El palacete de Marta Ortega en Galicia de tres millones de euros con capilla y una gran historia
La casa fue adquirida por la hija de Amancio Ortega hace poco más de dos años junto a su actual marido, Carlos Torretta
Marta Ortega es una de las mujeres más poderosas de nuestro país. La hija del dueño de Inditex ha querido seguir los padres de su padre, quien, hace muchos años, comenzó una fructuosa carrera empresarial que le llevó a convertirse en el hombre con más dinero de nuestro país. Ahora, Marta, la única hija que ha tenido Amancio con Flora Pérez, está inmersa dentro del grupo textil, lo que ha repercutido muy positivamente en su bolsillo. Aunque siempre discreta, al igual que como todos los miembros de su familia, Marta se ha hecho con distintos inmuebles que han aumentado la calidad y la cantidad de su patrimonio.
Probablemente una de las propiedades más especiales de Marta Ortega y su familia es el pazo -palacio en gallego- de Aián. Este se encuentra a pocos kilómetros de la ciudad de A Coruña, muy cercana a la casa de la familia Ortega-Pérez en la zona de La Marina. Es allí donde también Marta reside junto a su marido y sus tres hijos, ya que desarrolla su trabajo en la localidad gallega de Arteixo. Pero esta no es la única casa que tiene Marta Ortega en la Península. Hace unos años, la empresaria adquirió un maravilloso piso en el centro de Madrid, muy cercano a la calle de Serrano, por unos cuatro millones de euros.
Así es el palacete de Marta Ortega en Galicia
Aún así, Marta siempre prefiere pasar tiempo en su Galicia natal, tierra a la que ha estado muy unida desde pequeña. Es por eso que no cambia por nada sus casas en el norte del país ante su espectacular vivienda en la capital. Además, en el pazo ha encontrado cierta tranquilidad, aquella que no siempre hay presente en Coruña. El impresionante palacete está situado en la localidad de Sigrás, situado en el municipio de Cambre, y está flanqueado por unos altos muros que hacen que no se pueda ver nada desde el exterior y proteja su intimidad y seguridad. La casa cuenta con tres edificios distintos en más de mil metros cuadrados, lo que la convierten en una de las más espectaculares de la zona.
La zona principal es la Casa del jardín que, como desarrollan desde El Debate, tiene unos 300 metros cuadrados, distribuidos en dos plantas. Esta cuenta con diez habitaciones y varios cuartos de baño. Luego, hay otra edificación de 200 metros cuadrados que, en un primer momento, estaba destinada para los caseros. Además, dispone de una capilla de corte neorrománica. Sin duda alguna, una de las zonas más especiales es la del jardín, donde tiene plantados distintos árboles frutales y un huerto, al igual que un estanque y un lugar para salvaguardar los coches. Además, el lugar tiene una sorprendente y larga historia. Como confirman en el mencionado medio hay diferentes versiones sobre el momento en el que se construyó el palacete.
Varios edificios, un estanque, capilla y una larga historia
Desde un lado se apunta a que fue levantado en el siglo XVI, mientras que otros apuntan al siglo XX, momento en el que fue propiedad de Amalia Torres Sanjurjo. Fue allí, en la propia capilla, donde contrajo matrimonio con Pedro Barrié de la Maza, el primer conde de Fenosa y con quien no tuvo hijos. Es por eso que, tras su muerte, el pazo pasó a manos de su sobrina que a su vez se lo dejó, en herencia, a su primogénita. Fue ella quien decidió ponerlo a la venta y fue Marta quien encontró ahí el lugar de paz que tanto tiempo llevaba buscando. Hay otras fuentes que apuntan a que el palacete estuvo en manos del general Juan Castañón de Mera y de Herminia Borrell Feijoo, quien fue presidenta de Honor del Deportivo de La Coruña.
Cuando se puso a la venta, la propiedad se anunció por unos cinco millones de euros. Aunque eso sí, luego se redujo hasta tres millones, cantidad por la que la habría adquirido la heredera de Inditex. Fue en septiembre de 2023 cuando Marta y su marido, Carlos Torretta, comenzaron unas obras, en las que dejaron intacta toda la fachada principal y la estética del palacio, pero adaptándolo a sus necesidades. Se trata del lugar de vacaciones de la familia, por lo que solamente tuvieron que hacer pequeños cambios. Es ahí donde pasan tiempo al aire libre con sus hijos, Amancio, Matilda y Manuel. Al igual que ella, su marido, el hijo del diseñador Roberto Torretta, es un apasionado de la tierra que vio nacer a Marta.
Aunque eso sí, la casa conlleva un gran trabajo. Esta fue una de las razones por las que su anterior propietaria decidió ponerla en venta. «La anterior propietaria les comunicó que había vendido una propiedad que tiene un alto coste de mantenimiento», confesaron en La voz de Galicia. Durante muchos años, el pazo estuvo vacío porque no encontraban a la persona que quisiera quedarse a vivir allí y, sobre todo, hacerse con la propiedad.