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El lío amoroso del hijo de Trump: de estar prometido a presentar a su nueva y rica novia

El hijo mayor del nuevo presidente acudió a los festejos de investidura acompañado de la socialité Bettina Anderson

El lío amoroso del hijo de Trump: de estar prometido a presentar a su nueva y rica novia

Donald Trump Jr y Bettina Anderson en la fiesta previa a la investidura presidencial de este lunes. | Reuters

Uno de los protagonistas de los últimos festejos previos a la investidura presidencial de este lunes fue, además del nuevo presidente Donald Trump y la primera dama Melania, su hijo mayor Donald Trump Jr. y la socialité americana Bettina Anderson. La llegada de esta pareja al complejo de golf del magnate en Washington D.C. era una de las más esperadas. Desde hace meses se especulaba que la pareja oficializaría su romance en este significativo evento, dando un paso más en su relación. El empresario y la influencer cumplieron con las expectativas y vivieron de la mano una de las noches más especiales para la familia Trump, dando a entender que ella es una más en el círculo cercano del presidente.

Llevan saliendo apenas seis meses pero su historia no se ha visto libre de las polémicas. El pasado agosto se les vio juntos por primera vez, levantando rumores de que había surgido una nueva pareja dentro de la familia Trump. Las sospechas no eran tan inocentes como puede parecer, pues en aquel momento el hijo del magnate estaba comprometido con otra mujer. Donald Trump Jr. llevaba seis años saliendo con Kimberly Guilfoyle, expresentadora de Fox News, y tres de ellos comprometidos. Nunca llegaron a pasar por el altar ya que en agosto salieron a la luz estas informaciones sobre el empresario y la celebridad.

Se confirma la relación (y ruptura) de Donald Trump Jr

Donald Trump Jr y Bettina Anderson saliendo del Trump National Golf Club. Reuters

Cuando su nueva aventura se hizo pública, tras verse varias veces con Bettina en verano, el hijo mayor de Trump e Ivana no volvió a aparecer en público con ella, hasta ahora. Esta nueva aparición confirma que el amor de los dos fue más que una aventura de verano y sus intenciones van muy en serio. La familia la ha acogido como a una más y se la ha visto muy cercana a la mujer del presidente, a sus nuevas cuñados y a los cinco hijos de su pareja, fruto de su primer matrimonio con Vanessa Haydon. Con el apoyo interno de la familia, Bettina entra en la Casa Blanca este lunes como una más, como lo hizo en su día Kimberly.

El hijo del presidente ha elegido como compañera de vida y de legislatura a Bettina Anderson, una mujer de 38 años -él tiene 47- muy conocida en Palm Beach, Florida. Su nombre es un habitual en los círculos sociales de Florida, donde conectó con la familia Trump. Bettina dedica su tiempo a las causas filantrópicas, como la fundación The Paradise Fund que ella misma fundó en 2005 y otras iniciativas de conservación medioambiental y educación. También ha trabajado como modelo e influencer y en redes sociales ya cuenta con más de 56,4 mil seguidores.

Quién es Bettina Anderson

Sus orígenes la relacionan con las grandes familias de este estado. Es hija del banquero Harry Loy Anderson Jr, que a los 26 años se convirtió en el presidente más joven del país en una institución financiera. Su madre es Inger Anderson, una mujer dada a las causas sociales de la que heredaron, ella y sus hermanos, su interés por la filantropía. Aunque ahora forme parte de la familia Trump, Bettina no tendrá un papel dentro de la nueva administración, como Donald Trump Jr que se va a a mantener al margen de la política para centrarse en la empresa familiar y su podcast.

Solo queda aclarar en qué lugar queda su exprometida. Al terminar la campaña electoral el noviembre Kimberly Guilfoyle y Don Jr, como le llaman cariñosamente, no volvieron a mostrarse juntos en público. La periodista estuvo muy implicada en la reelección de Trump para esta nueva legislatura y ya entonces se ganó un gran puesto dentro de su nueva administración. A partir de este lunes Guilfoyle será la nueva embajadora de Estados Unidos en Grecia. Un premio de consolación que además servirá para poner tierra de por medio con su anterior vida en América tras la ruptura. Además de sus lazos familiares, Guilfoyle y el presidente tenían una conexión especial por la lealtad que le mantuvo a pesar de su turbulenta situación personal y ahora se verá recompensada.

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