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La casa olvidada de la condesa de Montarco, madre de Alejandra de Rojas: 50 años en ruinas

Charo Palacios murió en 2016 a los 79 años dejando una herencia millonaria que fue repartida entre sus dos hijos

La casa olvidada de la condesa de Montarco, madre de Alejandra de Rojas: 50 años en ruinas

Alejandra de Rojas, en una imagen de archivo. | Gtres

Yendo por la A-3, a la altura de Rivas Vaciamadrid, en dirección a Valencia, hay una serie de ruinas que un día fueron la mansión de los condes de Montarco. El lugar se encuentra rodeado de un gran secarral, frente a unos impresionantes Cortados y , anteriormente, protegido por una gran valla que preservaba su interior. El lugar, cargado de una gran historia, ha sido testigo del paso del tiempo, las inclemencias del tiempo y de la historia de una familia que, durante muchos años, fue una de las ramas más importantes de la jet-set madrileña. Ahora, más de 10 años después de la muerte de Charo Palacios, condesa de Montarco, y de su marido, Eduardo de Rojas, el lugar se encuentra totalmente en ruinas y poco o nada puede intuirse de lo que antes fue la casa de Doña Blanca.

Rosario Palacios Calleja -su verdadero nombre- fue una de las mujeres más estilosas de mediados de los años 50. La aristócrata se rodeó de la crème de la crème de la ciudad de Madrid durante mucho tiempo. Esto le hizo tener un núcleo selecto de amigos y una posición, dentro de la sociedad, especialmente reseñable. La mujer nació en la ciudad de Lisboa justo después de que comenzara la Guerra Civil en España, en el mes de diciembre, y tuvo una vida llena de momentos icónicos. Charo se casó con Eduardo de Rojas, con quien tuvo dos hijos; Julio y Alejandra, esta última forma parte de la jet-set de nuestro país. Cuando era joven, la condesa de Montarco abrió su propia tienda en la ciudad de Madrid, en una de las calles más importantes más importantes de la capital.

La casa de Doña Blanco, la propiedad herencia de la condesa de Montarco

También, fue modelo e icono de alta costura. Además, estaba presente en -casi todos- los eventos importantes de la alta sociedad. Charo fue una de las invitadas a la boda del rey Juan Carlos y la reina Sofía. Y, además, pasaba los veranos en la localidad de Sangenjo, donde también coincidía con la Familia Real. Tuvo varias relaciones importantes, como cuentan en Mujer Hoy, aunque probablemente la más importante fue con el millonario Pepe Gandarias. Más tarde, salió con el periodista y escritor Enrique Herreros, pero finalmente se casó con Eduardo a mediados de los años 60. Él era el quinto conde de Montarco y uno de los fundadores de La Falange, y viudo de María Pardo-Manuel de Villena, su primera mujer, que falleció en 1965, y con la que tuvo cinco hijos.

Por aquel entonces, Eduardo tenía 70 años y ella disfrutaba de su treintena. La familia se instaló en el conocido barrio de El Viso, donde pasaron sus mejores momentos. En 1968 tuvieron un hijo, al que llamaron Julio, y, diez años más tarde, vino al mundo Alejandra. Siendo condesa, Charo siguió adelante con su carrera en el mundo del modelaje, siendo la musa del diseñador Elio Berhanyer. La relación entre las dos familias; la que había formado Eduardo con María y la que tenía con Charo, fue siempre buena. Aunque eso sí, todo se resquebrajó un poco cuando Ana de Rojas, la menor de los hermanos, concedió una entrevista, lamentando que Charo hubiera utilizado el título de condesa de Montarco. Es más, incidió que ella solamente era la mujer de su padre y que tendría que ser su hermana mayor, Blanca, quien hubiera llevado ese título. Y tras su muerte, su hijo Rodrigo.

Quién fue Charo Palacios, modelo y musa

Pese a todo, Charo siempre defendió muy bien y mucho su condición. Mientras que Eduardo murió en el año 2005, Charro falleció en noviembre de 2016, a los 79 años. Un tiempo antes, en 2002, había tenido un duro bache de salud después de golpearse fuertemente en la cabeza tras una celebración de cumpleaños con unos amigos. Su hija Alejandra se casó dos años más tarde, en 2018, en una boda en la que no estuvo invitada su hermanastra, Ana. Toda la familia había pasado sus mejores momentos en la finca de Doña Blanca, una espectacular casa a las afueras de Madrid, que sirvió como recreo para Eduardo, su exmujer y sus hijos. La casa, es más, fue nombrada así en honor a la primogénita de Eduardo de Rojas, y es que fue un nombre muy habitual, dentro de la familia, durante muchas generaciones.

Tal y como se refleja en el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid de 1957, Blanca Ordoñez y Lecároz fue madre de Eduardo de Rojas V Conde de Montarco y fundador de Falange. También, Blanca se llamó su hermana, quien murió a finales de los 80 y su hija, Blanca de Rojas Pardo-Manuel de Villena, que falleció en 2014. En su momento, la casa de Doña Blanca se construyó con materiales pobres y bloques prefabricados de hormigón. Tras la muerte de su padre, tanto Blanca como su hermano, Eduardo, decidieron tomar algunas decisiones sobre la finca. En sus inmediaciones, hace años, unos arqueólogos encontraron restos romanos.

Su hija Alejandra de Rojas se casó con Beltrán Cavero, sobrino de Esperanza Aguirre

De toda la familia de Rojas quien conserva su presencia social es Alejandra de Rojas, quien no ha dejado de aparecer en distintos eventos. La empresaria se casó con el sobrino de Esperanza Aguirre, Beltrán Cavero, con quien tuvo a su único hijo; Pepe. Anterior al aristócrata, Alejandra salió con otros rostros conocidos del papel couché como Luis Medina, hijo de Naty Abascal, con quien rompió en el año 2008. A pesar de todo, ambos siguen siendo muy buenos amigos. Al igual que su madre, Alejandra está muy vinculada al mundo de la moda. Estudió Marketing y Publicidad y trabajó en la firma de lujo LVMH, en la división de relojería. También, trabaja en el portal ¡Hola Living! y ha colaborado con Telva. Además, Alejandra está emparentada con la Familia Real, ya que es prima de María Palacios, la mujer de Alessandro Lequio, sobrino segundo del rey Juan Carlos y colaborador de televisión. En 2023, Alejandra y Beltrán pusieron fin a su matrimonio.

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