Quién es el actor Daniel Grao: su pasado como gogó, su lucha contra TV3, su mujer y dos hijos
El actor español de telenovelas es uno de los invitados de ‘Pasapalabra’ junto a Marta Pombo, Pepa Rus y Pelayo Díaz

Daniel Grao en una imagen de archivo. | Gtres
Esta semana son cuatro los famosos que se sientan en Pasapalabra para ayudar a que los concursantes obtengan el máximo de segundos posibles. Entre ellos, están Marta Pombo, Pelayo Díaz, Pepa Rus y Daniel Grao. Todos ellos están retando sus conocimientos para hacer todo lo posible para favorecer el concurso de los líderes de los equipos azul y naranja. Probablemente, de los cuatro el menos conocido es Daniel Grao -aunque sí que ha pasado en alguna que otra ocasión por el concurso-, quien lleva muchos años trabajando como actor y ha participado en distintas producciones españolas que han triunfado tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
Daniel Grao nació en Cataluña hace 49 años. Vivió en la localidad barcelonesa de Sabadell y cuando era muy joven decidió dejar los estudios para comenzar con el mundo de la interpretación. Uno de sus primeros trabajos fue sobre un escenario, concretamente, poniendo voz a los textos de Lorca. Esto hizo que comenzara su gusanillo por la interpretación. Para ganar algo de dinero, Daniel trabajó como gogó y estríper, lo que hizo que pudiera ser autónomo económicamente. Fue en el año 2001 cuando apareció por primera vez en televisión. Concretamente lo hizo en la telenovela, El cor de la ciutat, que estuvo en antena durante nueve años en TV3.
La trayectoria del actor Daniel Grao
Tras su éxito se embarcó en nuevas aventuras como Fumata blanca, Jugar a matar, Di que sí, A ras del suelo o Juego. Además, en 2006, interpretó a David Altable en la telenovela Amistades peligrosas. También, hizo su aparición en Hospital Central o El comisario. En 2007 se incorporó a la tercera temporada de la serie de televisión, Amar en tiempos revueltos, una de las telenovelas más conocidas de nuestro país. Un año después interpretó a Carlos en Sin tetas no hay paraíso. En 2009 fue elegido para interpretar a Jorge Vega en la serie de televisión Acusados y volvió al cine con Los ojos de Julia. En 2011 apareció en un episodio de Los misterios de Laura y, también, ha hecho acto de presencia en algún que otro capítulo de Ángel o demonio.
En todo este tiempo también ha aparecido en otras producciones conocidas como Hermanos o Prim, el asesinato de la calle del Turco, tanto para Telecinco como para TVE. En 2016 actuó, en España y Francia, en el papel de Rafael Rodríguez Rapún, el amante del poeta Federico García Lorca, en la obra de teatro La piedra oscura. Tras decir ‘adiós’ al final de la segunda temporada de Gigantes, se incorporó a la miniserie de TVE, Promesas de arena. También, participó en la película El asesino de los caprichos. En estos últimos años, ha participado en Perdida, El inconveniente o HIT. A finales de 2020, el actor denunció y acusó a la cadena catalana TV3 por «racismo» durante sus inicios como actor, ya que no pudo «continuar en la cadena por no hablar con fluidez catalán».
Su mujer Florencia, dos hijos y su contienda contra TV3
Sobre su vida personal sabemos que Daniel lleva más de quince años con Florencia Fernández, con quien ha tenido dos hijos; Mirko y Guido. «Preciosa noche presentando El árbol de la sangre, del gran Julio Medem. Gracias Florencia Fernández por acompañarme (en la vida)», escribió el actor en sus redes sociales hace unos meses. Y es que con todo lo que tiene que ver con su lado más personal, Daniel siempre se ha mostrado muy reservado. Sobre la paternidad, el actor se ha sincerado en alguna que otra ocasión. «Es una revisión constante. Los hijos te pegan los pies al suelo, es un cambio continuo, porque crecen cada día, continuamente se están planteando cosas en voz alta y hacen que te las replantees tú. Si vives la paternidad despierto, es todo un aprendizaje», contó en una entrevista a La voz de Galicia.
«Cuesta separarte de tu familia y, sobre todo, le cuesta mucho a quien se queda en casa con los niños», confesó sobre la conciliación laboral. Además, contó que su hijo pequeño, aunque de corta edad, tampoco se acostumbra a que su padre falte en casa. «Ya se vería llegado el caso, igual nos tendríamos que mudar todos. Para los niños sería una experiencia, todo lo que sume y nos venga bien a todos, está bien», apostilló al mencionado diario. Además, confesó que su mejor momento profesional estaba «por llegar». «Suelo ser bastante obsesivo, pero estoy feliz, trabajando mucho, en proyectos que he podido elegir», contó.