de París es una decisión que ha tomado por el amor al tenis, dejando de lado cualquier tipo de necesidad económica.
Quién es Emma Navarro, la tenista que despunta en Wimbledon
A sus 23 años puede presumir de tener una de las mejores carreras en el mundo del tenis que -casi- siempre ha estado protagonizada por hombres. Aún así, Emma es una de las mujeres más influyentes del mundo, con más dinero en su cuenta bancaria que algunos de los deportistas más conocidos como Rafa Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic. Además, su fortuna también le viene de su abuelo, Frank Navarro, que fue uno de los entrenadores más importantes de América. Aún así, es su padre quien puede hablar de muchas cifras en su haber, como antiguo vicepresidente del grupo Citigroup y por su carrera como inversor inmobiliario.
La familia Navarro tiene una buena cantidad de casas repartidas por Charleston, una ciudad de Carolina del Sur, en la que creció Emma. Su patrimonio, así, asciende a casi medio millón de dólares -lo que se traduce en unos 460.000 euros-. Aunque eso sí, lo más impactante de todo es que la herencia de la tenista se estima en uno 3.800 millones de dólares, una cifra que la convierten en multimillonaria. «Es probablemente el hombre más inteligente que conozco y nos ha transmitido muchos conocimientos y sabiduría a mis hermanos y a mí a lo largo de los años», ha contado Emma sobre su progenitor, tal y como recoge Mujer Hoy.
Su fortuna calculada en 3.800 millones de dólares
De esta manera, la unión entre padre e hija va más allá del dinero y, también, influye en el terreno más personal. Ambos gozan de una buenísima relación y Ben ha sido fundamental para la carrera de Emma en el mundo del tenis. La joven comenzó a jugar cuando era muy pequeña, con tan solo nueve años. Luego, se fue a la universidad e intentó compaginar el deporte con sus obligaciones como estudiante. En esa etapa ganó la competición individual de la NCAA representando a la Universidad de Virginia. Fue este torneo el que marcó un antes y un después en su vida y por lo que se planteó dejarlo todo para dedicarse, de forma profesional, al mundo del deporte.
Cabe destacar que, también, el apoyo económico de su padre ha sido fundamental. Fue el empresario quien compró el club de tenis en el que jugaba y el que le proporcionó las mejores herramientas con las que se está labrando un gran futuro y un exitoso presente. También, el hombre es dueño de varias competiciones nacionales e internacionales. En todo este tiempo, Emma ha conseguido hacerse con la tercera ronda del Open de Australia y la cuarta del Roland Garros. Además, en enero de este año ganó su primer torneo individual en el WTA. Y su presencia en la pista de Wimbledon no es de la única de la que disfrutaremos este verano. La tenista también estará con el equipo nacional de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de París.
Además, su posición económica se está viendo favorecida gracias a los distintos patrocinadores que ha conseguido en los últimos meses. Es Fila la marca que patrocina la ropa que lleva pero, también, lo es el banco que dirige su padre, Credit One, algo que repercute positivamente en los beneficios de su familia. Porque, al final, todo queda en casa.
