Los tres problemas de salud a los que Leonor se enfrenta en su primera parada en Elcano
La princesa ya está en Tenerife y, en tierra, podrá sufrir distintos inconvenientes en su salud que le afectarán a sus planes
La princesa Leonor en una imagen en Elcano. | Gtres
La princesa Leonor está a punto desembarcar en Tenerife. Esta será la primera parada desde el pasado sábado cuando salió del Juan Sebastián Elcano del Puerto de Cádiz. Lo cierto es que su despedida fue de lo más emotiva y estuvo protagonizada por unos orgullosos Reyes que no pudieron contener las lágrimas. Este viaje, sin duda, será muy enriquecedor para su formación militar pero, también, será un reto que la princesa tendrá que superar. Una de las travesías más largas que tendrá que vivir será la que les lleve desde las Islas Canarias hasta Salvador de Bahía cuando estarán hasta tres semanas sin pisar tierra. En este tiempo, la princesa podrá desarrollar ciertos contratiempos en su salud.
Estar durante tiempo en un barco, a nivel personal, no solamente será complicado por no tener contacto con familiares y amigos sino que, también, podrá serlo por el estado de cada uno de los guardiamarinas. Sí que es cierto que, en estos últimos meses, la princesa ha retado su cuerpo hasta límites que, muy probablemente, antes no imaginaba con las maniobras que ha desarrollado en la Academia General Militar de Zaragoza. Es por eso que todo lo que tenga que afrontar en la mar, aunque novedad, no será ajeno para la princesa.
Los problemas de salud de la princesa Leonor en Elcano
En su día a día, además, Leonor recibirá clases sobre navegación, astronomía y meteorología. Su reloj sonará a primera hora de la mañana y ese será el momento cuando tenga que ponerse en pie para desayunar y comenzar con las clases. Durante todo el tiempo, la princesa no solamente tendrá que aprender conocimientos sino que, también, deberá ponerlos en práctica. Tal y como confirman en Mujer Hoy, el principal problema, como se podría intuir, tiene que ver con el mareo. No todo el mundo se siente cómodo en un barco, sobre todo porque el movimiento de las olas y, por ende, del buque pueden provocar cierta sensación de mareo. Esto, en los casos más extremos, podrá llevar a vómitos y a encontrarse mal.
Lo cierto es que esta podrá ser una de las primeras sensaciones que podrá sentir cada una de las personas que se montan en el buque-escuela. Aunque sí que es cierto que, con el paso del tiempo, será menos normal y cada uno de los guardiamarinas se irán acostumbrando a la sensación. Los peores momentos podrán vivirse cuando haya tormentas que será cuando más se mueva el barco. Sin duda, otro de los inconvenientes que podrá vivir la princesa podrá darse cuando ponga un pie en tierra, el llamado mal de tierra. Este puede durar horas o días y suele provocar una sensación de «desequilibrio» que se puede sentir, también, cuando se está en tierra.
Su primera parada: Tenerife
Y los problemas no quedan aquí. Otra de las complicaciones que podrá vivir en primera persona la princesa tiene que ver con una despresurización de los oídos debido al cambio de pasión ambiental, lo que se conoce como barotraumatismo. La sensación es la misma que el taponamiento de oídos que se siente, por ejemplo, cuando despega un avión. Aunque eso sí, esto se podrá mantener en el tiempo y será una sensación que también podrá sentirse después de que llegue a tierra. Lo cierto es que son varios los inconvenientes que podrán sentir aquellas personas menos experimentadas dentro de un barco. Algo que no se espera que le suceda a la princesa Leonor, ya que ha pasado unos meses por la Escuela Naval de Marín, donde ha aprendido todo lo que tenía que ver con la formación en La Armada.
Además, también llegó tres días antes de zarpar para poder habituarse a todo lo que va a vivir en los próximos meses. Tras dejar atrás Tenerife, Leonor y los demás guardiamarinas tendrán que poner rumbo a Gran Canaria. Luego, cruzarán el Atlántico hasta llegar a Brasil. Luego, pasarán por Colombia, Panamá hasta llegar a Nueva York. Esto supondrá, además, un gran reto mental, por el que la princesa tendrá que estar mentalizada en no ver a su familia durante el futuro más próximo. Sí que podrá tener contacto con ellos a través de las redes sociales, ya que en el barco tendrán, también, momentos de libertad. Esto será, entonces, un gran reto a nivel mental.
