Can Balada, el palacio en Menorca de los nietos del Emérito que podría ser un centro tutelado
El Ayuntamiento de Ciudadela ha reclamado el inmueble a la Casa Real para usarlo para fines sociales de la ciudad

Los Reyes, junto a sus hijas. | Redes sociales
La infanta Sofía cumplió 18 años el pasado 29 de abril. Con su mayoría de edad, no solamente ha alcanzado la edad legal para beber o votar, sino que, además, tendrá que tomar una decisión muy importante. Fue hace más de una década cuando Juan Ignacio Balada, un empresario balear, decidió dejar a los Reyes parte de su herencia. La otra parte fue a parar a los ocho nietos del Emérito, tal y como dejó él mismo especificado en su herencia, a quienes le legó un impresionante palacete en la isla de Menorca, como contamos en THE OBJECTIVE. Las decisiones sobre este, que está valorado en algo más de un millón y medio de euros, estaban bloqueadas hasta que la infanta cumpliera la mayoría de edad. Ahora, tanto Leonor como Sofía y sus seis primos pueden decidir qué es lo que quieren hacer con él.
Los Reyes decidieron, con la inmensa cantidad de propiedades que heredaron, crear una fundación en honor a Balada, Hesperia. Es más, el pasado verano estuvieron en Baleares inaugurando una antigua farmacia que llevaba el nombre del empresario. Una determinación que, también, podrían tomar los nietos del Emérito; donarlo a esta asociación benéfica o, en cambio, al ayuntamiento de Ciudadela, como ya viene reclamando el consistorio desde hace años. Y es que, en la última visita del Rey a la isla de Menorca, el alcalde quiso hablar sobre el tema con el monarca, quien afirmó que había que esperar a la mayoría de edad de la infanta Sofía para tomar una decisión.
El Ayuntamiento reclamó el palacete para fines sociales

Fue en junio de 2021 cuando el ayuntamiento de la capital solicitó a la Casa Real la cesión residencial del palacete, que está construido, casualmente, en la plaza Don Juan Carlos de Borbón. La petición que se hizo desde el Pleno consistía en la intención de utilizar el inmueble para «ampliar los servicios sociales en el municipio», apuntan desde el diario Menorca. Es más, de haber prosperado esta solicitud, tanto la planta baja como el patio del edificio, habría sido dedicado a un centro de día para personas mayores. Otra de las opciones que se puso sobre la mesa fue que el palacio se utilizara como un centro tutelado. Dos opciones que, por el momento, están bloqueadas, a la espera de que los ocho se pongan de acuerdo.
«La Casa Real contestó que la titularidad de esta casa corresponde a los ocho nietos de los reyes eméritos y que ellos deben decidir», confirman desde el mencionado diario. Por el momento, no se sabe cuál es el camino que tomarán tanto Leonor como Sofía y sus primos ni tampoco si preferirán cederla a un fin benéfico, aprovechar su uso o, por el contrario, ponerlo en venta. Lo cierto es que lo que más llama la atención del inmueble es su ubicación; en pleno centro de Menorca, así como su bonita arquitectura. En todos estos años ha sido la Fundación Hesperia la que se ha preocupado de que al edificio no le falte de nada y, sobre todo, han velado por cuidar su interior, que se ha ido deteriorando con el paso del tiempo.
El inmueble de 500 metros de los nietos del Emérito que está en Menorca

Este, además, tiene algo más de 500 metros cuadrados y se puso a la venta por 1,5 millones de euros, lo que es un precio bastante más bajo que lo que se oferta en el mercado. En noviembre de 2019 se retiró, al igual que sucedió con los demás inmuebles que formaban parte del patrimonio de Balada. Sí que es cierto que todo apunta a que, al menos, Leonor y Sofía seguirán el mismo camino que sus padres cuando recibieron la herencia; podrán ceder las dos partes que les corresponden a Hesperia. Es más, fue el propio Rey quien expresó su deseo y se mostró convencido con que el palacete pasaría a ser propiedad de la fundación, que será la que elija sus usos y sus actividades.

Además de este impresionante palacete de 500 metros cuadrados, Juan Ignacio Balada dejó a los Reyes, sus hijas y sus sobrinos otras propiedades. Concretamente, diez viviendas, un garaje, un local y un bloque de ocho pisos. También, heredaron activos financieros, incluyendo depósitos bancarios y acciones en bolsa, gestionados a través de la sociedad Adalab SL y la histórica farmacia Llabrés de Ciudadela. El propio Balada dejó muy claro en su herencia que la mitad de la herencia debía destinarse a la creación de una fundación de ámbito nacional y de interés general, presidida por los entonces Príncipes de Asturias. Y la otra mitad se repartiría a partes iguales entre los príncipes y los ocho nietos de los reyes eméritos, resultando en aproximadamente 70.000 euros netos para cada uno, tras deducir impuestos y gastos.
En su momento, Felipe y Letizia, decidieron donar su parte de la herencia a la Fundación para Personas con Discapacidad de Menorca y a programas de becas para jóvenes. Luego, crearon la Fundación Hesperia que tiene varios objetivos. El primero de ellos tiene que ver con la formación de la juventud para facilitar su acceso al mercado laboral y, también, la promoción y fomento de proyectos de carácter social. Además, también está centrada en el incentivo de la cultura en sus diversas manifestaciones. Además, cuenta con la presidencia de honor de los Reyes y está bajo el Protectorado del Ministerio de Educación. Ha realizado donaciones significativas a organizaciones como Cruz Roja, Cáritas y Banco de Alimentos para atender necesidades sociales.