La lujosa finca de la familia de Marichalar en Soria: tiene un palacio y está junto a unas ruinas
La familia del que fuera marido de la infanta Elena posee una estupenda finca en la localidad de Garray con una ermita

Jaime de Marichalar, en una imagen de archivo.
Jaime de Marichalar y su familia llevan muchos siglos unidos a Soria, especialmente a través de su linaje nobiliario, sus propiedades rurales y su implicación social y política. Es más, sus ascendientes pertenecen a la nobleza terrateniente de Castilla, con presencia histórica en Soria desde el siglo XVII. Jaime nació en una familia acomodada en la ciudad navarra de Pamplona. Es el cuarto de los seis hijos del VIII conde de Ripalda, Amalio de Marichalar y Bruguera, comandante de artillería, que acabó falleciendo a finales de los años 70. Su madre, María de la Concepción Sáenz de Tejada, también tenía un apellido con mucha tradición en la región.
Desde hace muchas generaciones, la familia posee una impresionante finca de algo más de 117 hectáreas, que se encuentra a pocos metros del yacimiento de Numancia en la localidad soriana de Garray. Es ahí donde, además, se ubica su bonita y lujosa casa solariega familiar y la ermita románica de San Antonio de Padua. Debido a su buenísima ubicación y, sobre todo, a su gran implicación familiar, se ha convertido en escenario de distintas bodas y eventos familiares. El último fue Álvaro de Marichalar, quien contrajo matrimonio en esta finca en el año 2022.
La finca de la familia de Marichalar en Soria

Hay que tener en cuenta que, además, el padre de Jaime fue presidente del Círculo de la Amistad Numancia y participó en la promoción del patrimonio cultural de Soria. La familia, también, ha promovido distintas acciones legales para proteger el entorno arqueológico de Numancia, evitando el desarrollo urbanístico que pueda afectarla. En 2008, la familia propuso que Numancia fuera declarada Patrimonio de la Humanidad, para preservar la integridad del área. Sí que es cierto que Jaime, aunque no acuda con cierta asiduidad, sí que ha presumido de sus vínculos afectivos con la localidad. Mientras tanto, su hermano, Álvaro ha expresado, en varias ocasiones, su orgullo por sus raíces sorianas y ha acudido, con frecuencia, a distintos eventos locales.
Probablemente su tesoro más valioso es El Garrejo, una propiedad histórica que se encuentra en el término municipal, junto al yacimiento arqueológico de Numancia. Como ya hemos comentado tiene una expansión de, aproximadamente, unas 117 hectáreas que están llenas de terrenos rústicos y que se utilizan como finca agrícola o ganadera. Además, su ubicación es excepcional; a unos 5 kilómetros de la ciudad de Soria. Hace tiempo, parte de la finca fue objeto de una propuesta municipal para un polígono industrial, algo a lo que la familia se opuso debido a su gran valor paisajístico e histórico. La edificación más especial es el palacio o casa solariega y está ubicada dentro de la propia finca.
‘El Garrejo’, una finca al lado de las ruinas de Numancia y con gran valor sentimental

Este se levanta junto a la ermita románica de San Antonio de Padua, construida con restos de Numancia, y suele servir como sede de eventos familiares, como bodas. Sí que es cierto que la ermita tiene un tamaño muy pequeño y esto hace que sea ideal para ceremonias íntimas. Garrejo, además, colinda con el yacimiento de Numancia, lo que le da aún más valor patrimonial. Así, el paso del tiempo ha hecho que la finca se convierta en la excusa perfecta para reunirse toda la familia. Y es que Jaime mantiene una estupenda relación con su hermano Álvaro quien se ha convertido en uno de sus mayores defensores. Sobre todo, durante su separación de la infanta Elena y en el ictus que vivió, a finales de 2001, que le dejó graves secuelas.

Por su parte, con su hermano Amalio coincide en varios intereses comunes sobre causas institucionales, especialmente la protección de Garray. Es más, Amalio es presidente del Foro Soria 21 y defendió los terrenos familiares junto a Álvaro. Por su parte, Ignacio de Marichalar ha tenido que enfrentar graves problemas personales que le llevaron a un polémico desahucio. Ana y Luis son los más discretos de la familia Marichalar y no han tenido casi presencia mediática. Aunque eso sí, hicieron una excepción para acudir a la boda de Jaime con la infanta Elena. Los seis hermanos fueron educados con unos valores basados en la disciplina, la discreción, respeto institucional y la responsabilidad social.
Una de las últimas veces que pudimos ver a Jaime de Marichalar en Soria fue el pasado año, coincidiendo con la boda de Victoria Quesada, en un enlace en el que también estuvo el rey Felipe y la infanta Cristina. La boda se celebró en la localidad de Hinojosa de la Sierra, donde también la familia de la novia posee un espectacular palacete muy relacionado con Teresa Urquijo, tal y como contamos en THE OBJECTIVE.