La fe como refugio: la aparente reconversión espiritual de Dani Alves tras salir de prisión
El exjugador de fútbol está manteniendo una dinámica espiritual en sus redes sociales

Dani Alves
Tras su salida de la cárcel de Brians 2 el 20 de marzo de 2024, donde ingresó tras ser condenado por agresión sexual, Dani Alves ha cambiado radicalmente. O al menos eso es lo que parece a colación de lo que sube a sus redes sociales. Desde entonces, se dedica sorprendió a publicar, casi diariamente, fragmentos de la Biblia, frases religiosas y reflexiones en su perfil de Instagram.
El acercamiento a la fe de Dani Alves
Los primeros indicios de esta especie de acercamiento a la fe católica llegaron en octubre de 2024, cuando decidió publicar un pasaje de Gálatas 5:22‑23 en Instagram. Hablaba de frutos del espíritu como «amor, alegría, paz, tolerancia, amabilidad, bondad, lealtad, humildad y dominio de sí mismo». Lo acompañó con el mensaje: «Ninguna ley existe en contra de todas estas cosas», un llamado implícito a reconsiderar su propia historia.
Poco tiempo después, en octubre y noviembre, las citas se volvieron constantes y profundas. En una de las primeras reapariciones visibles hubo un extracto de Romanos 8:38‑39: «Ni la muerte, ni la vida… ni nada nos podrá separar del amor de Dios en Cristo Jesús». Lo acompañó con una imagen en una hamaca, un entorno al aire libre tras meses de confinamiento.
Seguido, recurrió a Corintios 12:9‑10 para recordar que su «poder se perfecciona en la debilidad», una declaración que parecía invitar a la complicidad con su vulnerabilidad tras el proceso judicial. También compartió Romanos 12:2, pidiendo a sus seguidores que renueven su mente para descubrir «la voluntad perfecta de Dios», y enseñanzas de Isaías e incluso musicales, con himnos interpretados por él mismo con guitarra en mano, coordinados en español y en inglés.
¿Una transformación espiritual?
Esos pasajes religiosos aparecieron incluso antes de que una sentencia firme validara su absolución definitiva. El 28 de marzo de 2025, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña anuló su condena tras estimar que no había suficientes evidencias. Pero sus publicaciones siguieron, a veces con tono introspectivo y reflexivo: «Tengo miedo de lo que viene… Dios le dijo a Job: ‘Triunfarás y la luz brillará en el camino que tienes por delante’».
El entorno más cercano también ha dejado huellas de ese nuevo camino espiritual. Su madre, tras su puesta en libertad, celebró con palabras de gratitud a «la justicia divina«, mientras él permanece al silencio en este respecto, con comentarios desactivados, lo que limita el diálogo y refuerza una narrativa controlada y unidireccional.
Este aparente giro religioso de Dani Alves también ha ido acompañado de momentos polémicos, como imágenes junto a conferenciantes religiosos o figuras que aluden al poder curativo de la fe. Por ejemplo, se le vio con Daniel Habif, un popular motivador de raíces religiosas.
Una nueva vida y un hijo en camino

A día de hoy, las reacciones a esta nueva faceta del exjugador de fútbol se mueven entre el escepticismo y la comprensión. Para algunos, su cambio responde a una búsqueda sincera de redención y apoyo espiritual tras una experiencia traumática. Para otros, es un recurso calculado para recuperar capital mediático, suavizar la imagen pública y preparar el terreno antes de su reincorporación deportiva o social. Sea como fuere, lo cierto es que su perfil se mantiene activo y alineado con esta nueva narrativa espiritual y religiosa, mientras sigue a la espera, o eso parece, para recuperar su vida laboral.
Así, tras su paso por la cárcel, Dani Alves parece haber encontrado en la fe uno de sus principales nuevos enfoques de vida. No sabemos hasta dónde llegará esta senda: si se traducirá efectivamente en compromisos eclesiásticos más claros o si será un capítulo más de su reinvención personal y profesional. Lo que está fuera de duda es que, por ahora, la Biblia ha vuelto a ser protagonista en su vida, que sigue compartiendo con la modelo Joana Sanz, quien, por cierto, está embarazada de cinco meses.