Todos los vestidos de Cristina Pedroche en las Campanadas: mucho más que transparencias
La presentadora desvela a menos de un minuto para el Año Nuevo un look cargado de mensajes y polémicas
Esta noche Cristina Pedroche presenta por décima vez las Campanadas de Año Nuevo, en esta ocasión junto a Alberto Chicote en Antena 3. Esta es una de las emisiones más especiales de la televisión y por ello la presentadora aprovecha para invertir en un atuendo a la altura de la celebración. Con sus extravagantes diseños pone el foco en importantes mensajes como la paz, el cuidado del agua o la vida, para empezar el año con una dosis de buenas intenciones. La expectación por el look de cada año es máxima y la mantiene hasta el último minuto, cuando en los últimos segundos del año desvela el vestido revelador, minimalista o abstracto, que haya ideado con la ayuda de su estilista Yosie.
Su estrategia es criticada por buscar la máxima audiencia más que el activismo, pero Pedroche se mantiene firme y ya tiene preparada la sorpresa de este año. Lleva semanas dando pistas sobre este diseño, como que tiene una capa, no es rojo y será grande. También se espera alguna alusión a su segundo embarazo, que ha anunciado hace unos días a través de Instagram. Para hacernos una idea de cómo será el vestido de este año, hoy repasamos por todos los trajes que ha llevado Cristina Pedroche para presentar las Campanadas desde 2014, sus diseñadores y las curiosidades que acompañan a la experiencia de crear el primer vestido noticioso de cada año.
Pedroche por la sostenibilidad y lo vintage
El año pasado se puso en manos de Paula Ulargui y Greenpeace para crear un diseño que hablase del cuidado del agua para nuestro consumo y el planeta. «El vestido era agua y si lo mojabas se volvía a convertir en agua», explicaba en sus redes sociales que estaba compuesto de agua en un 80%, glicerina, gelatina y algas y era completamente biodegradable. Antes de desvelar aquel innovador vestido, lo mantuvo oculto con una capa de lana reciclada de la que crecían flores enraizadas en la tela. Lo combinó con unos zapatos de madera y cintas de algodón. Fue un cambio radical con respecto al año 2022, cuando su mensaje estaba dirigido a los refugiados de la guerra y llamaba a la paz. El año en que comenzó la guerra de Ucrania y Rusia, Pedroche eligió un conjunto de falda de gasa, top con forma de paloma y una capa confeccionada con telas provenientes de las tiendas de campaña de ACNUR. Ese año estaba embarazada de su primera hija con el chef Dabiz Muñoz, Laia, a quien ahora dará un hermano pequeño.
En 2021 su concepto giraba en torno a la metamorfosis de los insectos y los reptiles, una idea que fue de las más criticadas hasta la fecha. El vestido de tafetán iridescente era una pieza de museo perteneciente a la colección de 1991 del diseñador Manuel Piña. El otro protagonista de su outfit era un casco de metal de Manuel Albarrán con unos zapatos a juego que aportaban un toque futurístico al tema de la naturaleza. Si el vestido emulaba el caparazón de un escarabajo, la capa creada por Buj Studio era las alas de las luciérnagas y las mariposas. Pedroche trató de visibilizar el arte, la moda y la cultura a través de estas piezas de colección.
El vestido mascarilla de 2020 y el bikini en invierno
Uno de los destapes más comentados fue el de 2020, cuando hasta la media noche Cristina iba cubierta de un edredón que recordaba a los meses de cuarentena. Debajo de esa peculiar capa blanca se escondía un mini vestido de tirantes sospechosamente parecido a una mascarilla, tejido con 16.308 cristales bordados a mano sobre el tafetán de seda reciclada. Este diseño de la firma española Pedro del Hierro tenía a juego unas botas altas en todo aguamarina y un tocado de aplicaciones brillantes para recoger su melena. El impacto de este outfit va más allá de las transparencias o las insinuaciones, por primera vez apostó por los mensajes sociales más allá de lo meramente estético.
En 2019 Pedroche se convirtió en una escultura viviente gracias al diseño de Jacinto de Manuel. Sobre una falda negra con volumen colocaron un corset fibra de vidrio reciclado y terminado con pan de oro, que tardó en construirse más de 650 horas. Enfundada en este diseño futurista se sintió «más diosa que nunca, más empoderada que nunca», a pesar de tener una movilidad muy reducida dentro de este «Venus MMXX», como se llamó a la pieza. Había aprendido la lección y se cubrió con unos guantes de cuero, ya que en 2018 iba cubierta por un tímido bikini de flores que en estas fechas no la abrigaba correctamente. El traje fue obra de Tot-Hom y contaba con 250 flores en relieve de tonos rosas y verdes y una cola de tul brillante para crear la ilusión de una falda. Para las Campanadas canarias pasó por un cambio de vestuario y volvió al clásico vestido de noche, en verde botella y diseñado por el canario Andrés Acosta.
De imitar a Anne Igartiburu a sus semidesnudos
El espectáculo que organizó en 2017 comenzaba con un vestido rojo de manga larga y falda de princesa, al puro estilo de Anne Igartiburu que presentaba las Campanadas en la competencia. Pero el vestido se convirtió en capa destapó uno de los trajes más comentados de Pedroche en las Campanadas. Este año eligió un mono blanco de transparencias de la marca Pronovias que se confeccionó con dos metros de tul y otros dos de encaje. Fueron necesarias 244 horas de trabajo para crear los únicos pantalones que ha vestido la presentadora en sus diez años de presentar las Campanadas.
Los vestidos de 2016 y 2015 tenían muchas cosas en común con el mono anterior. Las transparencias por todo el cuerpo, los motivos brillantes y de encaje, y las primeras capas que comenzaron la tradición de desvelar el vestido a última hora. Los dos años confió en Pronovias para sus diseños. También se le acusó de imitar el estilo exhibicionista Beyoncé o Kim Kardashian. Pero el vestido más recordado por la audiencia es también el primero que usó en 2014 para presentar las Campanadas por primera vez. Su debut en este programa no fue en Antena 3, sino en La sexta. Y lo hizo engalanada con un diseño de Charo Ruiz de color negro que dejaba ver su ropa interior a través de la falda transparente. Fue el inicio de las polémicas para Pedroche y del concepto de generar controversia y debate en las Campanadas que sigue vivo a día de hoy.