La nueva vida de Eva Amaral en una aldea secreta: animales, vendimia y cocina casera
La vocalista del dúo Amaral sintió una ‘llamada de la naturaleza’ para dejar atrás sus casas en Madrid y Zaragoza
Eva Amaral se suma a la tendencia de los famosos de mudarse a la naturaleza, lejos del bullicio y la intensidad de la industria musical. La cantante sigue este movimiento y desde hace un tiempo vive en una aldea secreta en España. No ha desvelado el nombre de la localidad para mantener su privacidad y la tranquilidad que allí ha encontrado. Desde hace un tiempo hemos visto cómo algunos rostros mediáticos como Miguel Ángel Silvestre, Beatriz Montañez y otros internacionales como Julia Roberts y Elsa Pataky y Chris Hemsworth se refugian en las afueras de las ciudades. Una vía de escape de sus vidas aceleradas que a menudo les encierran en un bucle de giras, cámaras, estrenos y fans, que les impide reconectar con su intimidad.
Como cantautora en el dúo Amaral, Eva encuentra gran parte de su inspiración para componer sus temas en la sencillez y pureza del campo. Desde el fallecimiento de su madre en 2007 se aficionó al avistamiento de aves y ahora, desde su nueva residencia en el una aldea apartada de la ciudad, le es más sencillo practicar esta afición y fuente de creatividad. «Tengo una vida muy sencilla. Desde hace poquito vivo en una aldea y por eso estoy más cerca de la naturaleza. Fui allí por una llamada de la naturaleza que tenía. Estoy superagusto, entre mis vecinos soy una más. Llevo ya varios años allí y estoy muy feliz», confiesa la cantante ante los micrófonos de la Cadena SER.
Reconectar en cuerpo y alma con la música
No era un secreto que Eva Amaral siempre ha estado muy conectada con la vida tradicional del campo, sobre todo para sus 74,8 mil seguidores en Instagram. En sus redes sociales la vocalista suele contar detalles de la vida relajada que lleva en la aldea y los pájaros que logra observar. Pero esta era la primera vez que hablaba en público de esta etapa vital. En el programa En clave de Rhodes se ha sincerado sobre su conexión con la naturaleza y los escenarios, relacionando su nueva vida en el campo a una nueva etapa de su carrera musical. «Me encanta bajar al río y remar, remando se me ocurre muchísima música. El sonido de los remos entrando en el agua y mi respiración. Me parece muy inspirador», cuenta así que pasa parte de su rutina conectando con su parte más íntima a través del deporte. Con muy buen humor comenta que a ella no le hace falta un gimnasio porque «esto de la leña es el nuevo crossfit».
También disfruta de las tareas cotidianas como la cocina con productos de los huertos locales. Brevas, castañas y nueces forman parte de sus meriendas cuando están de temporada. Aunque no sabemos dónde se sitúa su nueva residencia, debe ser cerca de una zona con viñedos porque la cantante ha acudido a la última ronda de la vendimia. Una de las publicaciones que más me gustas tienen en su perfil es precisamente una en la que sale Eva en medio de esta tarea sujetando un racimo. De vuelta en su hogar se refugia en su cocina y disfruta del proceso de cocinar: «La ventana de la cocina da a un nogal y tengo más arbolitos en frente. He puesto unos platitos con comederos y echo semillas para que vengan los pájaros. Me alegra la vida. Cocinar y observar a los pájaros forma parte de una energía que luego se desborda en el escenario, forma parte de disfrutar y de vivir. Eso también está en mí cuando estoy en el escenario transmitiendo otra cosa, pero no siempre es así».
Eva Amaral sale de su barrio de Zaragoza y Madrid
El hogar de Eva ahora está en esta aldea junto a su pareja Javi, sus vecinos y los animales de la zona. Pero toda su vida ha transcurrido en los barrios de Zaragoza. Muchos de sus temas como Cómo hablar, El universo sobre mí, Sin ti no soy nada, Días de verano, Te necesito o el sonado Marta, Sebas, Guille y los demás surgen de la inspiración de esta ciudad. La maña nació en 1972 y creció rodeada de la cultura musical y artística de la metrópoli hasta empezar su propio camino. Había estudiado escultura en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza pero desde muy pequeña entrenaba sus habilidades con las letras y las melodías. Pasó por varios grupos como Días de Vino y Rosas, Bandera Blanca y Lluvia Ácida, antes de conocer a su otra mitad. Desde 1998 forma el icónico dúo musical con Juan Aguirre, quien también fue su pareja sentimental durante ocho años.
Durante años ha pasado temporadas en Madrid para sus conciertos. Por eso ha conseguido crear un discreto patrimonio inmobiliario en la capital. Cuando debía visitar la ciudad por trabajo, su casa era un piso de 135 m² ubicado en el barrio de Chueca y que adquirió en el año 2003, así como de un ático ubicado muy cerca de la Plaza de España de 254 m² y que compró en el año 2004. En su ciudad natal también tiene un piso de 114 m² que heredó a medias con su hermana María Nieves en 2007, año en el que falleció su madre. No es de extrañar que estos pisos le recuerden a etapas más activas de su vida y quiera empezar a bajar revoluciones a su vida de superestrella.