La vida de Roser Tapias, María en 'Sueños de libertad': su ex y orden de alojamiento a una fan
La catalana interpreta a María en la ficción de Antena 3 que se enamora de Andrés de la Reina, hermano de Jesús
Roser Tapias en una imagen de archivo. | Atresmedia
Sueños de libertad se ha enfrentado a una de las mayores pérdidas de la serie. Como ya contamos en THE OBJECTIVE, Alain Hernán, quien interpretaba a Jesús de la Reina, ha abandonado la ficción. Esto ha hecho que su personaje, uno de los principales, haya muerto de forma trágica tras un forcejeo con Digna. Esto hará que todo cambie en la serie, protagonizada por Natalia Sánchez y Dani Tatay y que otros personajes, como María, interpretada por Roser Tapias, comiencen a ganar gran importancia dentro de la trama. La semana pasada, Antena 3 estrenó la segunda temporada de la ficción, unos capítulos que, sin duda, están marcados por la muerte de Jesús de la Reina y la llegada de un nuevo personaje; Gabriel, interpretado por Oriol Tarrasón.
Mientras tanto, María seguirá adelante con su propósito de prolongar su estancia en la casa al comprobar que Andrés quiere echarla de forma definitiva. Desde que comenzara la emisión de la serie, Roser se ha puesto en la piel de la hija del amigo y mentor de Andrés de la Reina, el capitán Duque. Desde joven, María fue criada para convertirse en esposa y buena madre y, por eso, cuando fallece su padre, todo cambia. María empieza una relación con Andrés, quien se convierte en su gran amor y ve muy influenciado su día a día por Gema, quien le da más datos y experiencia sobre la vida adulta.
Los inicios de Roser Tapias y su demanda a una fan de su ex
Roser Tapias Guillén nació hace 35 años en la ciudad de Barcelona. Comenzó a actuar en La riera, una serie de TV3 que hizo que fuera conocida en distintos rincones del mundo. Luego, Roser apareció en Bandolera y El don de Alba. También, en todo este tiempo, ha trabajado en series de renombre como Amar en tiempos revueltos, El secreto de Puente Viejo o Acacias 38. En 2013 formó parte del videoclip Kakkmaddafakka, que se rodó en Barcelona hace más de doce años. Fue a finales de 2023 cuando se confirmó su fichaje por Sueños de libertad, la serie diaria que llegó a Antena 3 para ocupar el hueco de Amar es para siempre. Hace unos años, la actriz vivió uno de los momentos más complicados de su vida.
Y es que, mientras salía con el también actor Carlos Cuevas, una fan, que estaba obsesionada con él, comenzó a acosar a la actriz. Así, Roser recibió infinidad de amenazas en sus redes sociales, lo que hizo que llegara a amenazarla con que iba a agredirla. Debido a esto, Roser decidió presentar una denuncia en los Mossos de Esquadra y, después de que la fan se presentara en su casa con un cuchillo, consiguió una orden de alejamiento contra esta. En 2020, la mujer reconoció los hechos y asumió tres delitos. Así, la acosadora se enfrentó a una sentencia de un año de prisión por acoso, así como 18 meses de multa por un delito continuado de rotura de medidas cautelares y seis meses de multa por daños.
Una orden de alejamiento y los rumores sobre su vida personal
A pesar de todo, la mujer siguió amenazando a la actriz a través de las redes sociales, como confirmaron desde el Diario Ara. De esta forma, Roser tuvo que volver a recurrir a la Justicia y obtuvo una orden de protección, es decir, la prohibición de la acosadora a acercarse a menos de 500 metros y la prohibición de comunicación por cualquier medio. Sobre sus relaciones, además de salir con Carlos Cuevas, se rumorea que Roser mantiene una relación con su compañero de reparto, Dani Tatay, aunque sí que es cierto que ninguno de los dos ha confirmado ni desmentido el romance.
Si echamos un vistazo a sus redes sociales, Roser tiene en su perfil de Instagram más de 26 mil seguidores. Sobre las imágenes que comparte en la cuenta de su perfil social podemos ver fotos de su día a día y de sus proyectos profesionales. Así, podemos comprobar que la actriz ha viajado, en los últimos tiempos, hasta Escocia o Menorca, donde posa en solitario, por lo que podemos intuir que, actualmente, no tiene pareja o es muy celosa de su intimidad. Algo que puede ser entendible teniendo en cuenta sus problemas de privacidad.
