Jaén, la cuna de la gastronomía de la reina Sofía y la infanta Cristina: sus restaurantes favoritos
La mujer del rey Juan Carlos estuvo el pasado mes de octubre en la ciudad andaluza y a principios de vera, la infanta
La reina Sofía y la infanta, en una imagen de archivo. | Gtres
La reina Sofía y la infanta Cristina han viajado, en estos últimos meses, varias veces al sur de España. Concretamente, a la ciudad de Jaén. Madre e hija han hecho estas visitas a la ciudad, cuna del aceite, por separado y han disfrutado de una comida junto a sus personas favoritas. Es más, Cristina viajó a finales de este verano junto a su hijo, Pablo Urdangarin, debido a que la Copa del Rey de balonmano se disputaba en la ciudad andaluza. Además, junto a ellos también estaba la novia del deportista, Johanna Zott. El pasado mes de octubre, la mujer del rey Juan Carlos se trasladó también hasta Jaén, aunque en esta ocasión para acudir al Banco de Alimentos de la capital.
Si algo hemos conocido en todo este tiempo es que la reina Sofía tiene unos gustos muy personales. La madre del rey Felipe lleva años intentando prescindir de la carne en su día a día. Algo que ha aprendido de su hermana Irene, con quien vive y que es vegetariana desde hace muchísimo tiempo. Es por eso que las dos siguen una dieta saludable, algo que también es imprescindible para la reina Letizia y sus hijas. De forma general, en Zarzuela están preocupados por lo que comen y son conscientes de la importancia de tener una buena alimentación y, sobre todo, que sea equilibrada. Aún así, también, siempre que están fuera de casa, se interesan por probar los productos típicos de cada zona.
La visita de la reina Sofía a Jaén; croquetas y salmorejo con sardina ahumada
Es por eso que en Jaén tanto la infanta como su madre se interesaron por la gastronomía del lugar. En el caso de la reina Sofía, la mujer del rey Juan Carlos se decantó por el local Mangasverdes. Se trata de una taberna que fue inaugurada hace diez años por Emilio Martín y Francisco Cuadros. Ambos tienen mucha experiencia en el mundo de la cocina y Cuadros se formó en el exclusivo Le Cordon Bleu. Además, también ha trabajado en el Club Allard, en Madrid, como confirman en 20 Minutos. Es por eso que en el restaurante combinan lo más tradicional de la cocina de Jaén con unas notas más vanguardistas. Además, como afirman desde su página web, le dan su «toque personal».
Su carta está repleta de platos de lo más originales tanto de carne como de pescado y, además, tiene un lugar especial el Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE). Si hablamos de los gustos de la reina Sofía, o de lo que pidió en su visita a Jaén, la monarca se decantó por unas croquetas de berenjena asada y cabrales, un salmorejo de pimientos asados con sardina ahumada y queso de cabra. Además, el local, gracias a su buena técnica y las críticas favorables, está dentro de la Guía Michelín. En el caso de la infanta Cristina, la hermana del rey Felipe se decantó por acudir al restaurante Españada, firmado por Paulo Cruz.
La infanta Cristina optó por una alternativa más tradicional
Este se encuentra en un lugar privilegiado, a pocos metros de la Catedral de Jaén y tiene espacio hasta para 300 comensales. Además, destacan por su gran ambiente, su comida y por su buen servicio. Además, como confirman desde Harper’s Baazar, la carta está llena de platos que son, fundamentalmente, para compartir. Entre los platos favoritos de los comensales, se encuentran las ensaladas, las patatas bravas o los flamenquines caseros de boletus. Además, también tienen tartar de salmón, risotto, rabo de todo y algún que otro plato fuera de carta. Cuentan con una gran selección de vinos con bodegas familiares para encontrar el que más se ajusta a cada plato.
Si hablamos del precio medio, este oscila los veinte euros. No se sabe con exactitud los platos que degustaron la infanta, su hijo y su nuera. Aunque eso sí, parece ser que los tres disfrutaron mucho a juzgar por sus caras de felicidad al salir del restaurante. Algo muy parecido le sucedió a la reina Sofía, quien también se mostró muy contenta a la salida del local. Aunque eso sí, ambas optaron por elegir una alternativa que fuera clásica pero con un punto de modernidad, en los que la calidad gastronómica estuviera por encima de todo.
