The Objective
Gente

La difícil herencia de la infanta Pilar: tardó años en repartirse, varias casas y dos cartas clave

La hermana mayor del rey Juan Carlos murió en enero de 2020 por un cáncer dejando atrás una familia muy unida

La difícil herencia de la infanta Pilar: tardó años en repartirse, varias casas y dos cartas clave

La infanta Pilar junto al rey Juan Carlos. | Gtres

El rey Juan Carlos pasó los mejores momentos de su infancia en la localidad portuguesa de Estoril. Allí estuvo hasta bien entrada la adolescencia llevando una vida muy normal, aunque llena de lujos, y acompañado de sus dos hermanas; Pilar y Margarita. La segunda de ellas es la que siempre más cuidados siempre ha necesitado ya que nació ciega, algo que siempre preocupó mucho a su madre, María de las Mercedes. En cambio, Pilar se erigió como una figura fuerte y con carácter y que siempre estuvo al lado del Emérito.

Pilar de Borbón y Borbón fue la primera hija de Juan de Borbón y María de las Mercedes. Nació en la ciudad francesa de Cannes, donde sus padres tenían una casa, en el verano de 1936. Fue bautizado con el nombre de María del Pilar Alfonsa Juana Victoria Luisa Ignacia de Todos los Santos de Borbón y Borbón y sus padrinos fueron su abuelo paterno, el rey Alfonso XIII, y su abuela materna, la condesa viuda de Caserta. Desde su nacimiento, además, se le dio el título de infanta de España, al ser una de las herederas del trono del país. Tras dejar atrás Cannes, la familia se estableció en Roma, donde nacieron sus otros hermanos y no fue hasta mediados de los años 40 cuando se marcharon, definitivamente, hasta Portugal.

La herencia millonaria de la infanta Pilar de Borbón

Muere a los 83 años la infanta Pilar de Borbón
La infanta Pilar falleció a principios de 2020.

Para celebrar su mayoría de edad, tanto Juan de Borbón como María de las Mercedes decidieron celebrar una puesta de largo para su primogénita, a la que acudieron los rostros más conocidos de la jet-set. Además, por esa época, ella ya tenía muy claro lo que quería estudiar; Enfermería. Sobre su vida sentimental, su padre intentó emparejarla con el rey Baduino de Bélgica, algo que, finalmente, no sucedió. Fue en casa de Simeón de Bulgaria, donde conoció al que sería su marido y padre de sus hijos; Luis Gómez-Acebo, nieto del marqués de Cortina. Se casaron en mayo de 1967 en el Monasterio de los Jerónimos de Belem en Lisboa y en su matrimonio tuvieron cinco hijos; Simoneta, Juan, Bruno, Beltrán y Fernando. Todos ellos han estado siempre muy unidos, al igual que han tenido una buenísima conexión con sus primos, el rey Felipe y las infantas Elena y Cristina. Luis murió a los 57 años, dejando a Pilar sola en el cuidado de sus vástagos.

Pilar fallecía en enero de 2020, a los 83 años, en el Hospital Ruber Internacional de Madrid, donde había ingresado unos días antes debido a las complicaciones por un cáncer de colon. Murió dejando atrás todo un legado, no solamente profesional sino, también, personal. Al igual que unos hijos y nietos completamente rotos. El pasado año, el 2024, no fue una buena etapa para los Gómez-Acebo, quienes tuvieron que despedir a dos miembros más; Fernando, quien murió en marzo, y Juan, quien fallecía en el mes de agosto debido a un cáncer. Tras el fallecimiento de su madre, sus hijos intentaron seguir con su legado. Y es que, aunque esos últimos años de vida fueron especialmente complicados, la infanta estuvo muy volcada en algunas causas sociales. Como es, por ejemplo, el rastrillo Nuevo Futuro, al que acudía todos los años y en el que participa su hija Simoneta.

Una casa en Madrid, en Palma y dos cartas para sus hijos y el Emérito

De izquierda a derecha; Juan, Simoneta, Bruno, Beltrán y Fernando.
De izquierda a derecha; Juan, Simoneta, Bruno, Beltrán y Fernando. Gtres

Su herencia, además, fue un tema a tratar especialmente delicado, ya que sus hijos no llegaron a un acuerdo hasta principios de este año, es decir, cinco años después de su muerte. Tal y como confirmó Vanitatis, en enero de 2025, se actualizó el balance de cuentas de San Jacobo SL, la sociedad a través la cual los cinco hijos gestionaron el legado de sus progenitores. Tras su muerte, la infanta dejó varios elementos muy valiosos. Probablemente, el más importante fue su casa; ubicada en el madrileño y exclusivo barrio de Puerta de Hierro, así como otra propiedad en Palma de Mallorca. Esta última sirvió como lugar para coincidir con sus hermanos durante la temporada estival.

La casa de la infanta Pilar en Mallorca. Gtres

Además, los hermanos también tuvieron que repartirse varias acciones, fondos y numerosas joyas. Es más, la infanta siempre fue una enamorada de la joyería, al igual que le pasó a su madre, María de las Mercedes. También, en la herencia figuraron muebles de gran valor histórico, que fueron repartidos en distintos lotes. En un primer momento, como cuentan desde Clara, la intención de los hermanos fue vender las casas que conformaban un patrimonio de unos ocho millones de euros. Algo que parece ser que acabaron haciendo y dividiendo entre todos. Además, también fueron repartidos sus enseres más personales. Entre ellos, unas cartas que les dejó la infanta Pilar a sus hijos y que su contenido nunca fue desvelado, pero en el que la hermana del Rey aprovechó para despedirse. También, a su hermano, el rey Juan Carlos, le dejó una misiva que fue de lo más especial, ya que ambos mantenían una relación buenísima.

Y es que esto es algo que siempre ha demostrado el Emérito. A pesar de su edad y de su difícil estado de salud, por ejemplo, la infanta Margarita siempre viaja a Sangenjo para estar junto al rey Juan Carlos cuando este está en España. Ambos siempre han demostrado que su relación va más allá de todas las polémicas que pueden surgir y que no hay nada que les debilite. Al igual que le pasa, por ejemplo, al rey Felipe con su primo Juan, quien forma parte de su círculo de amistades más reducido.

Publicidad