Morten, el ex de Mette-Marit y padre de su hijo Marius Borg: analista y con antecedentes
La princesa de Noruega se divorció de Morten al poco tiempo de nacer su hijo y no ha hablado nunca en público
La Casa Real noruega muy probablemente se encuentra en el momento más complicado de su historia. Marius Borg, el hijo de la princesa Mette-Marit y su ex Morten Borg, ha entrado en prisión durante siete días. Luego, el juez decidirá qué hacer con él. El joven ha sido acusado de varias violaciones y acusado de lesiones, daños y amenazas a una de sus exparejas. Todo esto hizo que este mismo miércoles, en un juicio que se celebró en Noruega, se decidiera que se le privara de su libertad. Los sucesos se conocieron el pasado verano, momento en el que Marius confesó que tenía ciertos problemas de adicciones y, además, afirmó que quería ponerle remedio acudiendo a una clínica de rehabilitación. Algo que, visto los últimos hechos, no ha surtido efecto.
En todo este tiempo, tanto la princesa de Noruega y el príncipe heredero Haakon se han mantenido al lado de Marius. Es más, fue el hijo del rey Harald de Noruega quien le acompañó a una clínica de rehabilitación en Londres, que a juzgar de los acontecimientos, no llegó a entrar. En su momento, cuando estalló todo, el matrimonio insistió en la importancia de la presunción de inocencia. Quien se ha mantenido al margen de todo, al menos de forma pública, ha sido Morten, con quien Mette-Marit vivió una complicada y turbia relación.
Quién es Morten Borg, el ex de Mette-Marit y padre de Marius
Mette-Marit y Haakon de Noruega se conocieron en un festival. En aquel momento, ella estaba embarazada de Marius, quien nació en 1997. Al poco tiempo del nacimiento del joven decidieron separarse y el príncipe heredero y la mujer decidieron comenzar una relación que, en un primer momento, estuvo llena de prejuicios. Desde que decidieron tomar caminos por separado se repartieron la custodia. Aunque eso sí, su relación nunca fue del todo buena. Fue en ese momento cuando la prensa comenzó a hablar de los dudosos antecedentes de Morten, quien había sido condenado por posesión de cocaína.
A pesar de que su relación, durante mucho tiempo, fue de lo más fría, sí que, de cara para afuera, se mostraron unidos, sobre todo por el bien de su hijo. Así, juntos estuvieron en el primer día de colegio de Marius, en 2003, o cuando celebró su confirmación, nueve años más tarde. Fue el rey Harald quien decidió convertir a Marius en miembro oficial de la Familia Real, pero conservando siempre su apellido y sin título ni lugar en la línea de sucesión al trono. Además, Haakon, desde el principio, mantuvo una estupenda relación con el joven. Aún así, nunca decidió adoptarlo, lo que habría hecho que sí que fuera parte de la Casa Real y tuviera un especial lugar en la carrera al trono.
Se ha casado, tiene un hijo y trabaja como analista financiero
Esto no se produjo porque, básicamente, Marius siempre ha tenido una estupenda relación con su progenitor. Como confirman en Mujer Hoy, tras divorciarse de Mette-Marit, Morten comenzó una relación con Céline Maktabi, heredera de un negocio de venta de alfombras. Ambos se dieron el ‘sí, quiero’ en septiembre de 2004, en una boda en la que estuvo presente el pequeño Marius. Juntos estuvieron durante quince años y ella confirmó el fin de su matrimonio en la revista noruega Se og Hør. Antes de separarse tuvieron un hijo, al que le llamaron Lucas.
Actualmente, el hombre trabaja como analista financiero y sí que es cierto que siempre ha querido pasar desapercibido. Es por eso que la ausencia de declaraciones ante la situación de su hijo no quiere decir que no se preocupe por él. En su cuenta en Instagram tiene varias imágenes en las que se puede ver instantáneas de sus viajes y de distintos países. En ellas también está su hijo, quien ocupa un lugar especial en su vida y en su día a día. Por ahora, la situación de Marius es más que complicada, sobre todo porque, durante el juicio, se ha conocido que se produjo otra supuesta violación. Además, en el verano, fue detenido por agredir a la que era su expareja, de quien rompió la orden de alejamiento en otra ocasión unas semanas más tarde.
Y no solamente eso. También se conoció que el joven había organizado varias fiestas en la residencia de los príncipes, en las que habían sido invitadas varias personas con antecedentes y que habían desvalijado y dañado varias de las estancias. Ahora, Marius se enfrenta a un crudo futuro que, sobre todo, condicionará a la Casa Real noruega que se ha visto involucrada en una serie de sucesos tensos.