«Solo hablan por sus hijos»: la realidad de la relación de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin
El exduque de Palma lleva una vida, lo más normal posible, en Vitoria, aunque sigue de cerca las noticias de la Familia Real
Iñaki Urdangarin sigue adelante con su vida en Vitoria tras su separación con la infanta Cristina. En la ciudad vasca, aquella en la que él se crio, ha encontrado la paz y la tranquilidad que siempre había anhelado en su matrimonio con la hija del rey Juan Carlos. Es por eso que, cuando pusieron punto y final a su relación, no dudó en cambiar de vida. Allí, en Vitoria, comparte su rutina con Ainhoa Armentia, a quien conoció en uno de sus primeros trabajos tras salir de la cárcel. En todo este tiempo, han sido contadas las ocasiones en las que hemos podido ver al que era duque de Palma. Es más, las únicas veces que se le ha visto públicamente han sido junto a sus hijos o su actual pareja.
Sí que es cierto que, hace unos meses, vieron la luz unas instantáneas en las que Iñaki aparecía con un carísimo coche que, investigando, se llegó a la conclusión que estaba a nombre de la infanta Cristina. Algo que apuntó a que su relación podría ser algo más cordial y que se ha ido relajando con el paso del tiempo. Pero nada más lejos de la realidad. Por ahora, como confirman en Monarquía confidencial, solamente se comunican por el bien de sus hijos. «Ellos solo hablan cuando se trata de cuestiones que afectan al bienestar de sus hijos», apuntan desde el mencionado medio.
La relación entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin
Es por eso por lo que Iñaki Urdangarin no se ha puesto en contacto con su exmujer a tenor de las últimas informaciones que han surgido sobre las informaciones del rey Juan Carlos. Estas últimas semanas han sido especialmente convulsas para la Familia Real. Hace unas semanas salieron a la luz las imágenes del Emérito junto a Bárbara Rey, en la que se capturaba un beso. Luego, a loa días, se publicaron una serie de audios que han dejado en muy mal lugar al que fuera rey de España y, también, a la infanta Sofía y al resto de los miembros, tanto de la política como de la monarquía. Todas estas informaciones han puesto en jaque el transcurso de la vida de los Reyes, en el que se ha medido al dedillo cada una de sus intervenciones.
Así, a los pocos días de conocerse la noticia, los Reyes acudieron a Marín, para ver a su hija, donde coincidieron con el rey Juan Carlos. Luego, en estos últimos días, tanto la infanta Cristina como la infanta Elena se han trasladado hasta Sangenjo, donde estaba el Rey para participar en las regatas, mostrándole, así, su apoyo. Tanto las imágenes como los audios han provocado cierto escándalo entre la población y, también, en el propio Urdangarin. «Todos eran conocedores de la situación con Barbara Rey y su relación con el emérito, pero nunca pensó que fuera a hacerse público», explican en Monarquía confidencial. Además, desde el medio, concretan en el sentimiento que ha tenido el exduque de Palma, especificando que está «escandalizado».
La reacción del que era duque de Palma a los audios del Emérito
Esta reacción ha sacado a la luz la verdadera relación que mantiene la expareja a casi un año de poner punto y final a su matrimonio. Sí que es cierto que la separación se produjo mucho antes. Fue hace unos años cuando Urdangarin salió de la cárcel y se trasladó a su vida normal, una nueva etapa que comenzó con Ainhoa Armentia. En la ciudad vasca, Iñaki lleva una vida lo más normal posible, sobre todo después de que se le quitara su seguridad privada. El exmarido de la infanta Cristina vive junto a Ainhoa, quien se turna en la casa por la custodia que tiene firmada con su exmarido por sus hijos. Mientras tanto, Iñaki está intentando volver a la normalidad buscando, activamente, un trabajo.
Algo que se le ha complicado especialmente. Aún así, Iñaki sigue manteniendo una buena relación con sus hijos, a quienes ve cuando coinciden el piso que tienen en Bidart. Sí que es cierto que este fue uno de los puntos que estuvo presente en el acuerdo de divorcio con la hija del rey Juan Carlos, en el que quedó con ella que utilizaría esta segunda residencia solamente en presencia de sus hijos. Ahora, cada uno de ellos está en una parte del mundo. Mientras que Irene y Juan se encuentran en Londres, Miguel y Pablo dividen su vida entre Madrid y Barcelona. Entre medias también viajan hasta Suiza para ver a la infanta, quien lleva años residiendo allí en solitario.