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Las dos aficiones desconocidas de Marc Giró: fan de la hípica y del Club de Polo de Barcelona

El presentador lleva una vida tranquila en la ciudad condal con su marido, Santi Villas, con quien disfruta de su tiempo

Las dos aficiones desconocidas de Marc Giró: fan de la hípica y del Club de Polo de Barcelona

Marc Giró en una imagen de archivo. | TVE

Marc Giró siempre ha sido un hombre muy discreto en cuanto a su vida personal se refiere. Casado con el televisivo Santi Villas, hermano de Thais Villas, el catalán lleva las riendas de las noches de los martes de TVE con su Late Xou heredado de La 2. En todo este tiempo, el presentador ha conseguido que su programa obtenga unos buenos datos de audiencia, consiguiendo la atención del público en una franja de prime time que siempre ha sido de las más codiciadas. Y es que tanto él como todo su equipo han hecho todo lo posible para hacer que su formato se sitúe entre los más vistos, mezclando toques de humor con actualidad política social y con unos colaboradores de ensueño.

A pesar de siempre haber querido cuidar su lado más personal sabemos que Marc está casado, que lleva una vida estable en la ciudad de Barcelona junto a su pareja y sus dos perritos y que, además, tiene alguna que otra afición poco común. Y es que el presentador es un gran aficionado de la hípica pero, también, del polo y es por eso que, cuando tiene tiempo, suele acudir al Club de Polo de la ciudad condal. Y es que en Barcelona lleva una rutina de lo más tranquila, en la que puede vivir alejado del foco de la prensa y disfrutar junto a su marido de aquellas pequeñas cosas que les hacen felices juntos.

La discreta vida de Marc Giró

También, Marc utiliza el altavoz que tiene en su programa para lanzar alguna que otra reivindicación y dar su opinión sobre los temas que más están de moda. Además, no tiene problema en mostrar la conexión tan especial que tiene con sus invitados y colaboradores, con los que mantiene más allá de una relación profesional. Es, por ejemplo, el caso de Yolanda Ramos, con quien Marc tiene una amistad desde hace años, una buena sintonía que, además, se puede apreciar en cada programa. Con ella también pasa parte de su tiempo libre. Aunque también lo hace con su cuñada, Thais Villas, y con su pareja, Óscar Dalmau, con quienes ha sido fotografiado en más de una ocasión disfrutando de la gastronomía catalana.

Además, cuando su trabajo se lo permite, Marc y su pareja están muy centrados en el cuidado de sus perros. Es más, aunque en las redes sociales no hay casi imágenes de la pareja, sí que lo hay de sus animales de compañía. Y es que, en todo este tiempo, hasta su boda pasó totalmente desapercibida. Aún así, juntos forman un dúo de lo más sólido, tanto en lo personal como en lo profesional. Y es que Santi es el director de Late Xou y juntos tienen a medias de la empresa que produce el formato, Minuto de Barras SL. Se conocieron a finales de los años 90 mientras participaban juntos en su propio programa, Les 1000 i una. Por aquel entonces, Marc compaginaba su trabajo en la pequeña pantalla con editor en varias revistas.

Sus dos grandes aficiones

Marc Giró y su marido, Santi Villas. EP

En todo este tiempo han conseguido que su productora alcance ingresos mayores al millón de euros y unos beneficios de unos 149.000 euros, como apuntan desde Infobae. Lo que ha hecho que ambos estén muy decididos a seguir con su carrera en el mundo de la televisión. Y es que cualquiera diría que el futuro de Marc iba a estar en los medios de comunicación, sobre todo después de formarse en Historia del Arte en la universidad. Lo cierto es que el presentador nació en el seno de una familia acomodada en Barcelona y es por eso que sus aficiones han tenido mucho que ver con este alto nivel social. Aficionado a la hípica desde pequeño, Marc es un auténtico apasionado de los caballos, como confirman en el mencionado portal.

Y no solamente eso. Como comentábamos, pertenece al Club de Polo de la ciudad de Barcelona. El polo es un deporte en el que dos equipos, con cuatro jugadores cada uno y montados a caballo, se intentan llevar una pelota de madera hacia la portería del rival formada por dos postes de mimbre. El objetivo, como otros tantos deportes, consiste en marcar los mayores goles posibles. Lo cierto es que se trata de una práctica muy tradicional y que, sobre todo, tiene mucha popularidad en Reino Unido, donde, por ejemplo, el príncipe Guillermo es un gran aficionado. El Real Club de Polo de Barcelona abrió sus puertas en 1897 y es por eso que tiene una gran tradición a su espalda. La cuota de entrada varía entre los 15.000 euros y los 35.000 y la mensual alcanza casi los 200 euros. Además, dos socios del club tienen que avalarte para poder formar parte de él.

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