Teresa Ribera, más allá de la política: una hija médico y la conexión de su marido con Messi
La que fuera ministra de Sánchez comienza una etapa como vicepresidenta de Transición Verde y Competencia de la CE
Teresa Ribera, en una imagen de archivo. | Gtres
Teresa Ribera estrena puesto de trabajo. La que fuera vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del gobierno de Pedro Sánchez ha sido nombrada por Ursula von der Leyen vicepresidenta de Transición Verde y Competencia de la Comisión Europea. De esta manera, Ribera comenzará un ambicioso proyecto en Europa que estará muy ligada a una de sus grandes pasiones; el medioambiente. Para este nuevo proyecto, así como para todos los que ha asumido anteriormente, ha contado con el apoyo de su marido, Mariano Bacigalupo, y sus tres hijas.
Siempre hermética, al igual que sucede con el lado más personal de los ministros del Partido Socialista, Teresa ha intentado mantener todo lo que tiene que ver con su vida privada en un segundo plano. Algo que no ha sido especialmente fácil, teniendo en cuenta que su marido, abogado de profesión y nacido en Argentina, es consejero de la Comisión Nacional del Mercado de Valores e hijo de Enrique Bacigalupo, exabogado de Leo Messi en sus conflictos con la Agencia Tributaria. Esto ha hecho que su nombre esté presente en los distintos medios de comunicación aunque no por su relación con Ribera sino por su trabajo como letrado y experto en distintos campos.
La vida personal y profesional de Teresa Ribera
Ribera nació en mayo de 1969 en Madrid. Estudió en la Universidad Complutense y se graduó en Derecho, diplomándose en Derecho Constitucional y Ciencias Políticas. Además, a mediados de los años 90, obtuvo su plaza en el Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. En el año 2005, cuando ya era conocedora de su pasión por el medioambiente, fue nombrada directora de la Oficina Española del Cambio Climático. Más adelante fue nombrada secretaria de Estado de Cambio Climático hasta el año 2011. Tras esto, en una nueva etapa en su vida, se trasladó hasta París para dirigir el Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales.
Fue en el verano de 2018 cuando regresó a la política activa después de que Pedro Sánchez la nombrara ministra de Transición Ecológica. Dos años más tarde se consagró como vicepresidenta cuarta del Gobierno y, luego, vicepresidenta tercera. Además, fue la candidata del PSOE en las elecciones al Parlamento Europeo de 2024. En todo este tiempo, y a pesar de la complicada agenda profesional, Teresa ha estado muy pendiente de su familia, especialmente de sus hijas. Lo cierto es que su pasión por la política y, también, por el campo de las Ciencias le viene por parte de sus padres. Su progenitora, Teresa Rodríguez, es experta en el krausismo y la Institución Libre de Enseñanza, y su padre, José Manuel Ribera, forma parte de la Real Academia de la Medicina y fue uno de los impulsores de la geriatría del mundo moderno en nuestro país.
Tres hijas y un marido abogado
Además de estar junto a sus hijas en el tiempo libre, a Teresa también le gusta mucho hacer pequeñas escapadas a Menorca y caminar por la sierra, concretamente por los bosques de Cercedilla. Es por eso que el deporte forma parte de su día a día e intenta que, aunque no pueda ir a la montaña, hacer cardio como parte de su rutina. También, le gusta mucho cocinar y leer, especialmente a Almudena Grandes, como confirman en Divinity. Además, no solamente le gusta practicar deporte sino que, también, es gran aficionada al Atlético de Madrid y es por eso que no se pierde ninguno de sus partidos. La música también forma parte de su vida, especialmente el grupo español Los Secretos.
Lo cierto es que la familia Ribera-Bacigalupo siempre ha estado muy involucrada en su trabajo. El padre de Mariano, Enrique, fue el abogado de Leo Messi en todas sus contiendas relacionadas con Hacienda cuando fue acusado de fraude fiscal. Por su parte, sus hijas han seguido el camino de sus antecesoras. Es por eso que una de ellas ha estudiado Medicina, mientras que otra se ha formado en Estados Unidos. Es por eso que tanto para Teresa como para su marido, Mariano, es esencial la formación profesional de sus hijas, por lo que no han dudado en invertir en su educación.
