La razón por la que la infanta Cristina pasa más tiempo en Madrid: últimos planes y su compañía
La hija de los Reyes pasa cada vez más tiempo en Madrid, sobre todo porque es ahí donde reside su madre y su hermana

La infanta Cristina en una imagen de archivo. | Gtres
La infanta Cristina pasa menos tiempo del habitual en Ginebra. La hija de los Reyes se mudó hasta Suiza hace más de diez años cuando se encontraba en uno de los peores momentos de su vida. Allí encontró cierta paz y, sobre todo, estuvo ajena a las preguntas de la prensa después de que su marido entrara en prisión. Ahora, con un divorcio ya firmado, la infanta Cristina ha ido reincorporándose poco a poco a su vida social. Es por eso que, en los últimos meses, hemos podido ver a la infanta junto a su hermano, el rey Felipe, entrando y saliendo con amigas y yendo a visitar a su padre.
Por el momento, aunque tiene su residencia oficial en Ginebra, porque es ahí donde tributa, sí que está haciendo cada mes viajes hasta Abu Dabi y Madrid. Es en estas dos ciudades donde residen dos de los pilares más importantes de su vida; sus padres. También, se traslada con cierta frecuencia hasta Barcelona, donde vive su hijo Pablo entrena al balonmano, siguiendo los pasos de su progenitor. En Suiza, la infanta, debido al tiempo que lleva allí, tiene un grupo de amigos bastante importante pero, también, es consciente que la marcha de sus hijos de casa ha supuesto un antes y un después en su vida.
El último plan de la infanta Cristina en Madrid

Su deseo es siempre pasar lo más desapercibida posible, algo que suele conseguir casi siempre que viaja a la capital. Sobre todo porque duerme en la Zarzuela, lo que le brinda cierta privacidad. Aún así, hay otras ocasiones, al ser un personaje público, que es muy complicado que las miradas no se fijen en ella. Es más, este pasado fin de semana, Cristina fue vista en el centro de la ciudad en una velada junto a un grupo de amigos. Y es que la razón de la visita de la infanta a Madrid no era otra que la boda de Victoria Matossian y el príncipe Cecil von Croy. Fueron muchos los famosos de la jet set que se dieron cita en la Iglesia de San Pedro Apóstol en Fuente el Saz de Jara.
Y es que la infanta no suele perderse este tipo de eventos. En los últimos meses ha hecho acto de presencia en la boda de su prima, Teodora de Grecia, y de su hermano, Nicolás de Grecia. También en la de Victoria López-Quesada, que se celebró en verano y en la que posó junto a su hermano, confirmando su acercamiento. Pero la presencia de la infanta Cristina en el enlace de Victoria estaba justificada porque es nieta de Tessa de Baviera, prima segunda del rey Juan Carlos. Y es que sí que es cierto que, aunque el paso del tiempo ha hecho que la relación se enfríe un poco, cuando eran pequeñas ambas estaban muy unidas. El rey Juan Carlos fue uno de los grandes ausentes al enlace, al no decidir viajar desde Abu Dabi.
La vida de la infanta entre Madrid, Barcelona y Suiza

Es por eso que Cristina se erigió como la única representación de la Casa Real. De la boda han sido pocas las imágenes que han trascendido, aunque sí que es cierto que una de ellas ha marcado la diferencia. Y es que con esa instantánea podemos comprobar cómo se lo pasó realmente la hija del rey Juan Carlos. En la imagen se puede observar a la infanta sentada en un sillón charlando con una amiga con un gesto muy serio. Mientras tanto, los novios posan sonrientes a la amiga que les hace la foto. Además, el look tampoco ayudaba. La infanta se decantó por un dos piezas en color azul oscuro, algo que se aleja mucho del protocolo establecido para las bodas de primavera.

Sin duda quien más destacó con su look fue la novia, quien se decantó por un original conjunto de novia en color blanco. Confió en el diseñador Jorge Vázquez quien creó un vestido con escote cuadrado, con una falda de vuelo repleta de volantes y que le aportaba un toque original al diseño. Además, lo combinó con una chaqueta estilo torera con bordados a juego del fajín, en flores. Siguiendo con la tradición familiar, Victoria se decantó por una tiara de flores con diamantes y esmeraldas. La joya, que tiene un gran valor sentimental y material, pertenece a su abuela y lo llevó hasta la reina Isabel II. Además, no le quitó el protagonismo con unos grandes pendientes a juego.
Por el momento parece ser que va a ser algo bastante normal ver a la infanta Cristina en nuestro país. Sobre todo porque hace unos meses decidió comprarse un piso en Barcelona, en el que ha empezado una serie de reformas. Mientras ella no está en la ciudad condal es su hijo Pablo quien revisa cómo van los avances de la vivienda. Por ahora, parece ser que no está entre los planes de la infanta instalarse en España, pero sí que es cierto que su trabajo le proporciona la flexibilidad para poder moverse con cierta facilidad también entre semana.