La historia de amor de Abdalá y Rania de Jordania: dos destinos, una boda y cuatro hijos
El monarca oriental visita España este jueves, sin la compañía de la reina consorte y amiga de Letizia

El rey Abdalá II de Jordania y Rania el día de su boda, en 1993. | Gtres
La Casa Real Española ha mantenido de forma histórica una relación cercana con sus homólogos de Jordania. Felipe y Letizia han tenido el placer de reunirse con los reyes Abdalá y Rania en numerosos encuentros privados y cenas de gala por Europa. Este mismo jueves se espera en Zarzuela la visita del rey del país oriental. Felipe recibirá a su amigo Abdalá, que viajará a nuestro país en solitario como parte de una gira internacional. Se espera que fortalezcan los vínculos entre nuestros países y nos brinden alguna imagen para el recuerdo. En esta ocasión faltarán Rania y Letizia, ambas ocupadas en sus respectivas agendas oficiales, pero el encuentro de sus maridos será suficiente para mantener viva la amistad entre las reinas.

La Casa Real de Jordania es referente entre las monarquías de todo el mundo. Es de las más jóvenes del mundo, recordamos que su fundación ocurrió apenas en el año 1921, pero a nivel mediático se lleva gran parte de las miradas. Otras como la Familia Imperial Japonesa tienen una historia milenaria y, además, llevan un perfil bajo de cara a la prensa, pero los jordanos apuestan por un estilo de gobierno moderno y abierto a la conversación pública. Tanto los monarcas actuales como sus antecesores y herederos, son figuras queridas entre sus ciudadanos y los aficionados al mundo royal de otros países.
El primer contacto de Adbdalá II y Rania de Jordania

Uno de los puntos más comentados sobre esta familia es la buena relación entre el rey Abdalá II y la reina Rania. El matrimonio lleva unido más de 30 años y todavía protagonizan titulares sobre su historia de amor que parece no acabar con el paso del tiempo. Se casaron el 10 de junio de 1993 en Amán, capital de Jordania. La reina consorte tenía entonces 22 años y una historia previa a su estatus real que interesó al público de otros países. Había nacido en 1970 en una familia humilde de Kuwait, hija de un medico y hermana mayor de otros cuatro hermanos. Su apellido de soltera era Al-Yassin y toda su juventud la pasó persiguiendo una carrera en la filantropía y la administración de empresas. Como otras jóvenes de la región, estudió en la American University de El Cairo y llegó a trabajar para Apple.
Abdalá era de otro universo. Desde el día que nació el 30 de enero de 1962 había sido el heredero de esta joven monarquía. Cuando su padre murió en 1999 cumplió el objetivo de su educación y formación y se convirtió en el rey del país hachemita. Cuando llegó este cambio de ciclo, ya estaba junto a Rania para suceder a los reyes Hussein y Noor. Se conocieron de forma inesperada, en una cena unos meses antes de su boda. Este primer encuentro en 1992 fue el comienzo de una historia de amor digna de película. La pareja conectó al instante y comenzaron un noviazgo, breve y serio, que terminaría con su paso por el altar en 1993. Su boda no fue celebrada con la atención de una boda real, porque Abdalá era el segundo en la línea de sucesión tras su tío, pero sí obtuvo una atención mediática destacada por los romántico de su historia.
Rania, una reina moderna para un rey tradicional
Vanity fair recuerda que durante aquel día de festejos, «los recién casados recorrieron a pie las calles de la ciudad para saludar a los ciudadanos, cortaron una tarta de siete pisos, hubo fuegos artificiales y el besamanos duró hasta que se puso el sol». Rania se saltó varias tradiciones jordanas como la de llevar una tiara prestada por otro miembro de la Casa Real o la de utilizar un único traje durante la fiesta, Rania usó dos vestidos. Con estos gestos marcó el comienzo de una nueva era en la monarquía jordana. Rania ha sido una monarca consorte que ha hablado en alto sobre el valor de las mujeres en el panorama profesional del país y ha luchado por iniciativas sociales hasta entonces silenciadas, en su papel como filántropa y altavoz de la institución.
Abdalá y Rania de Jordania han tenido cuatro hijos que ya trabajan por la continuidad de la monarquía. Hussein, de 30 años, es el príncipe heredero de Jordania y heredero del nombre de su abuelo. En 2023 se casó con Rajwa Al Saif, «la Kate Middleton jordana» según los medios especializados; y ya han tenido una hija, Iman, la heredera para la Casa real. Los otros tres hijos del matrimonio real son las princesas Iman y Salma y el príncipe Hashem, que nacieron en 1996, 2000 y 2005, respectivamente. El benjamín de la familia comparte generación con nuestra princesa Leonor y la infanta Sofía.