La casa de Rocío Carrasco en Madrid: vecina de Penélope Cruz y de más de 2.000 metros
La hija de Rocío Jurado se compró una impresionante vivienda a las afueras de Madrid junto a su marido, Fidel Albiac
Desde que muriera su madre y, sobre todo, desde que rompiera con la que era su pareja, Antonio David Flores, Rocío Carrasco se ha mostrado siempre muy discreta. Su vida ha transcurrido en su casa de Madrid, en la urbanización de Valdelagua, que se ha convertido en un búnker donde se ha refugiado junto a su actual marido, Fidel Albiac. Allí ha de momentos y horas junto a sus amigos y vecinos como Terelu Campos o Jorge Javier Vázquez. Fue hace más de cuatro años cuando la hija de Rocío Jurado decidió salir de su refugio para hablar de lo que había vivido todo ese tiempo, narró momentos de violencia y explicó una de sus preguntas más cuestionadas; por qué no tenía relación con sus hijos.
A su lado, también en estos momentos complicados, ha estado Fidel, con quien comenzó una vida en común hace más de veinte años. En todo este tiempo, han sido contadas las exclusivas que ambos han dado sobre su faceta personal, alejándose de los medios de comunicación. Esto, además, les ha permitido gozar de una rutina más tranquila, en la que solamente sale de su casa para reunirse con sus amigos y familia, así como para llevar a cabo cualquier recado o cita.
Rocío Carrasco tiene una impresionante casa en la urbanización de Valdelagua
Su casa tiene una situación privilegiada, en la misma urbanización que la de Penélope Cruz, por lo que se trata de un lugar en el que se puede pasar totalmente desapercibido. Además, cuenta con fuertes medidas de seguridad, para no ser vistos por otras personas y, sobre todo, por los medios de comunicación y miradas indiscretas. Ha sido a través del documental que se emitió en Telecinco en el que pudimos conocer un poco más cómo había distribuido su interior. La casa, que tiene más de 2.000 metros cuadrados, cuenta con varios detalles en honor a su madre. Además, también cuenta con una zona de gimnasio y piscina, perfecta para cualquier tipo de momento en el que no deseas salir de la zona.
La urbanización, Valdelagua, situada a pocos kilómetros de Madrid, cuenta con poco más de 200 vecinos, entre los que se encuentran Luis Tosar y Kiko Hernández. Además, solamente pueden acceder a ella aquellas personas que hayan sido previamente invitados. Si hablamos de la decoración, lo cierto es que la casa de Rocío tiene un tono clásico, con grandes jarrones y muebles robustos de madera. Lo más probable es que la mayoría de estos objetos hayan sido rescatados de la residencia de su madre, quien también tiene un lugar muy especial en las distintas estancias con una serie de marcos junto a su hija. El salón de su casa está presidido por un sofá en color claro que combina con distintos toques más coloridos como los que le proporcionan la alfombra y los cojines.
2.000 metros cuadrados y con seguridad total
Sí que es cierto que otras zonas de la vivienda cuenta con un estilo más moderno donde siguen destacando los colores claros, la presencia de una chimenea y estampados más originales. Además, para el suelo eligieron el mármol blanco, lo que proporcionan luminosidad a las distintas estancias. El precio de las casas en la urbanización oscilan entre los 600.000 euros hasta los 1,5 millones y, en las zonas comunes, poseen cámaras con grabación 24 horas, control de acceso y una zona infantil para que los más pequeños se divierten y jueguen.
Otra de las peculiaridades de la urbanización, que la diferencian de otras y que comparte con La Finca, es que su suelo no es del Ayuntamiento de Madrid sino de sus propios vecinos. Es por eso que son ellos quienes se hacen cargo de los gastos derivados de la limpieza y el mantenimiento. En el interior de la urbanización tienen, también, un restaurante y un club privado. A pesar de lo complicado que es el acceso a la urbanización, Rocío disfruta de infinidad de planes con sus amigos, tanto en la piscina como compartiendo barbacoa, como muchos de ellos han compartido en las redes sociales. Por ahora, en su faceta más profesional y fuera de su hogar, la hija de Rocío Carrasco está centrada en la gestión del polémico museo dedicado a su madre y los espectáculos teatrales en su honor.
Es por eso que sus salidas son muy contadas y solamente lo hace para mostrarle su apoyo a sus amigos como el diseñador Palomo Spain o hacer comidas con Terelu Campos y Carmen Borrego. Lo cierto es que en la guerra que se ha dado entre la colaboradora de Telecinco y su hijo, José María Almoguera, Rocío siempre ha querido apoyar a su amiga, por lo que ha estado a su lado en estos momentos tan complicados.