Gonzo, más allá de 'Salvados': infancia en Galicia, abusos en el colegio, pareja y dos hijos
El presentador de ‘Salvados’ se hizo conocido gracias a su participación en ‘Caiga quien caiga’ en 2005
Gonzo en una imagen de archivo. | Gtres
Fernando González González, más conocido como Gonzo, se dio a conocer gracias a Caiga quien caiga. El periodista, de origen gallego, comenzó a trabajar en Atresmedia en 2008 y, ahora, presenta Salvados, tras recoger el relevo de Jordi Évole. Así, en todo este tiempo, Gonzo se ha convertido en todo un referente en la pequeña pantalla y ha ido escalando puestos dentro de su proyección nacional y su fama. Nació en la ciudad de Vigo hace 48 años y estudió en los Jesuitas, de la misma localidad. En uno de sus programas, Gonzo volvió a su colegio después de que este fuera señalado por distintos abusos y lo hizo junto a sus compañeros para hablar de su propia experiencia.
Se licenció en Periodismo en la Universidad de Salamanca. Tras acabar sus estudios, su primera experiencia profesional se produjo en Radio Nacional de España en Santiago de Compostela, donde se interesó por la información deportiva. Luego, se mudó a Lugo donde trabajó en la radio durante dos años como redactor de Informativos. Más tarde volvió a Santiago para informar sobre el año Jacobeo de 2004, llevando a cabo distintos reportajes. En 2005 comenzó una de las aventuras más importantes de su vida; su etapa en Caiga quien caiga, un programa rebelde de actualidad en el que sobresalió frente a sus compañeros.
Los inicios de Gonzo como presentador
Entre junio y septiembre de 2008 presentó El método Gonzo, un programa de actualidad y denuncia que se emitió en Antena 3. Además, también presentó varios documentales de investigación en los que se trataron diversos temas como las bombas caídas en la localidad de Palomares o las víctimas del franquismo enterradas en el Valle de los Caídos. También, quiso centrarse en su tierra, Galicia, e informó sobre el mal de las vacas locas o la victoria del PP en una de las elecciones. En el verano de 2010 se confirmó su fichaje por El intermedio, donde ejerció como repórter de calle especializado en información política. Además, ha participado en distintos programas como Marca TV. En todo este tiempo, también ha recibido distintos reconocimientos.
En abril de 2015, además, publicó su libro, Todo por mi país, un ensayo político en tono de humor. También, en todo este tiempo, ha colaborado con distintas cadenas de radio y ha presentado diversos documentales, viajando hasta Estados Unidos o Centroamérica. Fue en mayo de 2019 cuando fue confirmado como presentador de la nueva etapa de Salvados, sustituyendo a Jordi Évole, quien anunció que abandonaba su papel para emprender nuevos proyectos. En septiembre de ese mismo año también se sumó como colaborador a Julia Otero en Onda Cero. También, ha publicado su segundo libro.
Su infancia en Galicia, su discreta pareja y dos hijos
Su infancia, sin duda, estuvo marcada por esos abusos que se vivieron en el colegio de jesuitas donde estudiaba. Es más, cuando grabó el programa en el centro confirmó que había sido un proceso «más emocional que profesional», en el que tuvo que rememorar lo que había vivido, junto a otros exalumnos, y de lo que no fueron conscientes hasta que no pasó el tiempo. «Ellos entendían que la forma de corregirlo, muchas veces, era con la humillación, con el abuso físico, con el castigo físico e incluso con humillaciones en público delante de los compañeros», explicó en una entrevista.
Sobre su etapa más familiar, Gonzo siempre ha querido ser muy discreto. Y es por eso que son pocos los detalles que han trascendido sobre su pareja. Sí que se sabe que tiene dos hijos, Noa y Brais, con quienes ha compartido imágenes en sus redes sociales. Además, es un gran aficionado al fútbol, sobre todo al Celta de Vigo. En una de sus entrevistas en La resistencia admitió que en su cuenta bancaria tenía algo más de 150.000 euros. Siempre ha presumido de mantener sus raíces intactas. «Cuando era más pequeño montaba en el burro para ir a buscar hierba para las vacas y también las ordeñaba. Los recuerdos son entrañables en esa época», contó a El faro de Vigo.
