El alto tren de vida de Amelia Bono: casa en Aravaca, viaje a Mauricio y vacaciones de lujo
La hija del exministro Pepe Bono reside en uno de los barrios más exclusivos de Madrid junto a sus cuatro hijos

Amelia Bono, en una imagen de sus redes sociales.
Amelia Bono se ha convertido en una de las mujeres del momento. La hija del exministro Pepe Bono protagonizó, hace algo más de un mes, una polémica después de que compartiera una imagen, en su perfil de Instagram, en lo que se observaba algo en el suelo. Varias cuentas, de la mencionada red social, afirmaron que se trataba de un preservativo. Algo que ella tardó en negar y lo hizo a golpe de comunicado, explicando que toda la situación le había provocado mucho daño a sus hijos. En su perfil de Instagram, la creadora de contenido cuenta con algo más de medio millón de seguidores, lo que ha hecho que, en los últimos tiempos, se tome muy en serio su influencia y forme parte de una agencia de comunicación para explotar su repercusión pública a través de este medio.
Y es que el trabajo de influencer es uno de los más envidiados, debido a su estilo de vida de alto nivel y a las impresionantes cantidades de dinero que pueden llegar a embolsarse por una publicidad. Y no solamente eso. La influencia de Amelia va más allá de las redes sociales. Desde hace muchos años ha ocupado las revistas del corazón más conocidas después de protagonizar un largo matrimonio con Manuel Martos, hijo del cantante Raphael. Lo cierto es que su relación supuso la unión de dos grandes sagas del mundo de la música y de la política.
La vida de lujo de Amelia Bono
Amelia Bono nació de la unión del político socialista Pepe Bono y la que era su mujer, Ana María Rodríguez. Juntos tuvieron tres hijos; Amelia, Ana y José y decidieron adoptar a Sofía. Sus caminos se separaron en 2010 cuando todavía Bono era presidente del Congreso de los Diputados, puesto que ocupó hasta 2011. Antes de eso, ejerció como presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y ministro de Defensa de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero. Hace más de quince años decidió decir ‘adiós’ a una de las partes más importantes de su vida; la política, que abandonó de forma activa a finales de 2011. A pesar de la separación de la que era su mujer, Pepe siempre ha mantenido una buenísima relación con Ana María y, especialmente, con todos sus hijos.
Buena cuenta de ello son las diferentes imágenes que suele compartir Amelia a través de sus redes sociales. Es más, algunos de esos vídeos se han convertido en virales y han puesto en entredicho la reputación del que fuera ministro de Zapatero. Lo que sí que nos podemos dar cuenta, a través del contenido que sube Amelia a sus redes sociales, es que lleva un alto tren de vida. La mujer reside en la casa que se compró junto al que era su marido, Manuel Martos, que está ubicada en una de las mejores zonas de Madrid; en el exclusivo barrio de Aravaca. Su día a día, que anteriormente dedicaba a gestionar varias tiendas Tous de Madrid y Toledo junto a su madre, lo dedica a hacer deporte y a cuidar de sus hijos.
Viajes de lujo y una casa en Aravaca
Es más, acude a uno de los centros más exclusivos, el gimnasio David Lloyd, que tiene varias sedes en La Finca o en la Milla de Oro de Madrid. Además, Amelia disfruta de hoteles de lujo en sus vacaciones. Es más, en las pasadas vacaciones, la influencer se marchó, junto a sus hijos, a República Dominicana, un lugar con el que su padre guarda una relación muy especial. Su última polémica por el tan comentado preservativo sucedió en Mauricio, hasta donde la creadora de contenido se había marchado por un acuerdo con una empresa y disfrutó de un impresionante hotel de cinco estrellas. Otro de sus últimos viajes ha sido a Menorca, en la que también ha presumido de las vistas y del espectacular alojamiento que ha elegido, al que no le falta ningún detalle.
A pesar de ser un rostro público, Amelia se ha movido poco dentro del mundo de la jet-set. Y es que todo lo que tiene que ver con su lado más personal siempre ha intentado mantenerlo en un segundo plano. Aunque eso sí, esto no evitó que su rostro, y el de su ya exmarido, ocupara la primera página de varias revistas del corazón después de contraer matrimonio en una espectacular boda en la Catedral de Toledo. Allí se reunieron infinidad de personalidades del mundo de la política, aristocracia y la música. Ahora, con una carrera más asentada, Amelia ha preferido no dejarse ver mucho en público. Aún así, el camino profesional que ha elegido, el de dedicarse a las redes sociales, ha hecho que una parte de su vida esté más expuesta.