La lujosa vida de Ana, la exmujer de Pepe Bono: pasado en el PSOE, una ruptura y empresaria
Ambos se divorciaron en 2010 después de cuatro hijos en común, una misma dirección política y una fortuna compartida

Ana Rodríguez y Pepe Bono, en una imagen de archivo. | Gtres
Pepe Bono fue uno de los ministros más discretos que tuvo José Luis Rodríguez Zapatero. Lo que probablemente no se esperaba es que su hija, Amelia, se convertiría en uno de los rostros más conocidos de las redes sociales y que, también, le relanzaría al estrellato durante su retirada de la política. También, la boda de Amelia con Manuel Martos en Toledo copó las portadas de las revistas, al igual que lo hizo la separación del expolítico con la que era su mujer, Ana Rodríguez. Ambos formaron un matrimonio sólido que se fue desvaneciendo con el paso del tiempo hasta que, en 2009, confirmaron su divorcio. Dejaron atrás una familia de cuatro hijos y varios nietos.
Ana Rodríguez Mosquera nació en abril de 1958 en Guatemala, hija de inmigrantes gallegos. A los 12 años vivió en República Dominicana, y a los 14 se trasladó con su abuela a La Coruña, donde completó su formación escolar y se forjó un carácter independiente y resiliente. Fue a mediados de los años 70 cuando decidió afiliarse al PSP, cuando comenzó a estudiar Sociología y Ciencias Políticas en Madrid bajo un contexto político aún marcado por la Transición y los restos de la dictadura, con episodios como el 23‑F y la matanza de Atocha dejándole profundas huellas. En 1975 conoció a Pepe Bono, en este mismo contexto político, en un entorno universitario y político vinculado al PSOE y al PSP. Por aquel entonces, ella tenía 18 años y él, 26.
La relación de Pepe Bono y Ana Rodríguez

Como ellos mismos han contado en varias ocasiones, lo suyo no fue un flechazo y no hubo mucha conexión inicial. Tres años después, ambos volvieron a coincidir en una casa, en la que sí surgió el amor. Se consolidó finalmente durante las fiestas de la romería de Albaladejo (Ciudad Real), y comenzaron un noviazgo breve, pero intenso, que duró solo seis meses. Ambos se dieron el ‘sí, quiero’ el 20 de diciembre de 1980. En ese momento, Ana todavía cursaba sus estudios en Sociología y Políticas y trabajaba como funcionaria en el Ayuntamiento de Madrid. Pepe, tras ejercer como abogado laboralista, vivía entre Madrid y Albacete, contando con cierta solvencia económica. Fue en 1983 cuando Pepe fue elegido presidente de Castilla-La Mancha y Ana tuvo que pedir una excedencia en su plaza de Madrid y se marchó hasta Toledo. Comenzó a implicarse en la política regional, especialmente en áreas como igualdad, discapacidad y bienestar social.
Juntos tuvieron cuatro hijos; Amelia, Ana, José Jr. y Sofía. Esta última fue adoptada en Chile en 2001. De forma paralela comenzaron a gestionar varios de sus bienes; residencias en Toledo y Albacete, una hípica -Hípica Almenara, fundada en 2001- y franquicias de Tous, siendo Ana y Amelia las administradoras. Lo cierto es que la relevancia política que fue adquiriendo Bono con el paso del tiempo también hizo mella en su matrimonio. A partir de mediados de los 2000, su relación comenzó a vivir una intensa crisis; agotamiento emocional, diferencias en la educación de los hijos y la comunicación, así como excesiva exposición pública, erosionaron la relación. Fue en 2008 cuando comenzaron a formalizar los papeles del divorcio, que acabaron firmando dos años más tarde.
A qué se dedica actualmente
En todo este tiempo han demostrado que mantienen una relación «correcta», ya que han posado en innumerables ocasiones juntos. Aunque eso sí, la propia Ana admitió que «no eran amigos». Ana ha encontrado en su divorcio la base para transformarse. Publicó El club de las perfectas divorciadas -en junio 2025- y se lanzó al emprendimiento con joyería Tous -7 tiendas en Castilla La-Mancha y Madrid-, cosmética -Oceanyx, 2014- y ahora es asesora de Jaguar. Fue hace más de diez años cuando se confirmó que Ana le había dado una nueva oportunidad al amor de la mano del empresario mexicano Ernesto Manrique que vivió con discreción y estabilidad hasta 2021. En todo momento ha afirmado que su idea no era la de volver a casarse, ya que no le hacía falta un papel «para tener un compromiso». «Estoy feliz como estoy», confesó.
Su relación con el exministro y una empresa compartida
En más de una ocasión ha contado que «el amor de su vida» son sus hijos. Desde hace tiempo está centrada en su faceta profesional. Desde 2014, dirige una gama de sueros pensados para pieles sensibles y atópicas, basados en principios marinos, sin parabenos ni alcohol. La línea sigue activa y centrada en el cuidado facial. Además, es administradora junto a su hija y a José Bono, de Ahorros Familiares Saja SL, una inmobiliaria que en 2022 repartió dividendos por 400.000 €, gracias a la compraventa y alquiler de propiedades urbanas y rústicas. Desde 2021, tras su ruptura con Ernesto Manrique, se ha volcado en el cuidado de sus tres nietos, fruto del matrimonio de su hija Amelia. Su rol familiar es central y apreciado. En abril de 2025 festejó su 67.º cumpleaños con una reunión íntima en Madrid, rodeada de sus hijas, nietos y exyerno Manuel Martos, demostrando que mantiene lazos muy estrechos con su familia.
Actualmente, Ana Rodríguez compagina perfectamente un perfil profesional sólido con una vida personal muy activa. Su papel empresarial abarca tanto el sector del lujo -joyería- como el bienestar -cosmética- y amplía su alcance al manejo de activos inmobiliarios. Además, sigue siendo una figura central en su familia como madre y abuela.