Miguel Ríos, a sus 81 años: vive en el barrio más caro de Madrid y está preocupado por su salud
En 2010, el cantante anunció que se retiraba del mundo de la música, aunque sigue manteniendo una actitud «vitalista»

Miguel Ríos, en una imagen de archivo. | Gtres
Miguel Ríos Campaña nació hace 81 años en el barrio de La Cartuja, en Granada. Vino al mundo en una familia formada por siete hermanos en un entorno obrero. Su padre trabajaba en un aserradero mientras que su madre lo crio en solitario tras la muerte de su progenitor cuando todos sus hijos eran muy jóvenes. Fue en los años 60 cuando vivió uno de los momentos más icónicos de su vida, convirtiéndose en todo un artista de éxito gracias a el Himno de la alegría. También, ha aparecido en varios programas de televisión y ha hecho un gran activismo político de la mano de otros rostros conocidos de la música como Joan Manuel Serrat o Ana Belén y Víctor Manuel.
Durante gran parte de su vida vivió en una casa humilde en el Cercado Bajo de Cartuja, que él ha definido como su propio microcosmos lleno de juegos, calle y mucha comunidad. Asistió a las Escuelas Salesianas de San Juan Bosco, donde cantó en el coro escolar, comenzando, así, su amor por la música. Con quince años empezó a trabajar. Primero, en un bar y, luego, en la sección de discos de unos grandes almacenes, donde descubrió su pasión por Elvis Presley, Chuck Barris y Paul Anka. Antes de cumplir la mayoría de edad, a los 16 años, ganó un concurso de la radio local, Cenicienta60, cantando You Are My Destiny, de Paul Anka, que marcó el inicio de su carrera.
La trayectoria de Miguel Ríos en la música

A principios de los años 60 decidió marcharse hasta Madrid, siguiendo su gran pasión. En enero de 1962 grabó su primer EP, iniciándose como Mike Ríos, el Rey del Twist. En 1963 debutó en las Matinales del Price, actuando junto a Los Relámpagos y otros jóvenes grupos, consolidando su influencia. Sus primeros años no fueron nada fáciles, ya que no solamente ganarse un hueco en el mudado de la música era especialmente complicado, sino que, también, estaba muy lejos de su hogar familiar. En 1969 grabó el que sería uno de sus mayores hits, El himno de la alegría, una adaptación del último movimiento de la novena sinfonía de Beethoven, arreglada y dirigida por el argentino Waldo de los Ríos, destacado por sus versiones pop de grandes obras de la música. Vendió algo más de siete millones copias en todo el mundo y llegó como número uno a distintos países como Estados Unidos, Alemania, Francia e Italia.
«Supuso el que tomara conciencia de que podía cantar, escribir textos, utilizar la imaginación y construir algo sólido como un disco», confesó sobre su éxito. Otro momento muy reseñable de su carrera fue su gira, Rock and Ríos, que se convirtió en multitudinaria. En todo este tiempo ha recorrido infinidad de lugares del mundo, ha publicado una larga lista de canciones y, sobre todo, se ha convertido en uno de los nombres más conocidos dentro de nuestra música. En estos últimos años, Miguel ha sido reconocido con los Premios de la Música de Andalucía, así como el Premio Especial al reconocimiento de una trayectoria musical. Es más, en 2003, recibió, en manos de José Saramago, el Premio de Honor de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música. Este 2025, el cantante completó su gira, A todo pulmón, con sold out en distintas ciudades como Ciudad de México y Nueva York. Además, este disco gira no es una despedida, sino un «último vals a la francesa», reforzando su impulso creativo y conexión con el público.
Una actitud «vitalista» y las dos mujeres que han marcado su vida

Aunque el foco está en la música, Miguel mantiene una actitud vitalista, inspirada en viajes -como a México- y una profunda reflexión sobre el paso del tiempo y la mortalidad. Desde hace mucho tiempo reside en Madrid junto a su pareja, Regina. Es más, en estos últimos meses, se le ha visto en un hospital de la capital, concretamente en la Clínica Ruber, dando buena cuenta que está muy preocupada por su salud. Desde la capital sigue ligado a la vida artística y social; participa en conciertos, debates y charlas, como el encuentro en el Movistar Arena junto a Ricardo Marín, donde abordó temas actuales como la paz y la guerra. Sí que es cierto que, aunque resida en Madrid, mantiene una gran conexión con su tierra, Granada. Suele recordar su infancia con nostalgia y dice «volver a su barrio le provoca un déjà vu» al ver coches donde antes había espacio. Además, reconoce que sin Madrid su carrera no habría sido igual: «tuve mucha suerte de que los discos Phillips los vendieran allí».

Vivir en Madrid ha hecho que forja vínculos con otros grandes músicos y sigue combinando actividad artística y creativa -conciertos, grabaciones, reencuentros- sin abandonar el pulso de la ciudad. Sobre sus relaciones personales, Miguel Ríos ha tenido dos mujeres que le han marcado su vida. La primera de ellas fue Margaret Watty, a quien conoció a principios de los años 70 en Ibiza. Por aquel entonces, ella trabajaba como diseñadora de ropa y traductora. Además, siempre fue una mujer discreta y alejada de los focos. Estuvieron juntos durante veinte años y tuvieron una hija juntos; Lúa, a quien Miguel le dedicó una canción con tan solo dos años; Lúa, Lúa, Lúa. Aunque separaron en los años 90, siguen unidos por su hija y Miguel ha declarado: «Solo he tenido dos parejas en mi vida y con ambas me lo he pasado muy bien». Su pareja actual, Regina, es su novia actual y a quien define com su «compañera». En más de una ocasión ha hablado de lo feliz que está junto a ella. Ha admitido haber tenido varios romances informales («ligues»), incluso con una ministra, una actriz y una ayudante de dirección, aunque ninguno llegó a ser una relación estable.
Sus empresas
También confesó en una entrevista que en su juventud vivió momentos intensos, aunque siempre se ha mostrado fiel a sus parejas formales. En su biografía, Miguel Ríos contó que perdió la virginidad a los 14 años. De joven vivió uno de los momentos más complicados después de pasar tres noches en la cárcel por consumir marihuana. Una experiencia que, sin duda, le marcó durante toda su vida. Tal y como confirman en El Mundo, el artista ha vivido varias épocas de auge económico. A nivel empresarial es el apoderado de la empresa Promúsica SL -dedicada a actividades auxiliares a las artes escénicas– cuya administradora única es su hija Lúa y el administrador único y accionista mayoritario RCW Ediciones SL -otras actividades editoriales-, en la que también participa su hija. Además, en 2005, invirtió, en Granada, en Formación Investigaciones Desarrollos y Aplicaciones en Neurociencias SL, una clínica destinada a la atención de pacientes con daño cerebral.
La vida de Miguel Ríos en el centro de Madrid
Fue en 2010 cuando el cantante anunció su retirada de los escenarios, una situación que no se ha producido hasta ahora. Y es que, como informan en el mencionado medio, lleva una vida tranquila en el centro de Madrid, concretamente muy cerca del barrio de El Viso, uno de los más caros de la capital. Allí residen otros rostros conocidos como Florentino Pérez, así como otros empresarios. Se encuentra en el distrito de Chamartín y delimita con el Paseo de la Castellana, Concha Espina, Príncipe de Vergara y María de Molina. Nació en los años treinta como una colonización de viviendas económicas inspirada en el racionalismo, impulsada por el arquitecto Rafael Bergamín y diseñada como una especie de «ciudad jardín» con casas unifamiliares, garajes y jardines. El barrio cuenta con amplias calles arboladas, tranquilidad y un ambiente residencial envidiable, muy apreciado por familias, diplomáticos y altos directivos. Además, es considerado como el barrio con mayor renta per cápita en Español, incluso superando a la zona de Salamanca y es muy valorado a nivel internacional.

Entre sus residentes destacan figuras como Florentino Pérez, Ana Botín, Xabi Alonso, Amber Heard y otras personalidades del mundo empresarial, político y artístico. El precio medio del metro cuadrado ronda los 8 000 €–8 500 €, tanto en venta como en alquiler, situándose por encima de la media de Chamartín y de Madrid. Destacan los chalés y mansiones con más de 7 000 viviendas, muchos acondicionados actualmente con renovaciones modernas. Aunque principalmente residencial, alberga actividades culturales en los alrededores: Museo Sorolla, Parque de Berlín, Auditorio Nacional, y proximidad al estadio. También, cuenta con restaurantes elegantes, boutiques selectas y cafés de calidad están presentes tanto en el barrio como en zonas contiguas.
La casa de Miguel Ríos combina silencio y confort, permitiéndole trabajar desde casa -ya sea componiendo, ensayando o escribiendo- sin las distracciones del centro urbano. Aunque El Viso está alejado del bullicio central, su excelente conexión -metro, autobuses, Cercanías- facilita desplazarse a escenarios, estudios y eventos en toda la ciudad. Desde su casa en Madrid, Miguel comparte su día a día con su hija Lúa y su pareja Regina, combinando momentos íntimos y agradecidos con su entorno. Su hogar es también escenario para reuniones con amigos y colegas del mundo musical, donde charla sobre proyectos y reflexiona sobre la cultura. Es más, su barrio le ofrece un espacio óptimo para desarrollar nuevas composiciones: tiene un estudio doméstico o espacio preparado para tocar, grabar o escribir. También, disfruta de la calma y el verde de su urbanización, ideal para paseos matutinos, ejercicio -bicicleta, elíptica en casa- y desconexión sin salir de la ciudad.