María Dolores de Cospedal (ex PP), enamorada de nuevo tras su discreta separación
La ex del Partido Popular ha vuelto a encontrar el amor ocho años después de separarse de su marido

María Dolores de Cospedal, enamorada | Gtres
María Dolores de Cospedal, exministra de Defensa y exsecretaría general del Partido Popular, ha vuelto a primera línea por su vida personal. La madrileña, de 59 años, ha vuelto a encontrar el amor al lado de Fernando Portillo, un empresario gaditano afincado en Sevilla y conocido por haber sido el segundo marido de Sandra Domecq, primera esposa de Bertín Osborne y fallecida en 2004.
Quién es Fernando Portillo, el novio de María Dolores de Cospedal
Fernando Portillo procede de una familia con fuerte arraigo político y empresarial en Cádiz. Es hijo de Fernando Portillo Schaffhausen, quien fue presidente de la Diputación Provincial de Cádiz entre 1967 y 1969 y, años después, estuvo al frente de la Caja de Ahorros de Cádiz (1975-1982). Portillo, como vemos, creció en un entorno vinculado al poder local y a las finanzas. Durante décadas, se dedicó al sector empresarial, aunque saltó a la prensa cuando contrajo matrimonio con Sandra Domecq. Fruto de esa unión nació su única hija, Ana Cristina Portillo, quien en septiembre de 2024 se casó en Jerez de la Frontera. Desde entonces, Portillo ha combinado su faceta de empresario —con intereses vinculados a la hostelería y la restauración— con la discreta presencia pública.

La relación tiene pocos meses
Aunque, evidentemente, ni María Dolores de Cospedal ni Fernando Portillo han dado declaraciones sobre su relación, los primeros indicios de su noviazgo surgieron a inicios de 2025. Se cree que se conocieron en Sevilla y que se hicieron amigos. Poco a poco, esa amistad derivó en algo más. Ambos comparten aficiones como el mundo taurino, la gastronomía tradicional andaluza y el disfrute del medio rural, lo que les ha llevado a coincidir en lugares como la Feria de Abril o en corridas de toros en la Maestranza. También les gusta disfrutar de la gastronomía, pues se les ha visto de la mano disfrutando de veladas en tabernas históricas de la capital hispalense, lo que ha terminado por confirmar que están juntos.

Además, durante estos meses han tenido muchos viajes románticos. Según recoge Vanitatis, ambos tuvieron un fin de semana romántico en Sevilla y Córdoba, descansando en cortijos cercanos y asistiendo juntos a eventos taurinos sin ocultarse completamente del objetivo de las cámaras. Ese mismo medio apunta que ambos han sido muy cautelosos al no hacer apariciones oficiales no posados. Una discreción que responde, en parte, al perfil que ambos mantienen: Cospedal, tras su paso por la política nacional, ejerce en excedencia como abogada del Estado y colabora en despachos especializados en derecho administrativo, civil y mercantil; mientras que su novio prefiere que su vida privada quede al margen de la prensa, sobre todo tras su relación con Sandra Domecq.
Un nuevo amor tras la separación
Esta relación nos demuestra que el amor se puede encontrar a cualquier edad, ya que ambos han tenido otras relaciones largas anteriores. Él, con Sandra, y ella con el también empresario Ignacio López del Hierro. La pareja contrajo matrimonio el 3 de septiembre de 2009 en el Cigarral de las Mercedes (Toledo) y estuvieron juntos algo más de quince años. La propia Cospedal confirmó su ruptura en octubre de 2024. La achacó a «desavenencias en la convivencia» y subrayó que, pese a la distancia personal, ella seguiría centrada en su actividad profesional y en sus compromisos como abogada.
Esa decisión supuso un punto de inflexión en su trayectoria, ya que durante décadas fue considerada una de las personas de máxima confianza de Mariano Rajoy: secretaria general del PP (2008-2018), ministra de Defensa (2016-2018) y presidenta de Castilla-La Mancha (2011-2012). Tras dejar el gobierno en 2018 y volver al ámbito jurídico, consiguió volver a un discreto plano mediático hasta la ruptura, que la colocó nuevamente en las portadas. Ahora, casi ocho meses después, su noviazgo con Portillo la ha convertido a poner en el disparadero. Ojalá que les dure mucho.