La aldea de Zaragoza en la que vive Eva Amaral junto a animales, naturaleza y en estado de paz
La cantante dejó hace años su piso en Madrid para trasladarse a un pequeño pueblo donde lleva una vida rural

Amaral, en una imagen de sus redes sociales.
Eva Amaral es una de las cantantes más conocidas de nuestro país. Desde hace más de dos décadas, el grupo de música, que formó junto a la que era su pareja, ha dado conciertos por todo el mundo, componiendo letras de canciones que han marcado a toda una generación y, todavía, sacando nueva música al mercado con la que siguen colocándose en los primeros puestos de las listas. Su fama hizo que tuvieran que establecerse en Madrid. Es más, en el año 2003, la cantante decidió hacerse con un piso en el centro de la capital. Ahora, lleva una vida totalmente distinta; reside en una pequeña aldea en Zaragoza, la tierra que le vio crecer, y reparte sus días entre los conciertos, el cuidado de sus animales y su huerto.
Así lo muestra ella misma a través de las redes sociales. Especialmente en su perfil de Instagram donde cuenta con varios miles de seguidores que están pendientes de todos sus pasos. Allí Amaral comparte cómo es su rutina, que está marcada por un estilo de vida más relajado. También, ha hablado de esta nueva etapa en una entrevista en la Cadena Ser, hace unos meses, donde confesó que se había enamorado de esta nueva forma de entender su presente.
La vida de Eva Amaral en una aldea de Zaragoza
«Tengo una vida muy sencilla. Desde hace poquito vivo en una aldea y por eso estoy más cerca de la naturaleza. Fui allí por una llamada de la naturaleza que tenía. Estoy super a gusto, entre mis vecinos soy una más. Llevo ya varios años allí y estoy muy feliz», explicó en En clave de Rhodes. «La ventana de la cocina da a un nogal y tengo unos árboles enfrente. He puesto ahí unos platos con unos comederos y echo semillas para que vengan los pájaros. Me encanta porque estoy cocinando y están viniendo pájaros todo el rato. Me alegran la vida», apostilló. Una realidad que ella misma ha compartido a través de sus redes sociales, donde sube infinidad de imágenes de su estilo rural que, además, le aporta un «estado de paz».
Y es que para Eva «el mundo es bonito, hay pájaros y torrijas, pero luego también hay cosas que no puedes controlar, la crueldad del mundo a veces nos arrastra a situaciones que hay que aprender a gestionar». Esto fue una de las razones que le hicieron cambiar su estilo de vida, por uno más pausado y calmado, llevándole a residir en esta pequeña aldea. Allí, en su pueblo, ella misma ha reconocido que es «una más». Sus vecinos comparten sus vivencias y le proporcionan un ambiente en el que, ya desde hace tiempo, se siente totalmente integrada. Entre sus planes favoritos está la vendimia, el cuidado de sus animales y de las plantas y hortalizas que tiene plantadas en su gran parcela.
Rodeada de naturaleza, animales y mucha felicidad
Ya desde pequeña, Eva mostró su predilección por los entornos rodeados de naturaleza. Nació en Zaragoza en el verano de 1972 y allí comenzó sus estudios de Bellas Artes. Durante su juventud formó parte del grupo de música Bandera Blanca, dando buena cuenta de su pasión por cantar. Más tarde, se unió a Lluvia ácida. Fue ahí donde conoció a Juan Aguirre, su compañero inseparable de Amaral y que, durante un tiempo, fue también su pareja. Fue en las calles de su ciudad donde ambos dieron sus primeros conciertos y, gracias a su buena acogida, decidieron tomárselo en serio. Cuando comenzaron a tener cierto éxito, Eva decidió mudarse hasta Madrid para empezar una nueva etapa en la música.
Primero residió en un piso en Chueca que, más adelante, cambió por un ático en Plaza de España. Dos lugares de lo más concurridos dentro de la capital. Todo esto hizo que tomara la decisión de mudarse a una pequeña aldea, de la que no ha desvelado su nombre, y en la que reside en una pequeña casa de madera, piedras y de estilo rústico. Gracias a las imágenes que ha compartido en sus redes sociales podemos comprobar que la casa en la que vive tiene suelos de madera y vigas vistas. Además, en el salón cuenta con una chimenea, que enciende solamente en los meses de más frío. «Acarrear leña y colocarla ordenadamente a cubierto, es el equivalente al famoso ‘descargar un camión de melones’ que utilizaban nuestros mayores refiriéndose a las tareas que te deseaban para quitarte la tontería. Así que aquí estoy, sonriendo para la foto, con la lumbar reventada y con 0 tonterías. No vayáis al gimnasio… Esto de la leña es el nuevo crossfit», escribió en su perfil de Instagram.
La vivienda también cuenta con un gran jardín donde tiene colocados varios espacios con hamacas, sillas y mesas. Es ahí donde disfruta de tiempo de relajación, al aire libre y donde pasa tiempo junto a sus mascotas. También, a través de sus redes sociales, se ha mostrado muy reivindicativa, oponiéndose a la unión de los valles de Formigal y Astún para ampliar las pistas de esquí. «Hoy miles de personas nos manifestaremos en Zaragoza en defensa de las montañas del Pirineo Aragonés y contra la unión de las estaciones de esquí de Astún, Formigal y Candanchú. Este proyecto obviamente insostenible supondría la destrucción del valle glaciar pirenaico de Canal Roya. Una joya todavía virgen de nuestro patrimonio que debe ser protegido como parque natural de forma inmediata y defendido del mayor depredador hasta ahora conocido: los especuladores sin escrúpulos», escribió en sus redes sociales junto a una foto.