Qué fue de Yuyee, la exmujer de Frank Cuesta que le demandó tres veces y volvió a casarse
El creador de contenido ha sido detenido en Tailandia por la presunta posesión de animales salvajes protegidos
El youtuber Frank Cuesta y su exmujer tailandesa Yuyee. | Redes sociales
Frank Cuesta ha sido detenido en Tailandia por una presunta posesión de especies protegidas. Las autoridades lo han arrestado por haber criado a estos animales salvajes en su propiedad personal, un ‘santuario’ que abrió en 2021 y que le ha traído muchos problemas desde entonces. La noticia se hizo pública el pasado jueves 27 de febrero y, según la actualización de la Agencia EFE, el creador de contenido se encuentra en la comisaría de Lao Khwan, a 140 kilómetros al noroeste de Bangkok. Se espera que se encuentre pronto con su abogado y que en las próximas horas la policía tailandesa decida si le deja en libertad bajo fianza o si deberá permanecer detenido hasta pasar a disposición judicial.
Saltó a la fama en 2010 con el programa Frank de la jungla y otros formatos similares que le sucedieron. Desde entonces ha sido una figura pública que ha compartido sus aventuras por el mundo y proyectos como el santuario de cría de animales. Actualmente cuenta con 4’1 millones de suscriptores en su canal principal de Youtube, sus directos son seguidos por cientos y en Instagram tiene una comunidad de otros 1’4 millones. Ahora su situación legal pende de un hilo y podría volver a España en un acuerdo con el país asiático. Todos los ojos están puestos en la familia del aventurero de 53 años, que vive con preocupación este nuevo varapalo judicial.
La familia de Frank Cuesta le defiende
El foco son sus cuatro hijos: Zape, Zorro, Zen y Pepsi. Tuvo un quinto, Zipi, que falleció a los días de nacer por leucemia en 2002. Sus hijos están apoyando a su padre frente a las acusaciones de maltrato animal que llevaron a su detención. Zape, que se hace llamar Saris Felix Cuesta en sus redes sociales, ha defendido a su padre compartiendo una imagen del youtuber junto a una nutria. Esta y otras ocho nutrias de uñas pequeñas y una pitón pico de pato son los animales de fauna protegida que estarían en posesión ilegal por el español. Zape ha resaltado que bajo los cuidados de su padre estos animales viven más en su habitad natural que en las jaulas del Departamento de parques nacionales y vida silvestre. Zorro también se suma al apoyo y cuelga la frase: «El que hace las cosas de corazón, hasta perdiendo gana».
Una de las reacciones más esperadas es la de Yuyee, la madre de los cuatro jóvenes y exmujer de Frank Cuesta. Esta influencer tailandesa se casó con el español en 2012 y formó parte de sus programas y contenidos en las redes sociales. Fue modelo, cantante y actriz y en su país se la conoce bajo varios nombres como Alis Aintu Smythe, Yuyee Alissa Intusmith o Chatchaya Cuesta Ramos. Su matrimonio vivió unos años realmente duros, cuando en 2014 Yuyee fue acusada por tráfico de drogas e ingresó en prisión. En 2020, tras seis años en el centro penitenciario, la mujer del youtuber recuperó la libertad de movimiento pero su relación no volvió a cuajar.
Yuyee rehace su vida con otro hombre
Se separaron en diciembre de 2023 y desde entonces la influencer le ha denunciado en tres ocasiones. La primera querella fue por «crear una campaña contra ella» y deteriorar su imagen pública. Una segunda que le acusaba de un supuesto delito fiscal por la forma de conseguir el dinero para comprar el santuario. Por último, su exmujer denunció que el naturalista «abusa de los animales» en sus vídeos, que no están cuidados y que están en mal estado. Estas acusaciones no tuvieron consecuencias mayores, y es que la reciente detención de Frank ha sido provocada por una denuncia anónima.
La mujer del naturalista ha rehecho su vida como comparte ella misma en sus redes sociales. Desde que firmó los papeles de la separación la modelo encontró el amor en Chris Daran Korn. Este hombre transexual forma parte de la alta sociedad tailandesa y es una figura habitual en las redes de Yuyee. Se dedica al life coaching y estudió en la Universidad de Stanford, en Estados Unidos. Gracias a su posición pudo estudiar también en el William Angliss Institute of TAFE en Melbourne, Australia, donde hizo hostelería, turismo y artes culinarias. Llevan juntos un año en el que su relación ha afectado a la concordia con su exmarido.
La dinámica familiar después de las denuncias
La misma influencer confesó en una entrevista en LOC que su matrimonio con Frank Cuesta fue complicado y le afectó más allá del divorcio. «Cuando conocí a Chris, Frank redujo mi pensión a 100.000 baht -2.500 euros- y luego todavía rebajó más la cantidad. Le pedí que aumentase esta cantidad porque la calidad de vida que tenía cuando estábamos casados es muy distinta a la que tengo ahora. Según las leyes -tailandesas-, es su responsabilidad. Pero yo me fié de su palabra y no firmamos ningún contrato». El año pasado también salió a la luz que ella era la propietaria del santuario animal y que intentó vendérselo al youtuber. Su exmarido debería pagar 225.000 euros en cuatro pagos por la propiedad y para terminar así su enfrentamiento. Frank catalogó esta transacción de «chantaje pero legal» y accedió a la compra del refugio animal.
«Eligió el dinero antes que a sus hijos», sentenció Frank Cuesta tras la compra el pasado septiembre. Zorro y Zape se han posicionado del lado de su padre y en sus cuentas públicas apuestan por el contenido en español. Yuyee está enfrentada con sus hijos mayores y los incluye en sus comentarios sobre el fin de su matrimonio. «Mi relación pasada con Frank fue complicada. Como pareja, todo fue difícil debido a las constantes mentiras y a no sentirme ni querida ni importante. Como padre, creo que intentó hacerlo lo mejor posible en muchos aspectos, pero las complicaciones de nuestra relación dificultaron que funcionáramos como una familia unida. Los problemas no resueltos y la naturaleza de nuestra relación afectaron la dinámica familiar, haciendo complicado mantener un ambiente saludable para nuestros hijos», confesaba para el medio antes citado.
