Así es el salón de las columnas del Palacio Real: el escenario inusual del discurso del Rey
El mensaje de Navidad del Rey ha tenido lugar en el Palacio Real por segunda vez desde su Proclamación en 2014
El tradicional discurso de Navidad de Felipe VI se ha grabado por primera vez en su reinado en el Salón de las Columnas. Esta estancia del Palacio Real de Madrid ha acogido la felicitación de la Familia Real en estas fechas señaladas y la potente llamada a la unidad que ha enviado el monarca a los ciudadanos. Vestido de tonos azules y con postura seria, el Rey ha vuelto a sentarse en la misma sala que le vio subir al trono de España hace diez años. Este cambio de localización con motivo del aniversario de su proclamación ha sido llamativo pero acertado. Otros años el Rey ha grabado este mensaje desde su despacho de Zarzuela y solo en 2015 se trasladó al Palacio Real, aunque la sala elegida fue el Salón del Trono.
El Palacio Real es una de las pocas residencias oficiales de jefes de Estado que está abierta al público en todo el mundo. Cerca de 1,5 millones de visitantes acuden cada año a descubrir sus rincones, sus decoraciones históricas y obras de arte únicas en el mundo. De entre las 3.400 salas que tiene este complejo histórico, el Salón de las Columnas destaca por su implicación en algunos grandes momentos de la historia de nuestro país. Sus paredes han acogido desde bailes y banquetes en la época victoriana a grandes firmas de acuerdos internacionales, pasando por el velatorio de un dirigente muy reconocido de nuestra historia moderna. Actualmente, es uno de los recintos más utilizados dentro del palacio y su uso para el discurso guarda un simbolismo muy potente, relacionado con el reinado de Felipe VI, la Transición y el papel actual de la monarquía en España.
Donde comenzó el reinado de Felipe VI
La elección del Salón de las Columnas no ha sido casual. Allí se vivió hace diez años uno de los grandes acontecimientos de la democracia que hoy han querido rememorar. El 18 de junio de 2014 el entonces rey Juan Carlos I firmó en este salón la Sanción y Promulgación de la Ley Orgánica por la que se hizo efectiva su abdicación en favor de su hijo pequeño. En aquella ceremonia los monarcas estuvieron acompañados de Letizia y las infantas Leonor y Sofía y las principales autoridades políticas del momento, como Mariano Rajoy o Jesús Posada. Esta fue la última ley de Juan Carlos I y desde su publicación en el Boletín Oficial del Estado al día siguiente, Felipe se convirtió en el noveno rey de la dinastía Borbón y en jefe de Estado. Diez años después, regresa a este salón convertido en una figura de continuidad y unidad en una época de inestabilidad política.
Este gran salón se ha utilizado para otros compromisos de Estado como la firma del Acta de Adhesión de España a las Comunidades Europeas el 12 de junio de 1985, la Conferencia de Paz de Madrid en 1991 o la Cumbre de la OTAN en 1997. Pero los acontecimientos más llamativos que se han vivido allí han tenido un tono más dramático. En 1975 acogió la capilla ardiente del fallecido General Francisco Franco, y decenas de miles de personas pasaron por el Salón de las Columnas para darle un último adiós al dictador. No es llamativo que este espacio acogiera un acto funerario, pues en 1879 ya se usó para el velatorio de la reina María de las Mercedes, primera esposa y prima hermana de Alfonso XII. A partir de entonces, se construyó otro salón de baile para los festejos y banquetes y este se ha usado para asuntos políticos.
Cómo es por dentro el Salón de las Columnas
En algún plano del discurso de Felipe VI hemos podido ver los detalles de este espectacular salón. La configuración de la sala surge del diseño original de Giovanni Battista Sacchetti, que sufrió modificaciones durante en reinado de Carlos IV. Originalmente, era una zona de paso que unía las habitaciones del Rey y la reina a través de dos escaleras de piedra. Esto evolucionó en una sola escalera que le cede el protagonismo a las imponentes columnas de mármol que rodean la sala. De entre los elementos que decoran este espacio debemos destacar la pintura de la bóveda, en la que el pintor Corrado Giaquinto representó en 1972 una escena titulada El Sol anima la naturaleza y las estaciones.
El resto de piezas que completan la ostentosa decoración fueron añadidas en épocas posteriores: unas lámparas francesas de la época de Alfonso XII, una escultura de Carlos V y el Furor de 1878 que preside el lateral, y cuatro esculturas de Venus, La Luna y El Sol que adquirió Velásquez para el mismo Felipe IV. El elemento más moderno es el árbol de Navidad, un accesorio que destaca frente a los bustos clásicos y los tapices, tejidos en el siglo XVII siguiendo los diseños de Rafael con la temática Los hechos de los apóstoles. Para el discurso de Navidad, el Rey ha querido aparecer junto a la bandera de España y la bandera de la Unión Europea, un tomo de la Constitución y un Nacimiento tradicional, dándole importancia a las fiestas que se celebran estos días. Han cerrado la escena con una imagen de los voluntarios de la dana.