Carolina Lapausa, la actriz de moda de 'Sueños de libertad': la anorexia que vivió y su lucha 'eco'
La actriz madrileña interpreta a Luz Borrell en la serie de moda de Antena 3 que está llena de «sorpresas»
Carolina Lapausa, en una imagen de sus redes sociales.
Sueños de libertad se ha consagrado como una de las series más vistas de Antena 3. En su año de emisión, la ficción del canal grande de Atresmedia ha conseguido plantarle cara a su mayor competidor; La promesa. Y es que la sobremesa se ha convertido en una ardua lucha por la audiencia que mantienen con el canal público. Además, ambas telenovelas han vivido un giro inesperado de sus acontecimientos. En el caso de La Promesa con la muerte de Jana mientras que Sueños de libertad ha vivido la trágica pérdida de Jesús de la Reina, lo que ha hecho que tenga que abandonar su papel Alain Hernán. Quien sigue con su trama adelante es Carolina Lapausa, quien interpreta a Luz Borrell.
Carolina nació hace 45 años en Madrid y, desde que era muy pequeña, comenzó a interesarse por el mundo de la actuación. «Nací cuando Pedro Almodóvar estrenaba Pepi, Luci Bom y otras chicas del montón dispuesta a ser mi propia versión de la movida madrileña en la tranquila vida familiar de los Lapausa. Mi padre decidió llamarme Carolina por Carolina de Mónaco, el icono de los 80. Y es que los 80 marcaron… y mucho», explica en su página web. Como ella misma cuenta nació «rodeada de tebeos y los poemas de Gloria Fuertes» y que cuando tenía cuatro años iba al Ballet Nacional para disfrutar de una de sus grandes pasiones.
Carolina Lapausa, la actriz de moda de ‘Sueños de libertad’
Su infancia, también, transcurrió «por los pasillos del Museo del Prado». «Mi padre trabajaba allí y pasé muchas tardes viendo cuadros, cuadros y más cuadros. Cuando tienes 8 o 9 años es aburrido, pero gracias a esos momentos aprendí a inventarme historias, tal vez por pura supervivencia, pero me enamoré del arte y éste abrió las puertas de mi imaginación», explica. Al poco tiempo empezó a formarse en ballet y danza española en el Conservatorio Profesional de Danza de Madrid. «La rigidez del ballet no me gustaba y el flamenco no era lo mío. A mí me gustaba la danza contemporánea, pero amigos, si vivir de la interpretación es deporte de riesgo, de la danza ni se lo imaginan», apostilla.
Es por eso que decidió hacer las pruebas para entrar en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), donde estuvo durante cuatro años. Su formación le ha llevado a distintas partes del mundo como Londres, Nueva York o Buenos Aires. Algo que ha compaginado con dar charlas sobre distintos temas sociales. «Hace quince años me ofrecieron trabajar con adolescentes e impartir clases de teatro como parte de su terapia para superar trastornos de personalidad y conducta alimentaria. Poco a poco aquellos adolescentes se convirtieron en mis maestros y así encontré un nuevo sentido a mi trabajo y a mi vida, no solo el desarrollo de la empatía y el pensamiento crítico a través del relato en la ficción, sino también, cómo podía ayudar y poner todas las herramientas técnicas y valores personales aprendidos en mis años de formación y experiencia al servicio de otros en su desarrollo», concreta.
Sufrió de anorexia, su vida personal y sus proyectos personales
En todo este tiempo, Carolina ha aparecido en La señora, donde interpretó a Isabelita de Viana y que se estrenó en 2011. También, formó parte del reparto de 14 de abril. La República. Desde 2014 hasta 2015 estuvo trabajando en Amar es para siempre, emitido en Antena 3, donde dio vida a Cristina Pérez. En 2017 formó parte del elenco Estoy vivo, donde interpretó a Gloria, la profesora de Bea. A finales de 2023 se confirmó que fichaba por Sueños de libertad, la gran apuesta de Antena 3 para la sobremesa. En sus redes sociales, Carolina tiene más de 23 mil seguidores y se define como «actriz, directora, escritora, profe, amiga, hija, hermana y madre de mi perra Coco».
Además, es CEO del espacio Teatro para la vida, un espacio para «crear, jugar y vivir» y que imparte distintos talleres para personas de todas las edades. Sobre su lado personal, Carolina comparte solamente algunos datos y sí que es cierto que sube imágenes junto a sus amigos y sus compañeros de rodaje. Su vida estuvo marcada, durante mucho tiempo, la anorexia. «yo pedí ayuda cuando terminé mis estudios de interpretación en la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático), que fue cuando me dio el mayor brote y adelgacé mucho. Ya tenía trabajo, pero el nuestro es muy diferente por horarios, logística… Mi familia no sabía ayudarme, porque, aunque hacían lo que podían, no entendían una forma tan distinta de vivir. Yo ni sabía bien lo que me pasaba ni a quién recurrir… No se comentaba el tema y, cuando se hacía, se hablaba de chicas que quieren ser delgadas para parecerse a modelos, cuando realmente tienes un miedo tremendo a vivir. La imagen, la comida, es la punta del iceberg. Y sí, yo estaba muy perdida, pero tuve la inmensa suerte de que la amiga de una amiga era psicóloga y me ayudó», contó a Semana.
Esto ha hecho que dar charlas sobre este tema y poder ayudar a otros jóvenes que sufren el mismo problema sea una especie de terapia. «Ha sido un regalo aprovechar mi experiencia y lo que yo viví y cómo lo viví para ayudarlos y verlos crecer y curarse a través del teatro. Me desvinculé de esta labor porque era incompatible con mi trabajo en la serie, pero es una puerta que tengo siempre abierta porque me satisface mucho personalmente», confesó a la mencionada revista. En la misma, también quiso sincerarse sobre su futuro en la serie. «Luz Borrell va a enfrentarse a muchas heridas del pasado y a poder curarlas de alguna manera, pero también se van a ir abriendo otras nuevas. Va a dar muchas sorpresas», contó.
La actriz también está muy concienciada con la naturaleza. «Me parece el medio de transporte más sostenible. Además, tengo una perrita [Coco] y es maravilloso poder llevarla en tren, que es el medio de transporte que lo pone más fácil», explicó en unas declaraciones para Welife. «E incluso, cuando voy a la playa, si veo suciedad a mi alrededor, intento meterlo en una bolsita y lo llevo a la papelera», apostilló, afirmando que le gustaría que hubiera «muchísimos más bosques».
