El lado personal de Fernando Gil: las series en las que aparece, su discreta novia y una hija
Hoy visita ‘El hormiguero’ junto a María Hervás para presentar la nueva temporada de ‘Machos alfa’
A la vuelta de las navidades María Hervás y Fernando Gil preparan el estreno de la tercera temporada de Machos alfa. La serie regresa a Netflix el próximo 10 de enero y promete sacar unas cuantas risas con sus carismáticos personajes. En esta nueva entrega Pedro, Luis, Raúl y Santi descubrirán nuevos conceptos como la ‘machosfera’ o los incels. Tras el éxito de sus anteriores temporadas, la plataforma ya ha renovado para una cuarta esta comedia que deja espacio para la reflexión sobre los roles de género. Sus actores visitan esta noche El hormiguero para desvelar detalles de los nuevos episodios y conectar aún más con los espectadores.
«Últimamente me dedico a deconstruir a Pedro Aguilar», escribe Fernando en la cabecera de su Instagram. Lleva desde 2022 interpretando a este cuarentón con masculinidad frágil aunque su personaje dista mucho de la realidad. El actor ha demostrado en numerosas entrevistas ser un hombre soñador e intenso que pone en la cima de sus prioridades su papel como padre. Su cara nos suena porque apareció en Hospital central, Los quién, El príncipe, La peluquería o Sabuesos, pero su faceta personal es mucho más desconocida. Si nos ponemos a investigar un poco la historia de este actor alto y de ojos azules estuvo a punto de escribirse muy alejada de la actuación.
La carrera que dejó y su mentor de la universidad
Fernando Gil nació en Madrid en 1975, así que este año cumplirá 50 años. Desde pequeño ya le había hablado a su familia de lo que le gustaba el mundo del entretenimiento, un sueño que le animaron a seguir porque sus padres también fueron grandes emprendedores. Su padre había empezado a trabajar a los 13 años y llegó a construir una empresa textil de renombre en la capital junto a su mujer. Fernando dio el paso de estudiar teatro de forma profesional mientras estudiaba Sociología en la universidad. En su tiempo libre continuaba actuando en el Aula complutense de Teatro, una extraescolar donde conoció a su mentor Antonio Malonda. Él vio su talento y tras un par de años juntos y varios montajes le convenció para dejar la carrera e inscribirse en la RESAD, la prestigiosa escuela superior de teatro donde estudiaría arte dramático.
En 1997 consigue su primer papel en el cine participando en la película Resultado final de la mano de Juan Antonio Bardem. Fue la primera piedra en el largo camino del actor, que desde entonces ha tenido pequeños roles como en Hospital central o grandes oportunidades como entrevistar a Penélope Cruz, Bruce Willis o Pedro Almodóvar en Noche H. Algunos papeles le llegaron por su talento, y otros por su físico atractivo. El madrileño mide más de metro noventa y sus ojos azules le valieron para darle vida al rey Felipe VI en el biopic Felipe y Letizia de 2011. Su carrera en televisión despegó y se le abrieron las puertas de El auténtico Rodrigo Leal, La tira, Spanish Movie, El club de los suicidas, La que se avecina o El Príncipe. Volvió a interpretar a un rey en Alfonso, el príncipe maldito, aunque en esta ocasión era Juan Carlos I en sus años de juventud.
La mujer e hija de Fernando Gil, sus reinas
Compaginó sus proyectos de televisión y cine con el teatro, llegando a participar en más de veinte montajes. Sus papeles incluían un gran rango de tonos: cómicos, de acción, suspense, terror, románticos. Pero las críticas le hicieron destacar cuando exploró su lado dramático haciendo de Enrique VIII en el teatro The Globe Theatre de Londres. Esos años estuvo muy bien acompañado en la compañía Tricicle, donde conoció a la que sería su mujer, Michelle Marier. No ha hablado en exceso de su relación y tampoco laardan de su amor en redes o en photocalls, pero en 2014 se atrevió a dar algún detalle a Vanitatis: «Mi reina particular se llama Michelle Marier. Nos casamos hace cinco años y somos padres de una niña. Nos conocimos hace ocho años cuando trabajamos juntos en una obra musical de Tricicle. Mi esposa es actriz y bailarina y tiene nacionalidad canadiense».
En cuanto a su hija Emilia, ahora tiene once años y es una niña muy curiosa. Fernando la muestra a menudo en sus redes sociales, donde enseña que sus pasiones son el baile, los viajes y la obra de Tim Burton. Él fue el segundo de cuatro hermanos así que ha tenido que aprender de nuevo cómo estructurar su familia sin repetir algunos patrones de su infancia. «Mis padres no jugaron conmigo y yo no sabía jugar con mi hija. Sin padres como ejemplo, uno no tiene referentes de cómo comportarse y yo quería crear un vínculo con ella. Poco a poco encontré la manera», confiesa en una entrevista para ABC. Está orgulloso de cómo su hija le ha cambiado la vida y no esconde su debilidad por la pequeña: «Disfruto conversando con ella, viendo lo bonita persona que es, lo rápido que asimila las cosas. Yo, que soy un dramático, me quedo embobado al ver las decisiones que toma. Me tranquiliza ver que sabe gestionar su vida».