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Carlos III y Camila duermen separados tras 20 años de matrimonio: hay un motivo detrás

Los reyes de Inglaterra han celebrado sus bodas de porcelana el 9 de abril, durante su viaje a Italia y Ciudad del Vaticano

Carlos III y Camila duermen separados tras 20 años de matrimonio: hay un motivo detrás

Carlos III de Inglaterra y Camila Parker-Bowles durante su viaje a Italia. | Europa Press

Esta semana Carlos III y Camila Parker-Bowles han celebrado su 20º aniversario. Las llamadas bodas de porcelana las han pillado en Italia, y no por una escapada romántica, una segunda luna de miel, sino por un viaje de trabajo. Era su primera visita a Italia y Ciudad del Vaticano como reyes de Inglaterra, tras su ascenso al trono en septiembre de 2022 y la posterior coronación en mayo de 2023. Tenían planeado este viaje al país mediterráneo desde hace meses y, como parte de su agenda oficial, han disfrutado de su día especial entre cenas galas y paseos por las románticas calles de Roma.

Su relación es una para estudiar. Unos amantes de juventud que se quieren pero se casan con terceros, mantienen su amistad durante años. Después de hijos, experiencias y divorcios, él en 1996 y ella en 1995, encuentran la oportunidad perfecta para reencontrarse y hacerse felices. Sea como fuere el pasado de este matrimonio, la realidad es que han permanecido unidos desde el día de su boda, el 8 de abril de 2005. Ahora que cumplen dos décadas de casados, Carlos III y Camila se convierten en referentes para algunas materias de convivencia. Uno de sus trucos es centenario en las familias reales y ha sugerido polémica en los tiempos que corren.

Su ‘pequeño’ hogar en Clarence House

Así funciona la Ley de Matrimonio Reales en Reino Unido 1
La boda de Carlos III y Camila en la Capilla de San Jorge en 2005. Reuters

La pareja real vive en Clarence House, un palacete en el centro de Londres que ha acogido a otras figuras emblemáticas de la realeza. Se mudaron allí en 2003, dos años antes de su boda, cuando la residencia quedó vacía. Hasta entonces, el edificio era ocupado por la reina madre, Isabel Bowes-Lyon, que vivió allí durante 50 años, hasta que murió a los 101 años en 2002. Además de residencia, esta casa ha servido de recepción en algunos momentos importantes para la diplomacia del país británico. En 2017 fue el escenario de la visita de los reyes Felipe y Letizia.

Hay otros detalles de la residencia que merecen una mención, como que está decorada con obras de Monet, Veronese y Carracci, o que se puede visitar de forma virtual a través de Google Maps. Pero lo más llamativo es que tiene habitaciones suficientes como para que Carlos y Camila duerman separados. La periodista especializada en la familia real británica Helena Chard, ha recordado con motivo de su aniversario este pequeño gran detalle a la cadena Fox News: «Han encontrado la mejor manera de dormir. En Clarence House, tienen el privilegio de tener sus propias habitaciones además de la compartida».

Carlos III junto a su mujer, Camila. Casa Real

Por qué duermen separados Carlos III y Camila

Ya se conocía que tenían habitaciones separadas, para disfrutar de su privacidad y funcionar con mayor autonomía ante las complicadas agendas de los monarcas. Pero sus hábitos de sueño no suelen ser el centro de las conversaciones. Vanity fair ha explicado que, en efecto, Carlos y Camila duermen separados. «La razón principal de ese reparto de aposentos se debía al hecho de que el rey Carlos sufre unos dolores de espaldas que hacen que duerma mejor solo, aunque también habría entrado en juego el deseo de marido y mujer de conservar cierta independencia».

Pero la búsqueda de individualidad no se queda ahí. A los dormitorios privados se suma que cada uno tiene una casa propia, donde acudir a descansar además de su hogar compartido en Clarence House. Camilla tiene un segundo hogar en Ray Mill House, una finca cercana a Bath y Bristol que compró al divorciarse. Allí ha celebrado la recepción de la boda de su hija, Laura Lopes, y en 2009 la amplió para dar espacio a sus nietos. En el caso del rey Carlos III, Highgrove House está siempre a su disposición. Ambas residencias son muy cercanas entre sí, pero les permiten tener la independencia que a veces les falta en su residencia oficial en Londres.

Otros matrimonios ‘royal’ que duermen separados

En 2025, a los matrimonios que duermen separados se les dice que practican el divorcio del sueño. Pero antes de ponerle nombre de tendencia, esta práctica ya era una costumbre bien extendida en las familias de la realeza británica. La reina Isabel II y el duque de Edimburgo también dormían en aposentos separados del palacio de Buckingham. Esta separación de espacios se extiende en muchos casos al cuarto de baño. El rey Carlos Gustavo de Suecia reconoció que no comparte aseo con su mujer, la reina Silvia.

La reina Isabel II y Felipe de Edimburgo, en el día de su coronación.

Fuera del mundo de las coronas, hay muchas parejas que duermen separadas. Donald Trump y Melania Trump lo aplican en cada casa en la que se alojan, desde Mar-a-Lago en Florida hasta la Casa Blanca. Victoria y David Beckham tienen habitación, baño y hasta una cocina privada. La actriz Helena Bonham Carter y el director de cine Tim Burton vivieron en casas separadas durante 13 años, apenas conectadas por una puerta, porque ya compartían muchos tiempo en los rodajes. Otros matrimonios tienen una visión mixta del colecho. Gwyneth Paltrow y su marido, el productor Brad Falchuk, duermen juntos «sólo cuatro días a la semana». Sea una tendencia de Hollywood o una tradición británica centenaria, a los reyes de Inglaterra les funciona y siguen sumando aniversarios.

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