Leonor ya está en Madrid y se reencuentra con la infanta Sofía: Letizia ha despejado su agenda
La princesa ha llegado esta mañana desde Nueva York a la Zarzuela donde la esperaban su madre y hermana

Leonor, embarcando en el Blas de Lezo. | Gtres
La princesa Leonor ya está en Madrid y, en los próximos minutos se reencontrará con su hermana, la infanta Sofía, tras cinco meses sin verse. También, con su madre, con quien coincidió hace unas semanas en Ciudad de Panamá y quien ha decidido despejar su agenda. Mientras tanto, el rey Felipe se encuentra en Rumanía en un encuentro con militares. En estos próximos días, embarcará en la fragata Blas de Lezo. El Falcon en el que viaja ha aterrizado pasadas las ocho de la mañana después de salir de Nueva York a la una de la madrugada -hora peninsular-.
La hija mayor de los Reyes ha volado directamente desde Nueva York, donde ha concluido su primera etapa en el Juan Sebastián Elcano. Sus compañeros volverán a España dentro del buque-escuela y recalarán en Gijón, lugar en el que ella volverá a incorporarse al barco para terminar con su formación en la Marina en la Escuela Naval de Marín. Antes de eso, Leonor tendrá que cumplir con sus responsabilidades dentro del Blas de Lezo, algo que será especialmente retador. La princesa no solamente tendrá que poner en práctica todo lo que ha aprendido en Elcano, sino que, también, aprenderá nuevos aspectos que, hasta este momento, no había interiorizado.
Fue la semana pasado cuando la princesa llegó a Nueva York y lo hizo en su última etapa de su formación en América después de pasar por República Dominicana, Chile, Colombia o Uruguay. En estos últimos días, Leonor ha estado centrada en sus compromisos profesionales, siendo una de las protagonistas de la jura de bandera en la ciudad de los rascacielos. Además, junto a sus compañeros, también acudió a un concierto de música española. Ha sido este mismo lunes cuando la hija mayor de los Reyes se ha despedido de Nueva York para poner rumbo a esta nueva etapa en la que estará durante el próximo mes.
La princesa Leonor llega a Madrid y se embarcará en el Blas de Lezo
Tras esto, se ha incorporado al Blas de Lezo. En su primera fase, Leonor participará en el ejercicio SINKEX, donde se realizan disparos reales y se practica el hundimiento de objetivos en el mar, como ya contamos en THE OBJECTIVE. Por su parte, esa segunda fase integra el Grupo de Combate Expedicionario Dédalo, junto al portaaviones Juan Carlos I y otras unidades navales. La formación durará alrededor de un mes, hasta principios del mes de julio. Ese será el momento en el que la princesa está de vuelta en Elcano, el 3 de julio en Gijón, finalizando la travesía el 13 de julio en Marín. Esto se ha diseñado así para que la princesa reciba una formación integral de todo lo que tiene que ver con la mar y se integre dentro de los distintos cuerpos.
Es más, la fragata Blas de Lezo es una unidad de combate avanzada con capacidad antiaérea, antisuperficie y antisubmarina. Su sistema AEGIS con radar SPY‑1D le permite rastrear decenas de objetivos simultáneos. Es por eso que representa una experiencia operativa muy relevante y exigente con guardias en puente, maniobras tácticas y participación en fuego real. La rutina, además, es especialmente exigente. Contarán con guardias rotativas, que estará integrada en turnos de vigilancia de puente, control de máquinas y operaciones de combate. Además, dormirá en una litera tipo cucheta y dispondrá de un espacio reducido para guardar sus objetos personales. Las duchas y los baños serán compartidos, con limitaciones de uso por turnos.
Su rutina en esta nueva fragata

Al igual que le pasaba en Elcano, las comidas estarán regladas según el horario militar y no tendrá ninguna preferencia; su menú y trato será exactamente igual que el resto de la población. Además, adquirirá conocimientos sobre operaciones conjuntas, logística en el mar, rebastecimiento y defensa. También, participará en simulacros de incendios, vía de agua, abordaje y hará ejercicios físicos y operativos con la dotación. El tiempo libre será especialmente limitado y no tendrá acceso a internet ni a redes sociales. Además, no tendrá camarote individual ni protocolo especial y se forjará en disciplina y residencia.