La sorprendente práctica a la que se ha aficionado el rey Juan Carlos en estos años
El Emérito está pasando unos días en la localidad de Sangenjo, donde se queda en casa de su amigo, Pedro Campos
El rey Juan Carlos lleva una vida muy tranquila en Abu Dabi. El Emérito divide su día a día entre estar con sus amigos y disfrutar de todas aquellas bondades que le puede proporcionar la ciudad árabe. También, durante varias jornadas del mes hace distintos viajes por el mundo, concentrando sus trayectos entre Madrid y Galicia. Es en la localidad gallega de Sangenjo donde ha encontrado cierta tranquilidad y privacidad, hospedándose en la casa de su amigo Pedro Campos, quien, además, hace las veces de anfitrión y con quien comparte infinidad de momentos junto a otros compañeros de vela.
Ahora, y tal y como confirma la periodista Pilar Eyre en la revista Lecturas, el Emérito ha encontrado otras pasiones en las que invertir su tiempo. Una en la que se ha interesado mucho en los últimos tiempos y tiene que ver con la mujer de su amigo, Pedro Campos. Su mujer es «una brasileña impresionantemente guapa. Rubia, 30 años más joven que su marido… Y es especialista en sanación», explica Eyre. «Su finalidad es que uno se sane a sí mismo. Con Reiki, cartas astrales… Es una persona muy espiritual», afirma la periodista. Un mundo en el que parece ser que el rey Juan Carlos se ha animado a probar.
La nueva afición del rey Juan Carlos
Lo cierto es que esta no es la primera vez que este tipo de creencias y de manera de ver la vida invaden a miembros de la Familia Real. Hay que recordar que Irene de Grecia, la hermana de la reina Sofía, ha pasado muchos días de su vida en la India. En ellos, practicaba la meditación, además de una dieta basada en el veganismo. Fue gracias a sus trajes largos y holgados por los que se ganó el mote de La tía Pecu -de peculiar-. Algo que parece ser que comenzó a interesar a la propia reina Sofía. Una afición que no compartió, en absoluto, con su marido, quien no entendía el tipo de lectura que le interesaba.
«El trato con esta señora, que es bastante seria en lo suyo, ha hecho que cada vez se haya aficionado más a sus predicciones y a que por las tardes se dedique a consultar las cartas, a consultarle a ella… Me cuentan que se ha aficionado bastante a este tipo de prácticas», asegura Eyre. También, en su testimonio, la periodista confirma que no es algo que solamente le interese al rey Juan Carlos sino que, también, a sus hijas, quienes preguntan a la mujer de Pedro Campos cada vez que viajan a Galicia. Lo cierto es que, estos últimos meses, están siendo especialmente complicados para el monarca.
Su viaje a Sangenjo y la visita de la princesa y los Reyes
El Emérito pasa estos días en Sangenjo, momento en el que ha aprovechado para visitar a su nieta, la princesa Leonor, en la Escuela Naval de Marín. Los dos se reunieron con los Reyes quienes también viajaron hasta la academia. Además, en estos últimos días, se ha incorporado la infanta Cristina, quien no ha tenido problema en trasladarse hasta el norte de España después de pasar el fin de semana en Atenas por la boda de Theodora de Grecia. Este último viaje quería, la infanta, que hubiera pasado desapercibido. Aún así, no han transcendido las imágenes de este momento, que ha quedado en privado para la familia.
Las instantáneas que sí se han hecho públicas han sido las del Emérito, en actitud más que cariñosa, con Bárbara Rey. Las imágenes fueron captadas en los años 90 y confirman uno de los secretos a voces más comentados, tanto en las revistas del corazón como en la televisión. Aún así, en todo este tiempo, no habíamos tenido ninguna instantánea que confirmara la relación. Ahora, parece ser que la publicación de las mismas no ha afectado en nada a su rutina ni tampoco a la relación con su hijo, quien no tuvo problema en estar junto a él hace unos días en Marín.