La caza, la pasión que une al príncipe Guillermo, Máxima y el rey Holanda: sus viajes a España
Los tres royals disfrutaron, el pasado fin de semana, de una jornada de caza en dos fincas entre Toledo y Ciudad Real
España se ha convertido en todo un paraíso para muchos de los miembros de las casas reales. Así, la mayoría de ellos han encontrado en nuestro país un lugar tranquilo, con paisajes maravillosos y con una temperatura espectacular en cualquier temporada del año. Por no hablar de la cercanía y amabilidad de su gente y su gastronomía. Todas estas razones han hecho que el país se convierta en todo un referente y que haya encandilado a muchas de las personas que viven fueran de nuestras fronteras. No hay que olvidar que Máxima y Guillermo de Holanda se conocieron en la Feria de Abril de Sevilla, lugar al que siempre vuelven, incluso con sus hijas, para recordar sus orígenes. Ahora, ambos han estado de vuelta en España pero por una razón muy diferente; la caza. También, con tan solo unos kilómetros de distancia, se encontraba el príncipe Guillermo, quien viajó desde Inglaterra.
Las grandes fincas del este de nuestro país tienen una gran dedicación a las cacerías, jornadas que se convierten en exclusivas y a las cuales, en muchas ocasiones, solamente se pueden acudir por invitación. Además, también hay que hacer frente a una buena cuantía de dinero que es el que hay que pagar para poder disfrutar de una jornada rodeado de animales. Fue en una de estas donde se conocieron Federico de Dinamarca y Genoveva Casanova. También, el lugar en el que se refugió la reina Camila cuando a su marido y a su nuera le diagnosticaron cáncer.
La jornada de caza de Guillermo de Inglaterra y Máxima y Guillermo de Holanda
Y lo cierto es que la caza se ha convertido en una gran tradición para la Familia Real británica, una pasión compartida por la reina Isabel II, sus hijos y, también, sus nietos. Es por eso que es normal que alguno de sus miembros viaje de vuelta a la finca que poseen en Ciudad Real, La Garganta, que cuenta con todas las comodidades para pasar un fin de semana. Sí que es cierto que en estos viajes la princesa de Gales no suele acompañar a su marido, quien suele volar solo, con sus tíos o con sus padres. También lo hace con algunos de sus amigos. Un plan compartido, aunque no en el mismo espacio, con los reyes de Holanda, Guillermo y Máxima, quienes también estuvieron ese último fin de semana de noviembre en España.
Aunque eso sí, ellos se trasladaron hasta Toledo, junto, además, otros miembros de la Casa Real belga. Ha sido la periodista Isabel González, en La mañana de Federico, la que ha hecho esta confesión, hablando del plan de ambas familias que, en un primer momento y como sucede siempre, ha querido pasar desapercibido. La Garganta es una de las propiedades mejor valoradas para el recreo de los royals y cuenta con algo más de 15.000 hectáreas. Además, está situada en el valle de Alcudia, que está especializado en la caza de perdiz, como confirman desde el portal Vanitatis. También, se ha convertido en un referente internacional.
Tú a Ciudad Real y yo a Toledo
Fue allí donde también se conocieron el rey Juan Carlos y Corinna Larsen y donde suelen darse cita las personalidades de la jet set de nuestro país. También, el príncipe Guillermo la ha visitado en distintas ocasiones. Es más, la última vez fue hace unos años, cuando todavía tenía relación con su hermano Harry, con quien mantenía, en lo personal, una estupenda relación. En ese momento, su aparición en la finca de Ciudad Real fue especialmente criticada, sobre todo porque unos días antes había defendido la desaparición de la caza furtiva. A tan solo unos kilómetros de ahí se encuentra otro de los lugares favoritos de los royals para cazar; Toledo.
Allí se reunieron con Matilde y Felipe de Bélgica, con quienes disfrutaron de un día de gastronomía y caza en los que no faltó de nada. Todos ellos estuvieron en la finca La Ventosilla, en la localidad toledana de Polán. Todos ellos cazaron perdices y disfrutaron mucho con juegos de mesa y música, sobre todo por parte de Máxima y su marido, quienes nunca han ocultado lo que les gusta la fiesta. Esta actitud se contrapone con la del príncipe Guillermo, cuyo objetivo fue pasar lo más desapercibido posible. Algo que no consiguieron los reyes de Holanda, cuyos datos sobre su jornada de caza han salido a la luz con todo lujo de detalles, conociendo cada uno de los juegos con los que se divirtieron.