Pablo Carreño, más allá del tenis: su mujer, su familia de arquitectos y aficionado al Sporting
El asturiano estuvo en el top 10 mundial en 2017 y ganó la medalla de bronce olímpica en Tokio al derrotar a Djokovic
En el mundo del tenis no es común despuntar a los 33 años, pero Pablo Carreño es la excepción. Este asturiano casi vio terminada su carrea deportiva con tan solo 20 años por una dura lesión que casi termina con su sueño. Pero el esfuerzo demostró que lo mejor estaba por venir. En 2017 se proclamó uno de los mejores tenistas del mundo al entrar en el Top 10 de la clasificación de ATP. En 2020 se alzó con el bronce olímpico en Tokio al derrotar al famoso Novak Djokovic, por entonces número 1 del mundo. Aunque el título más importante de su trayectoria sin duda es el Master 1000 de Montreal, que consiguió en 2022 tras superar a grandes raquetas del circuito. Hoy vemos el talento de una nueva generación de deportistas que, como Carlos Alcaraz o Paula Badosa, son el presente y futuro del deporte español.
Ahora Carreño sigue adelante en el Open de Australia tras su victoria contra el polaco Kamil Majchrzak. El asturiano entra en la segunda ronda demostrando que está en plena forma física. Después de su aparatosa lesión en el codo el año pasado, ha tenido que mantener un perfil bajo en lo deportivo y aunque regresó a las pistas tres semanas después de la operación, tuvo que retirarse de la final de la Copa Davis por prudencia. Para este 2025 desea dejar atrás todas las molestias físicas que le impiden darlo todo en este momento de su carrera. Ahora está en el puesto 197 del ranking, pero su deseo es volver al podio mundial que ya pisó en 2017, y para ello se ha aliado con el técnico Javier ‘Dudu’ Duarte, exseleccionador de la Copa Davis. El futuro promete para este as de la raqueta, igual que ha triunfado en su faceta más personal.
El deporte es su trabajo y su mayor hobbie
La vida de este tenista no se puede contar sin hablar de su ciudad natal. Pablo Carreño Busta nació el 12 de julio de 1991, por lo que actualmente tiene 33 años. Pasó toda su infancia en Gijón, donde comenzó a practicar con la raqueta a los 6 años y desarrolló su espíritu ambicioso. Los que le conocen de esa época cuentan que todavía mantiene su pasión por el equipo local. Es tradición ir con los amigos a ver jugar al Sporting y Carreño es a día de hoy uno mas en las gradas del Molinón siempre que puede. A los 15 años ingresó en el Real Club de Tenis de Barcelona y desde entonces ha rehecho su vida en la ciudad condal. A pesar de la distancia, el club rojiblanco le tiene mucho aprecio y en 2021 le homenajearon por su hazaña en Tokio.
Otra de sus pasiones es el ciclismo, un deporte que también practica cuando visita a su familia en Asturias. Sus rutas por carretera y montaña son un contenido habitual en las redes del tenista. En su perfil de Instagram cuenta con 137 mil seguidores y le gusta compartir detalles de su vida fuera de las pistas. Entre fotos con sus compañeros de dobles o sus entrenadores, destaca la admiración que le une a Rafa Nadal, Feliciano López o Fernando Verdasco. Aunque sus mayores referentes desde que era pequeño han sido Juan Carlos Ferrero y también de David Ferrer.
La mujer y familia de Pablo Carreño
A quien no suele sacar en sus redes sociales es a su mujer. Desde 2021 está casado con Claudia Díaz, su novia de toda la vida con la que comparte sus orígenes asturianos. Ella se dedica a la asesoría fiscal y tiene una extensa educación en temas de finanzas, derecho tributario y gestión empresarial. Aunque en sus ratos libras disfrute de viajar y acompañar a su marido en sus competiciones internacionales. Este diciembre han celebrado el tercer aniversario de su boda, que fue una ceremonia íntima en Gijón
En cuanto a su familia, Carreño es hijo del arquitecto Alfonso Carreño y la doctora María Antonia Busta. El tenista tiene dos hermanas: Lucía, tres años mayor que él y Alicia. La primera es arquitecta como su padre y también creció jugando entre raquetas. Era compañera de Pablo cuando de pequeños practicaban en el Real Grupo de Cultura Covadonga y llegó a ser subcampeona de pádel en Asturias. La segunda es fisioterapeuta y monitora de pilates. Estas disciplinas tan relacionadas con el deporte le han despertado mucha curiosidad al tenista y se plantea estudiar la carrera de Fisioterapia o CAFYD -Ciencias de la Actividad Física y del Deporte- en el futuro, cuando se retire. Pablo estudió el bachillerato tecnológico y en su día era un apasionado de la física y la arquitectura, vocaciones que le vienen de familia.
La lesión que casi corta su sueño
A los 20 años Pablo sufrió una hernia discal, una dura lesión en la espalda que tuvo que ser operada de urgencia. Esta intervención le mantuvo alejado de las pistas siete meses y casi destroza su carrera a tan pronta edad. En 2017 se enfrentó a una lesión abdominal que le hizo retirarse en un juego contra Nadal en el Roland Garros. La última de sus heridas ha sido en el codo, aunque después de un meticuloso proceso de recuperación ya ha vuelto al campo con energías renovadas. «Creo que vuelvo a estar físicamente al 100% tras una larga lesión. Al final del año pasado no pude jugar dando mi mejor versión física. Ahora necesito acumular partidos, recuperar el ritmo y la confianza, eso es lo más importante», explicó el asturiano a su regreso.