Leonor culmina con «éxito» su debut en el Blas de Lezo tras hundir un barco y usar munición
La hija de los Reyes embarcó en esta fragata el sábado y ha finalizado esta primera etapa con el ejercicio ‘Sinkek 25’

Leonor, embarcando en el Blas de Lezo. | Gtres
La princesa Leonor se embarcó en el Blas de Lezo el pasado sábado. A última hora de la tarde, la hija mayor de los Reyes llegó hasta el puerto de Gran Canaria para concluir con su última etapa como guardiamarina. Aunque eso sí, le quedan otros días de formación, de nuevo, en Elcano, en el mes de julio. Por ahora, la princesa está centrada en el Blas de Lezo, una fragata que es especialmente retadora y, sobre todo, en la que tendrá que poner en práctica todo lo que ha aprendido en estos últimos cinco meses. Ahora, la princesa ha acabado su primer ejercicio que, además, ha concluido con «éxito».
La princesa, junto a sus compañeros, se encontraban realizando un ejercicio avanzado de lanzamiento de armas Sinkex 25, que han llevado a cabo durante este 15 y 16 de junio. Lo han hecho, además, en aguas situadas al suroeste del archipiélago canario y en el que ha participado la hija mayor de los Reyes que iba a bordo de la fragata. Según ha informado la Armada, en una nota de prensa, este ejercicio es clave «para fortalecer la capacidad operativa de las unidades navales, aéreas y submarinas». Además, también permite el adiestramiento en el empleo de sistemas de armas en un entorno «realista y de alta intensidad».
Leonor termina con «éxito» su primer ejercicio en el Blas de Lezo
«En este ejercicio han participado diversas unidades navales como la ‘Blas de Lezo’, el ‘Juan Carlos I’, la ‘Álvaro de Bazán’, el ‘Isaac Peral’, el ‘Castilla’ y la fragata ‘Santa María’ y aéreas, así como unidades del Ejército del Aire y del Espacio, pudiendo de esta forma realizar un entrenamiento integral en el uso de sistemas de armas y simulando escenarios de combate reales», explican desde la Escuela Naval. Además, las maniobras, han contado con la participación de la princesa, que forma parte de la tripulación de la fragata antes de pasar a integrar el Grupo de Combate Extraordinario (GCE) ‘Dédalo’.
Este ejercicio, el Sinkex 25, ha permitido a la Armada practicar el «empleo de sistemas de armas, garantizando su uso seguro y eficaz, además de mostrar unas unidades con elevadas capacidades y altamente preparadas». Además, este tipo de ejercicios contribuyen a difundir un menaje de disuasión, mostrando la «solidaridad y el compromiso de España con la defensa colectiva y la seguridad» con el objetivo de «garantizar la paz, la seguridad global y la legalidad internacional». También, ha participado, junto a ellos, el submarino Isaac Peral, realizando el S-81 lanzamientos de torpedos como parte del proceso de adiestramiento y evaluación de sus armas.
Así es el Sinkek 25, el ejercicio que ha finalizado Leonor
Pero ¿qué es el Sinkek 25? Se trata de una abreviatura de Sinking Exercise -es decir, ejercicio de hundimiento- y forma parte de maniobras militares realizadas por el Ejército en el que se emplean misiles, bombas y torpedos lanzados por buques, helicópteros y aviones. En estos ejercicios, además, se utilizan misiles como Harpoon, Penguin, Maverick, y bombas JDAM y MK‑82, hundiendo barcos retirados como blancos. De esta manera, se practica el lanzamiento de misiles y bombas contra blancos marinos en alta mar, siempre baja unas estrictas medidas medioambientales y de seguridad.

De forma general, se trata de un entrenamiento real de guerra naval en el que se utiliza munición real para hundir un buque fuera de servicio en mar abierto. Este tipo de ejercicios permiten a la Armada entrenarse en condiciones de combate reales, mejorar la interoperabilidad con aliados -como la OTAN- y evaluar la eficacia de sus sistemas de armas. Para ello, se selecciona un barco antiguo que esté fuera de servicio y se descontamina cuidadosamente; eliminando aceites, combustibles, amianto o plomo. Además, se despliegan los distintos medios aéreos y navales como fragatas, submarinos, aviones, helicópteros y unidades aliadas. Luego, comienza la fase de ataque coordinado en el que se realiza un ataque en vivo contra el buque blanco con misiles, bombas, torpedos y artillería naval.
Por último, se evalúa la precisión de los impactos, la respuesta táctica de las unidades, la eficacia de los sistemas de armas y la coordinación entre fuerzas. Y, también, se supervisa el hundimiento del barco, que se produce en una zona controlada a más de 50 millas náuticas de la costa, y a profundidades superiores a los 2.000 metros. El objetivo de la Armadas es el de entrenar en fuego real en condiciones más similares a un combate, coordinar fuerzas navales, aéreas y submarinas, así como evaluar armas y sistemas en condiciones reales y cumplir con los compromisos de la OTAN en ejercicios multinacionales.