Las idas y venidas de Carlos III y su hermano Andrés: dos ventajas y tres grandes estocadas
El príncipe Andrés reapareció este mismo fin de semana en la tradicional misa de Pascua junto al rey Carlos y Camila

El príncipe Andrés y Carlos, en una imagen de archivo. | Gtres
El príncipe Andrés ha vuelto a dar un paso hacia adelante. Después de un tiempo alejado de todos los actos públicos, sobre todo tras la muerte de su madre, el hijo favorito de Isabel II ha decidido acudir a un evento social, en el que todas las miradas han estado puestas en él. Y es que el rey Carlos nunca ha tenido cierta predilección por su hermano, algo que sí que demostró la reina Isabel, quien intentó proteger a su hijo de todas las noticias. Algo que fue especialmente complicado, sobre todo desde que se comenzó a relacionar al príncipe con Jeffrey Epstein. Esto hizo que Andrés diera un paso atrás y se hablara de que iba a ser, por fin, Carlos quien iba a privarle de todos sus privilegios. Pero parece ser que nada más lejos de la realidad.
Y es que esta Semana Santa, el príncipe ha reaparecido en la tradicional misa de Pascua en la que ha habido dos claras ausencias; las de Kate Middleton y el príncipe Guillermo, quienes justificaron su desaparición para dedicar más tiempo a su familia. Fue este mismo domingo cuando la homilía se celebró en el castillo de Windsor, uno de los eventos familiares más especiales para la Casa Real inglesa. Hasta allí se desplazó tanto el príncipe Andrés como su exmujer, Sarah Ferguson, como sus dos hijas, Beatriz y Eugenia. Tampoco quisieron perdérselo los maridos de esta, quienes suelen ser muy habituales en estos tipos de eventos.
La aparición del príncipe Andrés en la misa de Pascua

Fue hace unos años cuando el príncipe Andrés fue apartado de todo lo que tenía que ver con sus responsabilidades dentro de la Corona. Sobre todo cuando se le empezó a relacionar con Jeffrey Epstein. Además, las noticias que se han conocido en los últimos tiempos, que le han relacionado con un espía chino en Reino Unido, han hecho que se distanciara aún más de su hermano, quien ha querido poner cierta distancia para que todo lo que tuviera que ver con su personal no le afectara en la profesional. Es por eso que llama especialmente la atención que se haya sumado a este acto que además de religioso tiene un carácter más familiar.
Fue a finales del 2019 cuando el duque de York mandó un comunicado en el que confirmó que había decidido retirarse de su vida pública después de ser relacionado con el caso de violaciones y abusos sexuales que salpicó al productor y empresario Jeffrey Epstein. Ese fue, además, el principio de su fin. Aunque eso sí, el divorcio con la que era su mujer, Sarah Ferguson, que estuvo marcado por los rumores de infidelidad, copó la mayor parte de los tabloides británicos. El pasado mes de noviembre, además, se conoció que el Rey había decidido suprimir la asignación oficial de un millón de libras al año, unos 1,2 millones de euros, que recibía Andrés y con la que hacía frente a sus gastos privados.
Carlos III y su relación de idas y venidas con su hermano

Además, ha sido Carlos III quien, también, le ha permitido seguir residiendo en su casa de Royal Lodge. Aunque eso sí, lo hizo con una condición; la de remodelar todo el edificio y, sobre todo, mantenerlo con el paso del tiempo. Fue en 2004 cuando el príncipe se mudó hasta allí con su mujer y sus dos hijas, Beatriz y Eugenia. Un año antes se le había concedido un contrato de arrendamiento de una duración de 75 años. A pesar de su divorcio, su exmujer ha seguido residiendo en este edificio que se encuentra situado en uno de los lugares más envidiados de Londres. Todo esto, además, sucedió bajo la supervisión de la reina Isabel, quien nunca escondió que Andrés era su hijo favorito.

Es por eso que cuando Carlos III se convirtió en Rey se esperaba que tomara la decisión de, por fin, apartar a su hermano a un segundo plano. Algo que, finalmente, no sucedió. Aunque sí que es cierto que la relación que han mantenido, al menos de cara al público, ha sido de tira y afloja, dando una de cal y otra de arena. Aún así, llama especialmente la atención que Andrés sigue mostrándose en público, sobre todo teniendo en cuenta que no despierta ninguna simpatía, especialmente entre la población. Algo que ha aprovechado, de vez en cuando, el propio Carlos para quitarle alguno de sus privilegios. Y es que cuando el Rey llegó al trono decidió incorporar a sus hermanos Ana y Eduardo a la lista de miembros de la Familia Real, es decir, aquellas personas que pudieran sustituirle cuando no pudiera ejercer como monarca, dejando de lado, una vez más, a Andrés.
Es más, en una de las remodelaciones de Buckingham, Carlos decidió eliminar la oficina del duque de York, así como su habitación, dejando claro que ahí ya no podía volver. Además, con esta marcha forzada también le obligó a no aparecer en la foto familiar, algo que, al menos fue un gran alivio a nivel social.